LXXI

NOAH

-¡Nueva York! esta navidad que viene va ser un caos- grita Oneday feliz.

¡Nueva York! esta navidad voy a repartir juguetes- grito emocionado

Estamos a mediados de Noviembre y ya estoy con mucho nervios por lo que se viene. Solo ocupar ese lugar hace que tiemble mi cuerpo y emita reacciones sorpresivas.

Oneday y yo vemos el atardecer bajo el puente de Manhattan, nos encontramos para compartime una idea que tuvo.

-Voy a convertir la mansión Black en un lugar para que los ángeles vengan a entrenar- abro los ojos como sapo- es lo que mi abuelo hubiera querido en algún momento – menciona – además que puedo hacer, seré alguien que pertenece a ese mundo pero no tiene nada que más ofrecer.

Niego….

-Tienes todo Oneday, la tienda- ella también niega interrumpiéndome.

-No Noah. Ya no quiero la tienda, lo entendí cuando te vi maravillado con los juguetes que se estaban colocando en las estanterías el otro día. Más bien supe que esta nueva juguetería tiene al dueño perfecto y que ya no tengo que aferrame a un pasado.

-Y quien la va administrar cuando yo no pueda recuerdas soy el nueva santa- se ríe cálidamente. Pone una mano en mi mejilla.

-¿Quién más va hacer Noah?, ¿Quién conoce de juguetes?, Quién sabe del mundo mágico y – me susurra en el oído – Quien fue perdonado- se levanta y sonríe para alejarse y he ir una librería que está abierta.

-Chispitas- alzo mi voz para que me oiga cuando está a pasos de entrar. Me regresa a ver y me giña el ojo.

Solo sonrió, porque es lo único que puedo hacer. Piso varios hojas de lo que un día fue otoño y también entro a la librería y veo a Thomas, Francis, Jack y mi hermana Sara para hablar de una presentación que se va realizar Francis para las festividades.