Si tan solo no fuera... yo!

Capítulo 4:

"A VECES NO TIENES GANAS DE DECIR QUE ESTAS MAL, NI EXPLICAR QUE PASA... SOLO QUIERES QUE ALGUIEN LO NOTE Y SIN DECIR NADA, TE ABRACE FUERTE"

 

Me levante temprano, a decir verdad, demasiado temprano, quizás no quería encontrarme con ninguno de mis hermanos, eran las 4:00, me fui al baño apagando la alarma de mi celular, entre y me di un baño rápido, me vestí agarre mis cosas y salí de la casa, aún no amanecía por completo además aún quedaba unas cuatro horas todavía para ingresar al colegio, entonces empecé a caminar con dirección al parque.

Al llegar me senté en unas de las tantas bancas que había por ahí, inhalé y exhale el fresco aire que corría por mi cuerpo asiendo que se alborote todo mi pelo suelto.

Me quedé en esa posición por unos momentos hasta que suena mi celular, reviso de que quien es la llamada y es…

- ¿Qué quieres mamá? – pregunte cortante.

- ¿En dónde estás? – Pregunto y su tono de voz se oía molesta.

-Salí a dar un paseo – Dije cortante nuevamente.

-Que ni se te ocurra escaparte señorita porqu… - La interrumpí.

- ¿Dónde mierda quieres que valla?, ¿eh? – Dije resoplando – No conozco un puto lugar a donde ir ya que ustedes se la pasan encerrándome y castigándome por cosas que no hice, y no me vuelvas a amenazar por qué no sabes de lo que soy capaz. – Dije molesta y corte de ella, espere y no me volvió a llamar y eso me alivia, no tengo ganas de escuchar ninguna queja por parte de ella. Puse mi alarma de nuevo a las 7:00 para poder ir a mi colegio, guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón, me crucé de brazos, recosté mi cabeza por la banca y cerré mis ojos.

Ahora como le diré a Evelin que me iré de la cuidad, mi abuela vive en otra cuidad que está muy lejos de nosotros, y creo que si me voy no la volveré a ver; suspire pesadamente ya que tampoco sé si voy a continuar con mis estudios, la verdad no me desagrada e ir junto con la abuela y el abuelo, por qué cada vez que vamos o ellos vienen con nosotros siempre me trata bien, y la abuela es muy cariñosa y dulce conmigo, me trata como si yo fuera su propia hija, y ella es la única que se acuerda de mi a excepción de Evelin, mi abuela es la única que sabe cómo es mi sonrisa, ni siquiera yo recuerdo como sonreír, si me hace falta regresar con la abuela.

.

.

Sonó mi alarma y yo me levante y lo apagué, me puse de pie y estire un poco, agarre mis cosas y empecé a caminar ahora con destino al colegio, mientras pensaba como decirle a Evelin que me voy de la ciudad.

Llegué al colegio un rato después y el portón ya se encontraba abierto entonces entre, miré alrededor y creo que soy la única alumna aquí, ya que el resto de las tres personas que vi uno era el conserje y las otras profesoras.

Caminaba por los vacíos pasillos lentamente hundida en mis pensamientos, tenía miedo de como reaccionaria Evelin, ella es la única que se a preocupada por mí en estos días, ahora me siento terrible.

Llegue a mi casillero y de apoco iba recogiendo y colocando de vuelta algunas cosas, termine de hacer todo eso y me encamine a mi sala de clases, al estar al frente de esta sala me adentre y fui a mí asiento correspondiente, baje mis cosas y agarre de nuevo el libro que estaba leyendo la vez pasada y que no pude terminar y conforme iba pasando el tiempo se escuchaban las voces de los alumnos que cada vez aumentaba, hasta que escuche esa inconfundible voz llamarme y todos los que se encontraban en la sala de nuevo espesaron a mirarme y susurrar palabras que no lograba escuchar.

-Jemisha…- Legó junto a mi Evelin con una sonrisa. - ¿Y bien?, ¿Qué decidiste? – Dijo sentándose al lado mío y bajando sus cosas sobre la mesa, la miré de reojo.

-Te lo diré en el receso, ahora estoy leyendo esto y necesito concentrarme – Dije cortante pero la sonrisa de Evelin no desaparecía y eso me hacía sentir más mal de lo que ya estoy y para romper el silencio pregunte - ¿Cómo ha estado tu rodilla? –

-Umm, ya no me duele y gracias a que lo atendiste rápido se sanara rápido – Solo asentí ya no tenía nada más que preguntar entonces solo me dedique a leer el libro que tenía en mis manos, el tiempo paso hasta que se escucha el timbre sonar, guarde mi libro y de apoco los alumnos se sentaban en sus respectivas mesas, en ese momento el profesor ingreso y así de nuevo corrieron las horas, hasta que de nuevo sonó el timbre indicando la hora del receso.

- ¿Vamos? – Pregunto Evelin.

-Aquí hablaremos, luego te puedes ir – ella solo asintió, la verdad no sabía cómo hablarle entonces solo me quedé en silencio por unos minutos.

-Bien, ¿Qué… piensas de mi propuesta? – Habló Evelin. - ¿Quieres ser mi amiga? – Pregunto Evelin y una pequeña sonrisa que no quería borrar de su hermoso rostro.

-Yo… - Iba a hablar hasta que alguien nos interrumpe de nuevo y de verdad ya estoy arta de que me interrumpan cada que intento hablar.

- ¿Por qué te juntas con esa estúpida, Evelin? - Oí bien, ¿Me dijo estúpida?, la miré con evidente enojo. - ¿Por qué mejor no vienes con nosotras?, la pasarías mejor con personas que si quieran hablar… o … que al menos… tengan una lengua – Empezó a reírse Amalia y con ella sus otras amiguitas, de verdad que sus voces me irritan.

- No me iré con ustedes – Se opuso Evelin y no pude sentirme tan orgullosa de ella, la verdad es que ella es demasiado tímida y desde que la conozco ella evita hablar con tantas personas, tampoco la oí hablar con una voz que suena tan segura de sí misma -  Ahora por favor lárguense – Las otras chicas solo soltaron una risita y Amalia con una mano en su pecho en forma de puño.

-Pues no me iré – Se sentó Amalia en una de las mesas cruzando sus piernas con una mirada seria que logro intimidar un poco a Evelin por que la miré de reojo, si esa cree que me va a lograr intimidar, que se joda, ya que nadie más que mi familia logra intimidarme solo un poco. – Ahora Evelin… ven con nosotras y no te aremos ningún daño – Sonrío maliciosamente la muy desgraciada. – Tú decides… o vienes con nosotras… o … sufres las consecuencias. – Me cansé de nuevo me levante repentinamente pose mis manos sobre la mesa y recosté mi cuerpo sobre estas.



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En el texto hay: soledad, depresion problemas familiares

Editado: 22.03.2022

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