Manuel
— Mamá ¿Que harías si fueras novia de un chico solo por no hacerlo sentir mal?
—¿Estás saliendo con alguien en esas condiciones?— asentí— sabes que esto es muy delicado, estás jugando con ella. ¿Puedo saber quién es?— realmente no quería que ella se enteraran de ese juego sucio hacía mi mejor amiga pero terminé contándole como fué.
—Solamente debes decirle la verdad, aunque créeme, estoy segura de que té odiara pero es lo mejor. No tienes que seguir el juego, lo único que harás es lastimarla— me dijo eso y sin más nos dirigimos al comedor para disfrutar de comida china.
Esa tarde decidí no salir. Quería meditar todos mis problemas con tranquilidad.
Alma
Todos me esperaban muy felices en casa. Por primera vez en mi vida pude apreciar con delicadeza la felicidad de mi madre. Nunca en los años anteriores había reflejado tanta felicidad. Aún no podía creer que debía dejar la ciudad mañana mismo cuando apenas me estaba acoplando. Salí al patio de mi casa cuando llegó Mariano. Lo había invitado para poder despedirme de el ya que no asistiría al colegio hasta que pasara un mes completo. Estuvimos jugando ajedrez por dos horas después el se fué y yo subí a mi cuarto para descansar.
°°°
Ya hacía una hora que me encontraba en el avión . Todo era muy cómodo solo viajaba yo y otra chica que al igual resultó ser la mejor de su colegio. Ambas estuvimos muy serias hasta que porfin llegamos a nuestro destino. Todo lo que resta del mes tendríamos que compartir habitación, algo que fue muy molesto especialmente para mi aunque al paso de los días ella y yo nos hicimos muy amigas. El colegio era súper bueno, los alumnos solían ser de alto rango, todos te trataban super bien, así que no podríamos tener absolutamente nada de quejas hacía ellos. Durante las mañanas asistiamos al colegio, aprovechaba los descansos para intercambiar palabras con chic@s que no conocía. En las tardes me comunicaba con mi familia y de vez en cuando con Mariano y Sara quienes me contaban todo lo que pasaba en sus días. Regularmente los viernes y sábados en la noche nos íbamos de fiesta. Los fines de semana salíamos ir a paseos con algunos chicos que conocimos allá y se hicieron nuestros amigos. Deseaba que estos días no acabarán y que fueran para siempre pero cuando menos imaginé ya me encontraba en un avión de regresó a casa.
Manuel
Me partió la ira el no poder acercarme a Alma antes de que se fuera. Tenía mucho miedo de que se enamorará de alguien durante su estancia en Australia y finalmente decidiera quedarse allá.
Sin embargo, ya hacía un mes que no veia a Alma y me emocionaba la idea de saber que se encontraba en un avión apunto de llegar a la ciudad, como el estúpido que soy, nunca me atreví a decirle la verdad a Diana y me la pasaba a sus espaldas y a sus órdenes.
Hace algunos minutos salía de mi casa para dirigirme a la de Diana. Tendríamos una noche de películas o algo en común. Cuando llegué ella estaba ordenando pizza y comida china, aunque en realidad a mi me hubiera gustado cocinar juntos, pero ella no es asi, prefiere mil veces descansar y estar de aburrida todo el tiempo, quizá por ello nunca me llamaría la atención. Le di un beso en los labios y nos dirigimos a la sala, ahí estaba Woli el perrito que le regalé cuando cumplimos un mes de novios para que nunca se sintiera sóla, sus padres casi siempre se encontraban fuera del país y ella al ser la hija menor se tenía que quedar en compañía de su nana (quien por suerte logramos convencer para que nos dejara la noche solos)... Estuvimos viendo película tras película hasta que dieron las diez de la noche y convencí a Diana para que dejara de beber y subiera a su recamara aunque me hiciera gestos de desagradó. Me preocupaba su estado, había agarrado el vicio de tomar cervezas en casi todo momento e incluso en la escuela lo hacía a escondidas y esto era a causa de la falta de tiempo que le brindaban sus padres.
Finalmente ella se quedó dormida en el sofá mientras yo subía por una manta para cubrirla del frío. Cuando bajé se la coloqué y pensaba en irme cuando ella me nombró algo molesta dejándome muy extrañando.
—Manuel... ¿Piensas dejarme sola?—pregunto mientras notaba una lágrima en su mejilla.
— Bueno, tengo que irme mis padres deben estar preocupados pero si gustas puedo avisarles que está noche no llegaré a dormir otra vez— hacía días que pasaba las noches con Diana, sea en su casa o en un hotel. Algo que mis padres comenzaban a odiar al igual que yo.
— Por favor no lo hagamos difícil ¿Crees que no me he dado cuenta del esfuerzo que haces para estar conmigo?— la mire con lastima, sin saber que decir mientras ella comenzaba a rodar en llanto— ¿Crees que me siento bien al tener que escuchar a todos los que me dicen que tú no me quieres? Solo dime ¿Que sentirías tú al saber que solo te ocupan como objeto sexual? O escuchar de la chica que tanto quieres pedir un consejo a su madre para que se libre de ti
— Diana yo, no se, no sabía que tu estabas escuchando todo aquello— en ese momento me sentía como el peor chico del mundo al verla en su estado de destrucción— pero tú sabías que yo no estaba seguro desde un principio y lo ignoraste
— si lo sabía, pero estaba tan ciega por ti que ignore todo aquello pensando que tú también me querías... Y a eso le llamas tú ser un buen amigo, el jugar con personas y tratarlas como se te de la gana...
—Diana por favor disculpame yo...
—Vete de mi casa y no vuelvas a buscarme ni acercarte nunca más. Nuestra amistad se ha terminado. Te felicito has logrado tu objetivo—escuche hablarme mientras yo salia de ese lugar con ganas de matarme por todo lo que había provocado.
Estoy seguro que después de todo esto ella empeorará con su problema de ser alcohólica y sin pensarlo tenía que hablar con sus padres aunque quizá no encontrarían sentido en ello y pensarían que solo es un invento mio para arruinarle la vida a su hija.
Editado: 14.06.2020