Martes, 20 de diciembre de 2022.
03:22 horas.
Keaton estaba velando por el sueño de Ruby. Estaba sentado en la esquina de la cama, viendo que todo estuviera bien con su chica.
Bzz... Bzz...
El mensaje era de su hermano mayor.
Marcus en tanga☠️:
Estoy en el medio de sus departamentos. ¿Dónde estás?
Inmediatamente salió a abrirle y efectivamente su hermano estaba en el medio de ambos departamentos. Le hizo señas para que entrara sin hacer ruido.
—¿Qué pasó aquí? —pregunto con seriedad al ver casi todo destruido.
—Después se lo compenso, aunque no me quiere ver —agarro aire —Necesito que mates al presidente —Marcus se sentó en una silla.
—¿No me digas que el presidente de Las Bahamas hizo esto?
—No sé muy bien de qué va, pero ese tipo está casado con Elsie —informo y su hermano lo miro examinando todo el lugar —Hoy mate a unos de sus hombres que estaban aquí. El imbécil se atrevió a tocarla —hizo una mueca —No se a quien más encargarle esto, Marcus. No puedo dejarla sola por ir a cargarme a ese imbécil. Esa perra puede mandar a alguien más —se refería a la madre de Ruby —Y no sé que es lo que quiere.
—Dejamelo a mí, hermanito —le puso una mano en el hombro —Y disculpa la tardanza, fue lo más rápido que pudo venir —Keaton asintio con la cabeza en señal de que estaba bien —Y deberías decirle a Ruby que se cuide, hermano, por el tema de su enfermedad, esto puede causar que le dé taqui cardia y... —se detuvo al ver a Ruby detrás de Keaton.
—Ya lo sé, Marcus, pero no encuentro como decirle de su enfermedad sin que... —se detuvo al ver a su hermano señalar detrás de él. Keaton se volteo teniendo que Ruby los hubiera escuchado y efectivamente ahí estaba Ruby.
—Esto es increíble —susurro mirándolos a los dos.
—Keaton, yo me voy, y perdóname por esto —Keaton asintio a sus palabras, temeroso por lo que se podía venir. Marcus salió sin decir otra palabra —Ruby yo... —dijo al encontrarse solo con ella sin saber que decir exactamente.
—Vaya... —ella se acercó hasta ponerse frente a él —¿Desde cuándo lo sabes? —sus ojos picaron, no sabía que dolía más si que Keaton sabía de su enfermedad, que no le había dicho nada o que Keaton no se enteró por la boca de ella —¿Desde cuándo lo sabes? —no hubo respuesta —¡Maldición, habla! —unas lágrimas bajaron de sus mejillas.
Él se mordió la mejilla antes de responder.
—Desde el día que estuvimos juntos, ese día antes de irme a trabajar recibiste mensajes de un número desconocido era tu cardióloga y...
—¿Revisaste mi teléfono?
—Ruby no era mi intención, me preguntaba quién te llamaba y muchas cosas pasaron por mi mente, tú sabes cómo me pongo cuando se trata de ti.
—¡No es excusa Keaton! ¡Debiste decírmelo! —le dió un golpe en el pecho —¿Por qué estás conmigo? —su voz salió quebrada.
—Ruby yo...
—¡¿Por qué estás conmigo?! —no hubo respuesta. Aún no estaba listo para decirle que la amaba y le partía el alma verla en ese estado —Entonces, ¿Por qué decidiste coger conmigo? —él se mordió la mejilla y ella río con amargura —Entonces... ¿Fue por lástima?
—¿Qué? Ruby, no.
—¿Entonces?
—Ruby, yo te adoro, lo sabes —intento acercarse y Ruby se alejo poniendo una separación entre ellos.
—Ese es el problema —se paso las manos por el rostro limpiándose las lágrimas, sin embargo seguían saliendo más de aquellos ojos a los que tanto Keaton amaba —Tú... —agarro aire, buscando poder decirle todo lo que quería decirle —Tú sabías cuan cerrada me encontraba yo en el amor y aún así en menos de un mes siento de todo por ti, quizás siempre lo sentí y me negaba, quien sabe —Keaton nuevamente intento acercarse y Ruby volvió a poner espacio entre ellos —Tú me adoras, pero yo te amo... —y se derrumbó, su llanto la abordo —Vete...
—Ruby...
—¡No quiero volver a verte! —se llevo una mano al pecho —Vete, por favor. No quiero... No quiero tenerte aquí... Yo sé... Ahora se que no tienes ningún sentimiento por mi más que de mejores amigos y un buen sexo que manteniamos... Si es que lo considerabas bueno... —él intento tocarla y ella le tiró un puñetazo en el rostro y salió corriendo a su habitación, dónde se encerró.
☃️☃️☃️
02:43 horas.
Keaton no se había movido del departamento de Ruby y ella no había salido de su habitación en ningún momento. Tenía las manos en la cabeza para cuando la escucho salir. La vio vestida con un leggin negro, un suéter a cuello gris y tennis negros, no tenía maquillaje, ni se había peinado, llevaba un pequeño bandolero y su cabello recogido en una cola alta.
—¡Ruby! —él la abrazo, se sentía desesperado y peor fue ver que ella no le correspondió.
—Voy a salir —lo alejo —Cuando vuelva espero no tenerte aquí —Ruby se acercó a la puerta de entrada y desapareció de su vista y Keaton nunca en su vida se sintió dan desdichado, tan roto y tan solo.
Ruby encendió su carro y se perdió entre las calles de Nassau hasta llegar a aquel ambulatorio al que acudía cuando se sentía mal. Tenía taqui cardia, su pecho dolía, pero no tanto como lo que sentía cuando se veía, veía ese diciembre que parecía iba a ser el mejor de todos porque iniciaría una relación con Keaton, con él sentía esa chispa que la hacía sentir llena, Keaton era su mejor amigo, ahora era su todo, su hombre, su media naranja, lo que complementa su alma volviendola una sola. Bien dicen que en un mes pueden hacerte llegar a las estrellas, y Ruby sintió eso con Keaton. Él solo verlo, ver sus atenciones la ponía contenta, hacia que sus mejillas se moviera solas marcando sus hojuelos y que sus labios sonrieron cómo boba. Se había enamorado de Keaton, ella lo aceptaba, nunca lo imagino, pero así era, se había enamorado de su mejor amiga y le dolía... Dolía más que cualquier raspón, cualquier maltrato que recibió de su madre de pequeña, más que las faltas de Victor por querer protegerla de sus negocios ilícitos, más que cuando casi la violan a sus 15 años, más que todo lo que le haya ocasionado dolor en su vida.
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Editado: 22.12.2022