Seremos Estrellas

★ CAPÍTULO 25 ★

CAPITULO FINAL

PATRICK

Desperté luego de varios días, me sentía cansado y algo confundido y tenia la esperanza de que todo fuera un sueño, pero luego siento algo en mi cabeza; llevaba una venda en la cabeza, trato de buscar con mi mirada quien se encontraba en la habitación, hasta que veo a mi hermano y mi madre.

—¡Patrick! —mi hermano se acerca a mi a abrazarme y mi madre lo sigue.

—¿Cuánto tiempo dormí? —pregunté intrigado.

—Llevabas una semana dormido, luego de la cirugía, el doctor dijo que podría ver una consecuencia porque el tumor estaba en una parte de tu cerebro que es difícil de llegar, y que podías no volver abrir los ojos.

Eso me dejo perplejo, no podía creer, que por un momento pude haber muerto.

—¿Patrick…? —mi madre se acerca y no pienso evitarla, no puedo.

Después de Olivia, puede entender muchas que cuando ella estaba en vida no las entendí, sentí que su alma había vuelto a mi para poder entender todo lo que un día me dijo y eso me hizo sentir feliz por un momento.

Solo me acerque a ella y la abrace, hace mucho que no abrazaba a mi madre, y se sintió como estar en casa, cuando papá todavía estaba.

—Por un momento pensé que iba a perderte, como a tu padre. —dice y su voz se rompe y llora conmigo.

—Perdóname mamá, he sido un imbécil al no entenderte. —digo mientras me culpo a mí mismo.

—No Patrick, yo tuve la culpa, no pensé en tu dolor, no entendía tu dolor, todos llevamos el dolor de distintas formas y yo no supe cual era la tuya. Perdóname hijo —dice mientras me acaricia la cabeza como cuando era un niño.

—Te extrañe mucho mamá. —digo y la abrazo más fuerte.

—Yo más hijo mío.

Después de todo esto mi madre no se separo de mi en ningún momento, me dijo que ella quería decirme lo de su embarazo desde hace tiempo, pero como yo no quise saber nada de ella, recién pude enterarme. Me sentí feliz que mi madre estaba siendo feliz, y recordé las palabras de Olivia: «Si tu eres feliz, yo también lo seré, desde cualquier lugar donde me encuentre»

Me dijeron que tenia que estar por un buen tiempo en el hospital, así que solo me quedo aceptar, Jake vino a visitarme y eso me alegro mucho más.

—¿Cómo te encuentras amigo? —dice y se acerca a abrazarme.

—Un poco mejor; ya no me duele la cabeza, y no tengo ningún síntoma. Pero tendré que quedarme aquí por mucho tiempo.

—Guao, ¿por eso eran las alucinaciones?

—¿Tú lo sabias? —pregunte.

—Sí, porque te comportabas raro.

¿Raro?

—Y acaso… —no termino lo que quería decir, porque alguien mas entra a la habitación.

Es Estefany.

—¿Cómo te encuentras? —dice mientras se acerca.

—Mejor, pero… —no sabia como preguntar esto, Olivia era su mejor amiga, así que me supongo que ella le dolía hablar de ella.

—La viste a ella ¿no? —me dice con una leve sonrisa.

—Sí… pero… en mi cabeza todo es confuso todavía. —digo mientras trato de recordar, pero en normal luego de la operación

—Ella falleció hace 4 meses. —dice mientras toma asiento a mi lado— Ella dejo un sobre con una carta y dinero para que vinieras a Madrid el día que ella murió. Jean fue quien la asesino. —dice y veo como una lagrima cae por su mejilla y Jake posa su mano en el hombro de ella para que sea fuerte—. Ella te quería mas que su propia vida, Patrick.

Me es doloroso verla así; me acerco a ella para abrazarla y la escucho llorar. Ella también necesitaba de Olivia, todos necesitábamos de ella, al menos un poco.

—Te juro Estef, que algún día, ese tipo pagará por todo lo que hizo. —no quería soltarla porque sabia como se sentía. Vacía; Olivia había dejado eso en nosotros, como si ella fuera la pieza del rompecabezas que somos nosotros.

Pasaron las semanas, los días, las horas, los minutos, los segundos, y sentía que todo iba ahora más lento, empezó siendo doloroso, pero con el tiempo esa herida sanó.

Cuando volví a trabajar con mi hermano, ya nada era igual, cuando cerraba el café y la lluvia llegaba, me recordaba a ella. A pesar de que todo fue una alucinación, se sintió muy real, mas que los propios recuerdos que tenía con ella.

Ella se había ido, y se llevo consigo todo de mí, hasta mi corazón. Pero sabía que a ella no le gustaría que yo me encontrara así. Volví a la universidad a seguir con mis estudios, con la carrera que quería cumplir, y con la cual iba a pagar la persona que le hizo daño a ella.

 

1 AÑO DESPUÉS

Venia saliendo de la cafetería de noche; hoy mucha gente estaba reunida en los parques y azoteas para presenciar algo muy hermoso que siempre me recordara a ella. Las Perseidas.

Mientras caminaba a casa podía ver en cielo adornada de estrellas, era tan magnifico e impresiónate de admirar. Iba seguir mi camino, pero veo la primera estrella fugaz, ¿ella había sido fugaz?

De pronto mas estrellas empezaban a caer, y me quede impactado mirando el cielo y admirándolo; esto me hacia estar mas cerca de ella, tocando las estrellas.

Ella me hacia tocar las estrellas, ella me llevaba a las estrellas, ella era mi estrella.

Extrañaba cada parte de ella, pero sabia que la tenia cerca cada vez que miraba las estrellas. Pronto el cielo estaba iluminado de perseidas, y veía a la gente como se emocionaba, a las familias compartiendo un momento único, a las parejas pidiendo un deseo.

Un deseo.

Mi deseo ya se había cumplido, ella ya era una estrella, y con eso pude seguir mi camino, hasta llegar a casa. Fui directo a mi habitación sin decir nada, dejé la mochila en la cama y fui hacia la ventana para tener una mejor vista al cielo. Había dos estrellas en el cielo, las dos brillaban con la misma intensidad y sabia quienes eran. Ellos me acompañaban en mis noches oscuras, y velaban por mi cada noche. Eso me hizo sentir protegido, y todo lo que ella había dicho tenía razón.




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