Capitulo 21

Alma

— ¡Que coincidencia ¿No crees? tiene el mismo nombre que el chico que te gusta— interpretó Sara tan emocionada y conmovida. Yo fingi una sonrisa tan devastadora para después salir de la biblioteca con mucho enojó.

Me dirijí al patio que daba a la entrada principal; saque mi diario qué estaba escondido debajo de una piedra sin antes estar segura de que nadie estuviera a mi alrededor. Comencé a escribir todo lo que había ocurrido durante mi día pero solo dejé fuera el disgusto que había tenido con mi madre, no me gustaba para nada recordar esos malos momentos y menos si se trataba de un asunto que me regalaba culpa.  

— Adriana debes decir la verdad aunque sea muy confuso para tí, Alma tiene derecho a saberlo al igual que Enrique— decía una voz muy parecida a la de Rosa 

— Lo he intentado pero tengo mucho miedo— En ése momento dejé mi diario en su sitio y caminé hasta una planta para poder ser cubierta de ella— ¿Te imaginas cuál sería la reacción de mi familia? Mi madre no perdonaría eso nunca hasta podría ser que me heche de la casa por otra parte también la he pensado por mi hermano, sabes perfectamente que toda la familia quedaría manchada ante la prensa y el podría perder mucha ganancia, además Enrique podría dudar de mi palabra y yo quedaría como la tonta que he sido toda mi vida— dijo mi madre mientras yo no podía entender nada

—Enrique te quiere mucho y una prueba está en que nunca dejo de preocuparse de ti. Aún recuerdo cuando llamaba o venía a la casa solo para saber de tu vida, el era muy...

— Nana eso fue antes de que el se casará y tuviera una familia. Si ahora yo me acercó a él solo habrá rechasos— decía mi madre con mucha desesperación — Además no soportaría ver a su familia destrozada por culpa mía. ¿Rosa sabías que el tiene un hijo?

—¡Qué raro! tengo muy claro que el se casó con Julie Haper la asistente de tu hermano pero no tienen hijos— Rosa parecía tan abrumada y mi madre estaba muy pensativa

— ¿Julie Haper?

— ¿No lo sabías? Tú hermano la contrató un año después de la muerte de tu padre. Ella aún no estaba casada pero a los cuatro meses contrajo matrimonio con Enrique— En ese momento ambas se acercaron al froral dónde me ocultaba y mantenía la respiración para no levantar sospechas.

—Rosa, cuatro años después de dejar el país recibí una carta de ella en dónde dejaba tan claro el hecho de que Enrique se había casado y tenía un hijo. Además en esa carta me pedían que no me volviera acercar a él por qué ya no me necesitaba y me había olvidado— reprochó mi madre tomando las manos de Nana

— ¡Pero no cumpliste con ello! Tú has estado saliendo con él

— No Rosa la verdad yo no sé nada de él, cuando te dije que iría a verlo era mentira y solo aprovechaba para investigar sobre su vida, pero no conseguí nada— la voz de mi madre temblaba y poco a poco caminaban a la puerta principal haciendo que yo caminara por la parte trasera y las dejara solas.

¿Cual es el secreto que solo conoce mi madre y Rosa? ¿Qué tanto tenía que ver eso con nuestras vidas? ¡Enrique, Enrique ese nombre lo traía en mi mente! ¿ Pero de dónde lo habría sacado? Repetía en voz alta sentada en mi cama.

Manuel

Me desperté antes de que sonará la alarma, un sueño tan confuso enserraba mi mente; la chica nueva del colegio aparecía en el y no como cualquier chica si no como mi novia. ¿Pero por qué habría sido ella y no Alma? ¿Será que la tarde anterior me habría enamorado? A decir verdad no está nada mal y si era sierto eso de que Alma no quiere nada conmigo estaría dispuesto a intentarlo con Sara.

Me levanté dejando todos mis pensamientos a un lado para darme una pequeña ducha y disfrutar de ropa limpia. Al minuto me encontraba bebiendo un café y al mismo tiempo arreglando asuntos de la empresa. Ya hacía casi tres meses que me encargaba del trabajo y sentía que cada día se acababa mi paciencia a pesar de que recibía apoyo de mis asistentes y algunas veces el de mi hermana. Terminé mis pendientes y ordene que me llevarán a la casa de los Hopinks para poder recoger a Sara. Durante mi ducha pensé que ya era hora de tomar tiempo para mi y dejar todo al lado, ahora sería con Sara mi oportunidad e incluso sería una forma de borrar a Alma de mis pensamientos por mucho que lastimara.

Decidido toque el timbre de la casa y pronto salió un empleado que si bien recuerdo es el que defendió a Alma la vez pasada en el estacionamiento del colegio, saludé y me adentré siguiendo los pasos de aquel chico. Llegué al pasillo que daba a un comedor muy peculiar en dónde se encontraba toda la familia Hopinks desayunando.

— Señorita Sara un chico la busca— dijo el empleado unos pasos enfrente de mí

— Charly no te equivocaste de nombre porque con eso de que Sara siempre anda sola no creó que alguien la busque— Dijo Alma con una risita burlona

— ¡Hija por favor no empieces!; Charly dile que se acerque si no es molestia— dijo una voz amable mientras el chico me hacía señas para que caminara.

—Buenos días familia Hopinks— En ese momento todos respondieron menos Alma, quién estaba apunto de dar un bocado a un panesillo pero al verme lo dejo y me observó devastadoramente.

— ¿Qué es lo que te trae por aquí Miller, pasa algo malo en la empresa? — pregunto Erick

— No todo está muy bien gracias; en realidad yo solo paso a recoger a Sara para irnos al colegio y decirles que si no es ningúna molestia me gustaría hacerlo todos los días— pregunté con una sonrisa tan confiable y al mismo tiempo observaba a Alma algo confusa

— claro que no es molestia Manuel al contrario me alegra que Sara ya se esté acoplando a esta ciudad,solo te pido que le tengas los cuidados necesarios porque ya sabes que solo es nuestra invitada y si algo le pasa nosotros pagaríamos muy caro — sentenció la señora Adriana 

— Gracias querida de verdad eres lo máximo—dijo Sara abrazando a Adriána