LVIII

Arcángel

-Como que tu hermano te va a desterrar.

-No le gusta que gobierne- lo pienso y digo - Diurna, voy a darle los cielos y le pediré que nos deje vivir en paz como seres humanos.

-¡Que!, ¿Estás seguro?, no querías que gobierne Diocles.

-Claro amor pero todavía es muy joven.

-¡Arcángel!- grita y desaparezco frente a mi amada esposa por arte de magia.

-¡Hermanito, Hermanito! - veo a Euphoria con una espada ensangrentada en sus manos.

Me levanto y le empujo contra la pared.

-¿Qué es este lugar?

-Donde los ángeles pueden caminar, fuera del cielo. Tranquilo porque aquí no pasan los simples mortales. Es un lugar poco trascurrido.

-Esto construiste sin mi permiso, como te atreves- le grito. Estoy muy enojado.

-Me atrevo porque tengo todo el derecho Arcángel. Estoy harto de verte gobernar, yo merecía ese trono, yoooo – me grita y me escupe, le suelto de la pared y cae al suelo, se incorpora.

-Mate a tus sirvientes y amigos- mi enojo está muy elevado.

-Que acabas de hacer. ¿Porque?  Ellos no tienen la culpa de nada. Eres mi hermano.

-Porque soy tú hermano trato de hacer lo correcto.

Me acerco a él y le doy una bofetada. Él se abalanza contra mí y trata de ahorcarme.

-La única manera de matar a un ángel es cortándole la cabeza.

-Dejadme adivinar tu tuviste que ver con la muerte de los padre de mi esposa-se ríe.

-Si, adivinaste. Yo fui. Tenían miedo, no querían morir, yo les manipule para que dijeran que no a la inmortalidad además tu esposa nunca puede convertirse en ser  inmortal, yo no lo voy a permitir, no hare que una humana este a los cielos para gobernar.

Me apunta la espada en mi cuello y este comienza a desangrarse.

-Aléjate de él- grita una voz desconocida. El hombre empuja a mi hermano contra el césped y este se golpea la cabeza pero reacciona de inmediato yo me levanto y hago una ráfaga de viento y a la vez comienza a llover.

-Para esto - me dice- no lo hago y le sigo azotando - si no lo haces matare a tu familia.

Mi familia aparece de la nada alado de él, Diurna está abrazando a nuestros hijos y veo a Diocles que me mira de reojo.

-Papa- grita Artemis. Aparece una sonrisa en Euphoria. Cuando estoy a punto de acercarme, el me detiene.

-Alto ahí, ellos no te recuerdan. Les borre la memoria mientras tú estabas peleando conmigo- mi corazón se deteriora y siento un vacío, odio, ganas de gritar. Veo que nadie se mueve y Euphoria parece confundido.

-¿Qué pasa? – porque detuviste el tiempo. Tú no puedes hacerlo – me señala pero yo no reacciono porque estoy sufriendo en este momento.

-Yo lo hice- escucho la voz desconocida-entrégale a su familia.

-No sé cómo lo hiciste, ni se quién eres pero es mejor que te marches- le grita.

-No lo hare- grito con todas mi fuerzas y hago que los cielo truenen y caigan los rayos hacia mi hermano, el desconocido mueve  a mi familia y el bloqueo es inmediato no puedo correr hacia ellos una pared de cristal me lo prohíbe.

-Nadie puede cruzar esta pared- dice la joven ángel llamada Ava.

-Sabía que tú no eras fiar- le digo.

-Nunca lo fui- me sonríe maliciosamente.

-Se encuentra bien señor  Euphoria- le pregunta al desgraciado de mi hermano.

-Claro, cariño. Démosle lo que se merece a mi hermano.

El desconocido y yo caemos inconscientes al suelo.

Un mes después

-¡Despierta! ¡Despierta!- me dice una voz femenina. Despierto y me levanto asustado.

No reconozco el lugar.

-¿Dónde estoy?- pregunto alterado.

-En algún lugar del mundo. Hermosas alas por cierto- regreso a ver mis alas y son negras eso quiere decir que estoy desterrado por siempre.

-Nooooo- grito lagrimeando.-Mi familia mis hijos, esto es injusto.

Diurna

-Acepto- digo con amargura y  rasgando las palabras de mi boca. Lo siento Arcángel, perdóname.

-Acepto- pone su mano en mi espalda-Ahora cariño vamos con nuestros hijos que nos están esperando.

-Ellos nunca serán tu hijos, mejor cállate, ¿cómo pudiste?- se me parte el alma.

-Deberías agradecerme que te regrese tus recuerdos. Pero ahora que veo tu odio hacia mí, me estoy arrepintiendo.