LA DUDA

—Sentados a la sombra de un árbol en aquel lindo lugar mientras los niños corrían, los mayores reían y hacían comida dije a yaneth

—Quisiera contarte un poco de mi, he querido tener una familia estable toda mi vida ya que mi familia no ha sido la muy estable que digamos, me encantan los niños y deseo tener uno, no tengo dinero y eh vivido momentos muy difíciles pero a pesar de todo eso. Amo a Dios porque siento que sin el no soy nada, y quiero entregarle mi vida cada día aun mas, sin horarios a donde me lleve y entregándole todo mi corazón, estos días estuve conversando con El—,sonreí

—Puedes pensar que estoy loco—, sigue sigue dijo ella

Pero si, hablo con El como si estuviera hablando contigo, y mientras hablaba con El te conocí, no era una conversación normal en cierto punto me sentí hasta culpable porque creí estar reclamando algo y a la verdad yo no soy merecedor de nada, pero estoy muy contento porque creo que—, mi voz temblaba— mejor dicho tenia una petición ante El y creo que ha sido contestada.

—De que me estas hablando—, dijo ella mirándome confusa pero en total atención

—Desde aquella noche, he sentido una conexión contigo inexplicable sin haberte visto o conocido del todo ya te sentía para mi—, exprese

—No puedo creer lo que me estas diciendo—, me dijo mientras fruncía el ceño

—Mira yo se que puede ser muy pronto pero por lo menos te pido que me des una oportunidad de conocerte—, ¿una oportunidad de que?—dijo ella

—Quisiera conocerte mejor no he dejado de pensar en ti, estos días y si, si es muy pronto para decirte todo esto pero me siento mucho mejor si te lo digo

—Ya no digas mas—, dijo ella

—Pero...

—No hables y se alejo un poco—, su cara era como un poco pálida

—solo quería decirt...

—Yaneth, ven acá—,le dijo una de las hermanas—mi mama dice que ya vallamos a comer

—Daneth el es Jei, Jei ella es Daneth

—Mucho gusto un placer, ven a comer con nosotros papa llego hace un momento le encantara conocerte—dijo

—Sentado a la mesa con toda su familia y disfrutando de una buena carne asada, el papa de Yaneth hablaba de sus experiencias y aventuras como cazador y el talento que tenia en esa área, a la verdad yo nunca he sido cazador señor Esmith pero encantado de acompañarle un día de estos—, dije

—¡Claro que si! ¿y como te llamas muchacho?—, dijo el señor Esmith

—Porque estas acá y sabemos que eres amigo de Yaneth pero ella aun no te presenta con nosotros—, dijo con una sonrisa mostrando sus dientes

—¡Oh! mi nombre es Jei un placer—dije

—Bienvenido a la familia Jei—dijo abriendo sus brazos

—Me había caído muy bien el Señor Esmith, y aunque el decía bienvenido a la familia yo me sentía mas lejos de la familia, había estado en esa mesa comiendo con ellos alrededor de una hora y toda esa hora, no conseguí que yaneth levantara su mirada a donde yo estaba

—Le había dicho lo que sentía ¿sera que estuvo mal? ¿sera que fue muy pronto? miles de preguntas nuevamente aturdían mi cerebro y cayo la tarde

—Ellos se fueron a casa a cambiarse porque en la noche habría una fogata, ella se fue y no se despidió de mi, pueden imaginar lo angustiado que estaba, me sentía un soldado caído

—Anzules y yo nos cambiamos en uno de los baños de aquel lugar, camisas, corbatas, pantalones y zapatos elegantes eran el oufit para esa noche

—Estando parados cerca de la llama de aquella fogata vemos el carro mazda blanco nuevamente entrando al estacionamiento, estacionaron su vehículo y al abrir las puertas bajaron aquellas hermosas muchachas, pero en especial mi yaneth, bueno aun no era mía pero así pensé

—Traía puesto un vestido blanco tan sencillo pero tan perfecto en ella, no tenia aretes, no tenia perlas o joyas pero su cabello rubio sus ojos claros como miel me tenían idiotizado al punto que mientras caminaba la miraba en cámara lenta cada paso, era ella y la hermosura de su naturaleza, era una perla salida de la mano del creador

—El evento comenzó y la llama de aquella fogata ardía fuerte, todos hablaban unos con otros pero yo aun seguía siendo ignorado por Yaneth me preguntaba ¿habrá sido tan malo lo que le dije para que me ignore toda la noche? habían muchas chicas mas pero mis ojos solos estaban puestos en ella

—Busque la manera de acercarme a ella, aunque miraba su rostro no enojado si no un tanto confuso, sin darse cuenta yo estaba a su lado, la tome por el antebrazo—, podemos hablar—dije

—No me dijo si, si o no, pero la conduje a un lugar un poco retirado para poder hablar con ella

—¿Porque no me has hablado en todo el día?

—Mira si es por lo que dije discúlpame, pero tenia que decirte lo que siento hacia ti, dame una oportunidad para conocerte—dije mientras ella me miraba fijamente con ojitos tiernos

—Eres mejor de lo que podría llegar a imaginar, mira se que no tengo dinero, se que soy extranjero, se que tal ves muchas personas pueden llegar a hablar mal de mi por mi nacionalidad pero Amo a Dios y aquella noche que hablaba con el y te conocí—, callate dijo

—Callate ya no hables mas—, dijo con sus ojos un tanto llorosos

—Yaneth lo que te digo es ciert—, te dije que ya no me digas mas por favor

—Empezó a caminar hacia donde estaba el auto de ellos estacionado—, Yaneth pero que sucede, ¿dime que pasa?

—Que me dejes en paz—, dijo y siguió caminando hasta encerrarse en el auto

—Me senté en un bordillo de la cera y la estuve observando dentro de su auto, ¿porque había reaccionado de esa manera?

—Levantando la mirada al cielo expreso—, Dios mio ¿porque? esto que siento ¿no proviene de ti? ¿estoy equivocado y aquella noche solo fue una casualidad?—, No era que moría de amor, era algo inexplicable que me llenaba de seguridad, al verla a ella sentí que si en este mundo había una alma compatible con la mía tenia que ser la de ella