“¡QUE TRISTE ES LLORAR CUANDO TODOS SE RÍEN, ¡LLORAR, PERO SIN SABER POR QUE!
TRISTE ES NO ESPERAR NADA, ES SABER QUE NO PUEDES BUSCAR, ES ESTAR SOLO EN COMPAÑÍA.
ES PEOR QUE NO TENER RESPUESTAS, ES NO TENER PREGUNTAS.
NO HAY SENTIDO NO HAY NADA, SOLO HAY TODO LO QUE FALTA”
Yo y Evelin salimos del colegio, no quería tratar ese tema por eso salí rápido, ella venía a tras de mí y volteé a verla.
- ¿A qué heladería vamos? - pregunte seria y fríamente.
- Emm..? … Vamos a la que está en frente de la gasolinera, hay venden los helados más ricos que había probado – Dijo con su hermosa sonrisa solo la miré y asentí con la cabeza para luego darme la vuelta e ir a la heladería.
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Llegamos a la heladería treinta minutos después ya que íbamos caminando.
Deja de caminar cuando estuve en frente de la heladería me di la vuelta para ver en donde se encontraba Evelin y ella estaba a unos cuantos pasos atrás de mí, me la quedé mirando hasta que llego junto a mí.
-Caminas demasiado rápido! – exclamo.
-Vamos- dije para volver a darme la vuelta y entrar al lugar.
-Espérame! – Grito y me exalte.
-No grites! – la regañe mirándola con mi ceño fruncido. –Bueno vamos ya –
Ella solo asintió con su cabeza, me volví a dar la vuelta entrando al lugar.
Entre y busqué una mesa libre y vi una en la esquina frente a la ventana de vidrio y fui ahí, me senté y Evelin copio mi acción.
-Bueno… ¿Qué sabor de helado quieres?, yo invito – La miré.
-Yo puedo pagar mis cosas – Dije secamente y ella negó.
-Yo fui quien te invito, entonces yo pago – y antes de pudiera responderle volvió a hablar y la miré un tanto enojada ya que no quiero que nadie page mis cosas y tampoco quiero depender de nadie - ¡Mesera! – dijo levantando su mano y una chica un poco bajita llego junto a nosotras.
-Pero que terca eres!- Pensé.
-Buenos días que van a pedir – Dijo amablemente.
-Yo quiero un helado cargado con tres bolas de helado sabor a menta por favor - Dijo como si nada y luego me miro a mi.
-Y usted señorita, ¿Qué va a pedir?-
-Simplemente tráigame un helado de mburucuyá – respondí mirando asía a la ventana
Me gusta el Mburucuyá debo admitirlo, en eso Evelin me mire sorprendidda seguro que se dio cuenta de que me gusta, la mesera se fue y Evelin empeso a hablar:
-¿Te gusta el mabrucuyá?- pregunto sonriendo.
-¿Te importa?- Dije secamente y mirandola, no me gusta que se enteren de mi vida privada.
- Si, si me importa, por que se trata de ti - la miré sorprendida, por que dijo eso, acso le importo yo ... ¡No!...Jemidha calmate, solo la miré y respondi:
-Y, ¿Por que a de importarte?- Quise saber.
- Es que... siempre estas tan callada y nunca dices nada, yo solo queria salir contogo para conocernos mejor -Dijo con la cabeza agachada y no supé que responder y en eso llega la mesera.
-Aquí tienen...- Dijo dejanlo helados en las manos de cada una- Que lo disfruten- dijo para apartarse de nosotras e ir a atender a otros de sus cilentes.
Empese a comer mi helado lentamente mirando por la ventana a los autos pasar, algunos rapidos y otros lentos, algunos se quedaban en alguna tienda y otros en la gasolinera y también había personas que venian caminando y entraban en la heladeria.
-Emm...?, ¿Qué te gustaria hacer después de esto?- Habló Evelin sacandome de mis pensamientos otra vez.
-Irme a mi casa y tu a la tuya - Dije comiendo lo que sobraba de mi helado y me levante para pagar pero Evelin se adelanta va y paga todo y yo me la quedó viendo hasta que esta fente a mi.
-Te dije que yo pagaria la mia-
-Y yo te dije yo que yo invito entonces yo pagó - sonrio - Ven, vamos al parque - Dijo saliendo de la heladeria y no tenía ganas de ir a ningún otro lado ecepto a mi cama entonces volví a la mesa en donde nos habiamos sentado y agarre mi mochila y vi que también estaba la mochila de Evelin.
-Pero que niña...- quejandome, agarre su mochila y salí del lugar.
Cuando la vi, vi que esta estaba lejos saltando medio corriendo, entonces la seguí caminando por la vereda, viéndola reírse cosa que yo no podía volver a hacer nunca y eso me ponía triste, entonces solo bajé la mirada suspirando pesadamente, después de quedarme así por un momento alcé la mirada y ella estaba en el piso sobándose la rodilla, corrí junto a ella y ella me miró con los ojos cristalizados.
- ¿Qué te pasó? – Pregunté con el ceño fruncido y unos chicos se estaban riendo al otro lado de la vereda, la miré de nuevo. - ¿Fueron ellos? - Ella solo asintió con la cabeza y yo me levante y levante también a Evelin apoyándola en mí, levante mi vista y esos chicos se seguían riendo como foca retrasada, fui y deje a Evelin en un banco y luego fui con esos chicos.
- ¿Creen que es bueno burlarse de una dama? – Hablé molesta a esos chicos y ellos solo me miraron borrando su sonrisita.
- ¿Y eso a ti que te importa?, además no estabas con ella desde el principio. – Habló un chico alto, más alto que yo, burlándose de mí.
- ¿Qué es tan divertido? – dije mirándolo secamente y seria.
-Que no me importan en lo absoluto, solo que esa chiquilla está muy buena, por eso decidimos… pasar tiempo con ella- Dice otro con una sonrisa. Hasta aquí llego mi paciencia.
Me lancé desprevenida encima de ese chico y lo molí a golpes y este sangraba y los otros solo miraban atentos mientras la gente se reunía más y más, me separé de él lentamente.
-Creo que eso bastó para aprendas a respetar a las mujeres, estúpido mal parido – Le dije todo eso y le escupí en la cara, los otros chicos empezaron a reírse, alcé la mirada asía a ellos- También quieren un golpe –