Han pasado dos semanas. No como, no duermo.
Cuando estamos en la escuela pasas de mí.
Mi psicólogo dice que es un progreso, al menos así no me dañas.
Hoy cuando fui al baño en clase de historia, te encontrabas tu y Ashley junto a la puerta. Creí que no me notarían, pero no fue así; Ashley me jaló del cabello, me golpeo la barriga y me abofeteó varias veces.
Cuando logré pasar de ustedes, entre en un pequeño cubículo. Tome el cuter de mi mochila.
Emma.