Manuel
— ¿Que te pasa? ¿Por qué entras a mi recamara? Te das cuenta de que si alguien se entera de ésto nos matarán
— Tranquilo Manuel ya sabes tengo todo bajo control ¿Acaso es que no recuerdas aquellos días en los que yo entraba sin tu permiso? ¡La pasábamos tan bien...!— la interrumpí
—Por si no lo recuerdas eres tú la que me ha estado ignorando y ahora me buscas solo para pasar el rato ¿Qué pasa por tu mente Diana?— dije alejándome de ella
— Solo creí que necesitabas un poco de diversión, pero ahora que recuerdo me doy cuenta de que ya tienes con quien pasar el rato— burló fingiendo tristeza
—¿De que hablas Diana? No entiendo nada
— Aww!! Manuel no te ocultes sé perfectamente que pretendes a Alma ¿Acaso ella te niega?— respondió asercandose a mi para tocar mi pecho
— ¡Diana ya deja de involucrarte en mi vida! Eso no es asunto tuyo...
— Pero claro que es asunto mio, decidiste dejarme para acercarte a ella— interrumpió — Creeme no lograrás nada, Alma se a vuelto muy orgullosa y tú un chico tan ocupado; no creo que ella esté interesada por alguien tan amargado
— ¿Que le dijiste Diana? ¿Cómo estás tan segura de ello? — interroge mientras la tomaba los brazos
— Eso no debe importarte, lo único que puedo decirte es que la pagarás muy caro y ahora solo espero los días con ansías— soltó una sonrisa tan malvada mientras se acercaba a la puerta
—¡No lograrás nada! — sentencie y ella solo abrió la puerta para después salir, sin antes arrojar un papel hecho añicos a mi mientras yo le gritaba que no saliera por la entrada principal.
Me la pagarás muy caro, eso tenlo por seguro♣
Alma
Estaba frente al espejo admirando lo bien que me quedaba mi nuevo look, sin embargo comencé a llorar cuando observé mi abdomen más grande que el de un rinoceronte. No es exageración pero así me sentía. La alarma sonó avisando que era hora de bajar y así lo hice. No tenía ganas de desayunar y también no me sentía con ánimos para compartir auto con Sara, así que ordene a Charly para que saliéramos en ese mismo instante. Llegamos al colegio, me baje y caminé sin esperar a mis amigas debido a que no tenía buen humor. Todos los alumnos nos reunimos para recibir órdenes acerca de una excursión que sería el día lunes. Todo iba de maravilla hasta que al director se le ocurrió presentar a Sara.
— Aprovecho el momento para presentar a Una nueva integrante del colegio: ella es Sara Gómez, al parecer viene de Canadá y es la mejor amiga de Alma Collier
Debo admitir que me molestó demaciado escuchar su último comentario, ya tenía bastante con el mal humor que traía y ahora había empeorado más. Mis amigas comenzaron a reír al escuchar la presentación mientras que los otros chicos solo hacían comentarios de aquella chica perfecta. En todo el día cargué con mi soledad y al llegar la hora de salida presioné a Charly para que nos fuéramos sin Sara. Llegué a mí casa y tan pronto como pude comencé a hacer ejercicio, no estuve presente en la hora de comida ni me acerque a hablar con mi familia. Más tarde salí al parque para poder despejarme, aunque a decir verdad no lo logré, Charly era tan chismoso que ni me dejó hablar a solas con Mariano y tuvimos que soportar su presencia.
—¿Que te ocurrió hoy? Te pasaste el día alejada de todos y en clase estabas súper distraída—Pregunto Mariano muy preocupado y yo me sentí igual al imaginar que pasaría si Charly hablara de eso con mi mamá, pero inventé una sonrisa
— Nada malo, solo que no me encontraba en mis cuatro sentidos ¿Entiendes?— pregunté con aburrimiento
— No te creo, tú tienes algo que te está sacando de tu zona de confort— me sentí muy incómoda con su opinión pero lo ignoré
—Charly nos puedes traer un helado, también cómprate uno si— sonreí tratando de alejar a mi guardaespalda por un momento
—Lo siento señorita pero no puedo dejarla sola...
— No estoy sola, además no creó que me pasé algo en un minuto— sonreí haciendo que el se alejará de nosotros.
— Tu acompañante es muy difícil— dijo Mariano a lo que yo acentí— ¿Sara se está quedando en tu casa?
— Desgraciadamente sí— respondí con ganas de cambiar de tema
— ¿No te agrada?
— La detesto, es una arrimada. Mi familia está al borde por ella y a mí me han dejado al lado. Mi abuela mando a remodelar un dormitorio para ella, quedó divino; mi tío la trata tan bien, hasta la saca a pasear; Sara se lleva bien con los empleados y lo peor es que mi madre la trata como si fuera su hija, quiere que comparta mi coche con ella. ¿Te das cuenta?
— Eso es muy desafortunado para tí— dijo mientras tomaba mi mano— No dejes que ella arruiné tu espacio Alma, lo más seguro es que ella quiere hacerte sentir mal
— En eso no tengo duda y créeme que haré lo posible por arruinarle su buena fama— sentencie muy orgullosa mientras observaba llegar a Charly.
Pasado unos minutos decidí regresar a casa. Cuando llegue me dirijí a mi recamara y comencé las labores del colegio. Margarita (una de las empleadas de la casa) se acercó a mi para decirme que mi madre esperaba en la sala, yo solo le dije que bajaría cuando acabará mis actividades y así fue.
— !Hola Mami! Me dijieron que necesitas de mi presencia— sonreí y le di un beso en la mejilla
— Hija tenemos mucho de que hablar, así que siéntate— obedecí aceptando que ella estaba muy furiosa— no creó volver a necesitarte Charly puedes retirarte, hasta mañana— ordenó mi madre y después me dirijo la mirada
—¿Sucede algo?
—Alma Collier ¡Ahora sí me vas a dar una razón¡ ¿Por qué ordenaste a Charly regresar a casa sin Sara?— Su pregunta me dejó sin palabras
— Mamá, yo no sabía que debíamos esperarla, yo creí que otro chófer se encargaría de ella, además mi guardaespalda solo se debe encargar de mí no de Sara— respondí muy molesta
Editado: 14.06.2020