Andrew Collins:
Los minutos se convirtieron en horas, las horas en días, los días en semanas, y mi soledad cada vez crecía mas; semanas sin hablarle, semanas viéndola pero sin poder tocarla, semanas sintiéndome como el peor de los idiotas, semanas ocultando el dolor por no tenerla a mi lado, lamentándome por no gritar a los cuatro vientos lo que sentía.
Puede que ella piense que soy un imbécil y puede que lo sea, pero eso no significa que no la quiera, la adoro y fui un idiota por dejarla ir.
¿Y si no regresa?¿Y si nunca vuelve?¿Y si me aborrece por el resto de su vida?
Me lo pregunto, me pregunto como seria un mundo sin esa chica que irradia alegría y luz, me pregunto cuanto tiempo tendré que esperar para que ella vuelva a mi, me pregunto en que momento salio todo mal, en que momento la perdí, en que momento la chica que tanto apreciaba se convirtió en...Algo mas.
No lo se, ni yo mismo lo se, no tengo respuesta. Soy un tonto, un confundido tonto.
– ¿Collins? – Preguntaron desde la otra linea, aun dormía quien es el idiota que me habrá despertado –. Ya despierta princesa o ¿ya te pinchaste con la rueca? – Pregunto burlón el idiota de mi mejor amigo.
– ¿No tienes algo mejor que hacer Smith?– Pregunte soñoliento mientras me sentaba sobre mi cama– . Te recuerdo que algunos tratamos de conciliar el sueño– Y me recosté de nuevo en la cama mientras cerraba los ojos.
– Bueno te dejo dormir bella durmiente– Ríe sarcástico, y en ese instante supe que tramaba algo– Pero...– Lo sabia– Después no digas que no quise contarte sobre bichito– Abrí los ojos como platos, para luego por estúpido caerme de la cama– Adiós princesita– Escuchaba su risa en la otra linea.
– Vamos, hablemos como personas civilizadas– Me levante de suelo– Habla rápido Smith– Trate de ocultar mi impaciencia.
– Si claro,ahora si no tratas de conciliar el sueño– Me imito burlo–. Tampoco hay mucho que decir– Bostezo haciendo que me impacientara mas–, Ella no quiere saber de ti y no hay mucho mas – Suspiro–. Esta chica se a puesto mas terca con el paso de los años– Y mi animo callo por los suelos.
– ¿Hablas enserió Tomás?– Estruje mi rostro– ¿Que puedo hacer?, le dije a todos mis amigos que me ayudaran pero ellos simplemente no comprenden a Emma– Me tire de nuevo en la cama– . Si ella tan solo me escuchara – Cubrí mi rostro mientras suspiraba – . Emily dice que no puede creer que le crea a ese idiota en vez de a mi– Suspire pesadamente – . Mi intención con pedir ayuda nunca fue que se molestasen con ella. Al menos Amelia si entiende de razones y...– Iba seguir hablando pero el me detuvo.
– Mas lento Eminem – Se quejo–. Para comenzar ni se quien es Amelia, segundo: Oye tranquilo viejo– Ríe travieso–, No te preocupes tómalo con calma– Ríe – . Me recuerda a la canción que tarareaba Emma ayer– Se fue del tema, haciendo que yo me quejara– . El punto es que se adoran y ni Liom – Liam corregí –, Ese Liam, ni Mady, ni siquiera la señora Parker podrán separarlos– Ríe –. Porque cuando dos tienen la conexión que tienen, nada ni nadie podrá separarlos – Mi mejor amigo si que es sensato.
Tiene un buen punto, pero si no quiere saber nada de mi ¿que puedo hacer? Nada, si no quiere no puedo hacer nada, pero ¿me resignare y la perderé? O ¿me arriesgare a salir abofeteado pero luchare porque me crea?
...
Después de una extraña y larga conversación con Tom, decidí aclarar mis pensamientos tomando una ducha, nada mejor que un poco de agua para despejar la mente.
Recordaba las palabras de Tom: Cuando dos tienen la conexión que tienen, nada ni nadie podrá separarlos. Cuando se estaba despidiendo dijo algo que me asusto un poco: Te ayudare, pensare en algo y te ayudare. Que estará planeando este loco, tengo miedo de lo que pueda hacer, porque con Tomás nunca se sabe.
Salí del baño con una toalla enrollada en mi cintura con toda la con pereza y mala gana del mundo, buscaba un poco de ropa, me puse un pantalón deportivo y cuando iba ponerme la camiseta de repente empezó a sonar el timbre y mi teléfono al unisono. Pude ver que Tom era quien me escribía, iba a leerlos pero al parecer la persona del timbre esta impaciente. Mi madre no estaba en casa, por lo tanto estoy solo, y tengo que ir a abrir la puerta.
Baje las escaleras con mi mejor humor noten mi sarcasmo, y abrí la puerta para encontrarme con una rubia mirándome encantada, que triste que no la mire con el mismo encanto. Me miro de arriba abajo y en ese momento recordé que seguía en pants.
– Hola amor– Me saludo y dejo un corto beso en mis labios, yo por mi parte trate de sonreír. Es mi novia debería alegrarme que me visitara ¿no?, lamentablemente no es el caso –. ¿Estas solo?– Pregunto inspeccionando la casa.
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Editado: 22.03.2020