La primera vez que te vi sentí la armonía de todos tus elementos,
tus ojos infinitos se volvieron mi centro de interés.
Por fuera intentabas demostrar que eras azul,
pero entonces te conocí mi loco, apasionado y sentimental rojo.
Conocía muy bien tu composición: tu color, tu movimiento, tu orden, tu simetría, tu unidad y tu variedad.
Notaba como intentabas difuminar tu adolorido corazón con mentiras
con tal de encajar,
pero sólo lograbas quedar degradado, ¿Acaso existen mentiras perfectas?
Intentamos que el espacio entre nosotros exista, pero nos fue imposible.
Eramos el equilibrio imperfecto.
Eras la figura y yo el fondo.
Le dabas forma a mis sentimientos y luz a mi vida.
Mi plano se reducía sólo a ti.
El ritmo en ti se encontraba hasta en tus parpadeos.
Antes de ti la vida era una línea recta sin variaciones,
Mi artista, ¿Qué has hecho con esa línea?
Cambiaste mi perspectiva,
gracias por mostrarme los colores.
-S.M Doufor.