Va casi una semana que paso por ti para irnos a la escuela y durante mi tercera clase veo que junto al almuerzo que me preparas colocaste una nota deseándome un buen día.
Ahora me estoy durmiendo en clase por haberme desvelado a lo estúpido viendo Daria así que mejor salgo a despejarme con todo y almuerzo cerca de la zona preferida para que los estudiantes hagan picnics, se duerman o para que de plano se den un buen viaje. Digamos que es una zona hippie de áreas verdes ideal para procastinar sin que te molesten los maestros, algo así como una zona neutra.
Mientras me como un delicioso baguette de pollo me llega un mensaje tuyo.
Jaimie:
Creo que tendré que mandarte doble almuerzo...
P.D. Pareces un cachorrito jaja
Christine:
La comida y yo somos inseparables
Espera... ¿Me estás espiando?
—¡Hey! —Saltas detrás del árbol en el que estoy recargada para tratar de asustarme.
—Buen intento.
—Ya van como 3 veces y ni siquiera consigo hacerte pestañear ¿Cómo se supone que voy a ayudar con la casa de los sustos?
—Podemos usar sonidos, referencias de películas o cosas sobre psicópatas en lugar de mounstruos porque con eso de que ahora resulta que los hombre lobo son sexys ya no se puede esperar mucho.
—¿Y tus cosas?
—En el salón tomando mi clase ¿Y tú?
—Hoy solo vengo a tres clases porque nos avisaron por mensaje que no venía el profe de las una asi que mi última clase es hasta las tres.
—¿Alguna propuesta para sobrevivir a la que también es mi última clase sin dormirme?
—Caminar un rato tal vez ¿La tienes seguida de esta?
—No, después de esta tengo descanso de una hora, también entro a las tres. Por cierto, si quieres nos regresamos juntas cuando salgas de esa.
—Gracias, te tomo la palabra. Oye, ahorita que estaba viendo los eventos en facebook me acordé que vi uno sobre una exposición fotográfica en la galería de la universidad aunque supongo que ya sabes.
—No, pensé que no había nada estas semanas.
—Imaginé que querías ir pero se me olvido decirte cuando sacaron el cartel. Podríamos bajar a verla en lo que tengo mi última clase —propones más animada.
Nuestros edificios estaban en la parte alta del campus y la galería era más a la entrada asi que con el mero trayecto me despertaría.
—Buena idea, voy por mis cosas.
Después de ir al salón recogerlas y salir como si nada del salón y luego del edificio, te encuentro en una de las bancas más cercanas esperándome mientras cargas con tu mochila, que parece bastante ligera.
—¿Camino largo o camino aburrido? —Te doy a elegir.
—¿Cómo era el largo?
—Un sendero detrás de las otras facultades donde algunos van a correr y que está rodeado de árboles.
—¡Ese! —expresas con emoción
El camino realmente es tranquilo y nos da un respiro de las aulas. Es una trayecto para correr que se encuentra rodeado de árboles que con la brisa acompañan nuestra conversación con el ruido de sus hojas.
—¿Recuerdas sobre qué era la exposición?
—No realmente, solo se que me llamó la atención porque eran fotografías en blanco y negro y que resaltaban algo específico en color.
—Ah entonces es la exposición de una compañera que fue de intercambio a España y sacó fotos de festividades de ahí y de Europa. Pasó a unos salones a pegar el cartel, solo que ya no me acordaba de las fechas.
—¡Qué padre! Y lo mejor es que puedo verla con una fotógrafa que me explique más a detalle.
—Bueno, aún nos soy una profesional pero veamos que se puede sacar.
—¿Qué es lo que más te gusta de ser fotógrafa? —preguntas mientras esquivas una parte llena de lodo.
—Bueno... Siento que soy como una ladrona de momentos, generalmente las escenas que he tomado son sin que realmente las hubiese planeado, mis modelos son personas o situaciones que me voy encontrando.
—Supongo que lo tuyo es sorprenderte y capturar la vida cotidiana.
—Sí, a fin de cuentas parte de mis proyectos consisten en observar y encontrar lo que generalmente todos pasan de largo, ya sabes, ver el mundo y maravillarse.
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Editado: 25.07.2019