Seremos Estrellas

★ CAPÍTULO 21 ★

PATRICK

Después de aquella confesión de Olivia, sentí como mi corazón dejo de latir en ese momento. La habían lastimado, la habían pegado, la habían…

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas, mientras yo me mantenía quieto en mi cama recostado boca arriba tratando de procesar todo.

Pude notar todos los indicios que dio, aquellas reacciones que me hizo pensar que la habían tratado mal en algún momento de su vida, pero jamás pensé que fue a causa de alguien que ella amo.

Podía ver el dolor en sus ojos, el sufrimiento de cada día. Me sentía impotente, enojado, pero no podía seguir sintiéndome así, ya cada vez la cabeza me volvía a doler.

Ya me estaba preocupando porque siempre tenía estos síntomas, pero recordé lo de la anemia y eso me relajo.

Quería hacer algo para Olivia, quería hacerla sentir mejor, tal vez no bien, porque no puedes hacer bien a una persona de la noche a la mañana, pero necesitaba intentarlo. Necesitaba ver aquella sonrisa escondida en una parte de ella.

Recuerdo lo de las Perseidas, solo era cuestión de días para que suceda, recuerdo cuando Olivia me dijo que siempre quiso ver una de ellas, quiero cumplir cada deseo que ella tiene, quiero verla sonreír, quiero ver las estrellas en sus ojos todos los días.

No podía dormir después de tantas cosas, eran ya las 5:15 de la mañana, me levanto de la cama para ir a la cocina por un vaso de agua, bajo las escaleras muy despacio para no despertar a Mike, ingreso a la cocina, alcanzo un vaso y lo lleno, mientras bebía, veía algo en la sala, a alguien sentado en el sofá, me acerco un poco para poder ver mejor, pero me quedo inmóvil al ver quien era.

Era mi padre.

Simplemente podía ver su silueta, la oscuridad no dejaba ver su rostro, pero sabia que era él, el voltea y me ve. Su mirada me dejo helado, el vaso que llevaba conmigo cae al suelo, haciendo que se escuche en toda la casa, hasta que alguien enciende las luces, volteo a ver, y era mi hermano, pero cuando vuelvo la vista hacia el sofá, ya no había nadie.

—¿Qué sucede Patrick! —dice mi hermano.

Sabía que, si le decía, no me iba a creer, definitivamente estaba alucinando, esto no podía ser real, nada de esto podía ser real.

—Patrick…—se acerca a mi Mike, yo no reaccionaba y me toma de los hombros.

Lo único que hago es huir de ahí, voy hacia las escaleras corriendo rápidamente y cierro la puerta de mi habitación antes de que Mike venga. Al parecer el no hace nada, sabe que podíamos volver a discutir, y eso era algo de lo que ya estaba harto.

Se siento en la puerta, trato de entender el caos que hay en mi cabeza, por dentro algo no estaba bien, pero sabía que no podía callar por mucho tiempo.

★ ★ ★

Me alistaba para ir al café, necesitaba distraerme después de lo que paso hace unas horas, pensé simplemente que era un sueño, pero en la mañana Mike me pregunto que era lo que había pasado, simplemente lo evadí, y salí de casa.

Tome el autobús como siempre, y baje en el lugar de siempre, cruce la calle y fui directo al café.

Mientras limpiaba las mesas me quede mirando por la vitrina hacia la calle, pensando en todo lo que había pasado en estos meses, desde que conocía a Olivia, hasta la verdad sobre mi padre. Todo esto era como una locura, pero deje en pensar, porque la cabeza empezó a darme vueltas, empecé a perder la estabilidad, trate de sostenerme de la mesa, pero me fue imposible, trate de caminar hacia el mostrador para coger mi móvil y llamar a Mike, pero resbale y caí. Esta vez caí fuerte, que por un momento un recuerdo volvió a mí, era de Olivia, de nosotros, en un lugar muy distinto, pero que me era familiar.

Escucho que la puerta del café se abre, y veo a Mike, mientras una lagrima recorre mi rostro.

—¡Patrick! —se acerca hasta a mí, y me levanta, yo no reaccionaba, mi conciencia era la única que podía hablar por mí.

Después de eso caí en un profundo sueño, aunque no me había dado cuenta que estaba en uno desde hace mucho.

★ ★ ★

Desperté de nuevo en el hospital, definitivamente ya estaba comenzando a odiar este lugar. Veo que mi brazo esta lleno de agujas, y tengo algunas cosas pegadas en el pecho. Trato de levantarme porque empecé a sentir un poco de miedo, pero mi hermano me detiene cuando me ve.

—Patrick, no puedes levantarte. —dice.

—No debo estar aquí Mike, no puedo, no lo soporto. —trato de levantarme.

—Patrick, mírame. —dirijo mi mirada a él—, algo no esta bien contigo.

Eso me dejo atónito, sin entender que era lo que pasaba conmigo, pero luego volví a caer en un sueño.

Caía entre sueños, y que cada vez se volvían realidad, pero que al final solo eran sueños, que solo pasaban en mi cabeza.

★ ★ ★

Nuevamente desperté, pero esta vez en mi habitación, como si nada hubiera pasado. Ya no tenia nada en mi brazo, ninguna aguja, y nada pegado en el pecho. Me dirijo hacia la sala, para poder encontrar a mi hermano, él se encuentra tomando una taza de café mientras lee el periódico, esto era raro ya que el nunca leía el periódico.

—¿Mike…? —me dirijo a él y reacciona cuando me ve.

—¡Patrick! ¿Te sientes mejor? —dice y eso me hace dudar, hace unas horas estaba en el hospital o ¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Eh… bien… eso creo… —dije y sentí una punzada en el corazón, era la primera vez que lo sentía.

—Me alegro, el doctor dijo que simplemente que fue por la anemia.

¿la anemia? Esto ya no era eso.

Simplemente me alejé de ahí y fui a mi habitación. Veo en mi móvil, y me doy cuenta que ya es lunes, eso significaba que debía ir a la universidad. ¿Entonces me había dormido todo un día?

Sacudí la cabeza negando y fui directo a tomar un baño, lo necesitaba. Ya adentro traté de que el agua fría se llevara esos pensamientos que no me dejaban tranquilo, que cada vez me hacia sentir pesado y cansado.




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