Si es contigo acepto

Capítulo 20

Bouquet.

Desanimada, cierro la puerta. Dejo las llaves a un lado del mueble que está en la entrada.

No debo pensar mal de Rob… pero es que, nosotros almorzábamos juntos, pensé que él estaba en casa a esta hora. Pero ya veo que no. Él llegaba a la misma hora que yo.

Decido darme una ducha rápida. No quiero que Rob llegue y me encuentre así de sudada, sería terrible. Aunque, verlo a él sudado sería…

» ¡Calma tus hormonas, Bouquet! ¿Dónde ha quedado tu dignidad? «

Esto, no tiene nada que ver con la dignidad, conciencia. 

Salgo de la ducha y me envuelvo en una toalla grande de color blanco y me pongo las pantuflas. Estoy a punto de agarrar la bata de color azul marino de Rob, pero… no. Camino hasta la sala para ver el reloj que cuelga en la pared de la cocina. Ya van a ser las tres de la tarde y Rob… ni sus luces.

Bien, esto ya no me está gustando.

» Mi conciencia ríe. ¿Celosa? «

¿Yo? Por supuesto que no. Estoy preocupada, que es diferente.

Hoy es viernes, Rob debió haber llegado a medio día. ¿Por qué no llega?

Bien, veamos… “Instrucciones” dice la caja de polvo.

Número 1: vaciar el contenido en un recipiente

¿Nada más? Ésta caja debería especificar, no lo sé… ¿recipiente de qué? ¿de plástico, de vidrio, de porcelana? Se supone que debería ser fácil para una persona que recién está entrando en el mundo de la repostería, como yo, entender al pie de la letra lo que dice la bendita caja. Hablaré con Phill… no debería pedir estos productos.

¡El colmo! Bueno, ¿acaso hicieron ésta caja a prueba de clientes o qué? ¡no puedo abrirla! Forcejeo un poco. Nada. Ya me cansé. Abro el cajón que tiene el mueble donde se guardan los platos. Allí debe haber algo que me ayude a abrir esta caja.

¡Bingo! Tijeras. Como sea incrusto la punta de las tijeras, rompiendo la maldita caja, cuando de pronto, sale volando un paquete rellenito de color plateado, éste cae al piso.

Me inclino recogerlo.

—¿qué estás haciendo?

Doy un brinco en mi sitio al ver a Rob ahí, frente a mí. ¿Cuándo entró al departamento?

—Rob…—logro pronunciar. Necesito calmarme, éste hombre es demasiado guapo, deberían arrestar a sus padres por procrear un hijo así de sexy

—vaya—sonríe a penas—no esperaba verte tan temprano aquí—se da la vuelta y se despoja de su saco gris, quedando solo en su camisa blanca de mangas largas

Escondo los restos de la caja, detrás de mi espalda—¿cómo te fue en el trabajo?—indago ¿por qué habrá llegado tarde?

Vuelve a mirarme, sorprendido y… con una pizca de alegría en sus ojos. ¿Qué pasó?

—¿por qué me hablas?—pregunta mientras se me acerca—pensé que querías poner distancia

—ese fuiste tú—se detiene al escuchar mi respuesta—dijiste que no querías enamorarte de mi

» Bouquet, eres un animal. Phill te dice que le digas que lo quieres y tú le recuerdas lo que te dijo hace una semana. Estúpida. «

Cuando me doy cuenta veo que sus ojos están sobre mi cuerpo, observándome, comiéndome con la mirada. ¿Pero…?

Me miro ¡Oh! ¡Solo traigo una toalla! Y lo que me cubre es apenas… lo demás está a la imaginación.

Creo que se da cuenta que me incomoda su mirada. Rob, carraspea y va a sentarse en el sofá de la sala—¿por qué llegaste temprano?

¡El polvo! Digo… la preparación de su biscocho. Oh, diablos… ahora tendré que esconder el contenido. Rápidamente me agacho, recojo el paquete plateado y lo pongo dentro de la caja.

—¿entonces?—lo escucho decir. Me pongo de pie

—Phill cerrará temprano—me excuso

Enciende la televisión

—¿ya almorzaste?

—aún no

Aprovecho que Rob está entretenido observando un programa de fútbol. Escondo lo que me dio Phill, en el mismo cajón donde están las tijeras.

—te prepararé algo—se levanta y llega hasta mí. Me recorre con la mirada, nuevamente. Okay, ya debe dejar de mirarme de esa forma… tan sensual—te ves muy bonita—cierro los ojos, al sentir su suave tacto en mi mejilla y luego, deposita un beso en ésta. Dios… Rob, es perfecto ¿Cómo no enamorarme de él?

—solo traigo una toalla puesta, Rob—a penas y puedo pronunciar palabras

—sin ella, te verías aún más bonita—ahora su voz es más grave. Ahora yo lo diré ¡él me está provocando!

—Robert—me quejo al abrir los ojos. Subo mis dos manos a su pecho… Hay no, mala idea. No debo tocarlo

Sus brazos me rodean—hazme un favor—da un beso en mi frente—ve a cambiarte o no me controlaré

Mi rostro está escarlata, lo sé. Rob… ¿podrá sentir algo más por mí? ¿Qué no sea amistad?

Cuando llego a la habitación me cambio lo más rápido que puedo. Me deslizo en unos jeans celestes pitillo y una remera blanca un poco suelta. Seco mi cabello y lo dejo suelto, por último me coloco las balerinas que Rob me dio el segundo día que lo conocí.

—ya estoy aquí—le digo cuando llego a su lado. ¿Tanto me demoré? Rob, ya está sirviendo sopa de fideos y verduras, en dos platos

—¿te molesta si comemos viendo televisión?—pregunta suavemente

—no para nada—niego—te ayudo—me ofrezco

En unos minutos, estamos sentados comiendo, frente a la televisión, nada interesante está dando allí. Observo a Rob, quien está en el sofá largo, y yo… en el individual, tenía la esperanza que él me dijera ‘Ven, siéntate a mi lado’ pero no lo hizo.

Pero eso es un detalle, no voy a ponerme mal por eso. Phill, me aconsejó que le dijera mis sentimientos a Rob, lo haré. Ya pasó esa época de ‘solo los hombres se pueden declarar’. Yo…. Yo soy valiente.

» ¡Hay por favor! ¡Otro chiste! «

Ríe mi conciencia. Últimamente, mucho le gusta burlarse.

—Viviana… tengo algo que decirte

—yo también—dejo el plato en la mesita de vidrio que está en medio de la sala—tengo algo que decirte

—¿así? ¿qué es?



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En el texto hay: comediaromantica, romance, amor y humor

Editado: 05.07.2022

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