Si te vuelvo a encontrar...

Capítulo 4

Narra Taylor García

 

¡Dios dios!, ya voy tarde a recoger a mi hermano, << Ves taylor, eso te pasa por estar con Alicia >> me decía mi voz interna mientras me subía a mi moto en camino para ir por mi hermano << Calláte, yo no quería, ella se apareció, no quiero llegar lejos con ella, por eso solo la invité a desayunar. ¿Acaso no recuerdas que yo soy un asco como hombre y persona?, recuerda a Jeilana, la lastime horrible... no sé por qué lo hice, si la amaba y creo que lo sigo haciendo >> le respondí a mi pequeña voz interna

 

<< Sí..., ahora recuerdo a Jeilana, la chica por la que te estremesias y gritabas que eras un imbécil por lástimarla, aunque la amabas. Pero ten en cuenta esto: Ella se fue con su padre por tu culpa, y nada va a hacer que regrese >>.

 

Al llegar al campo, ya no había nadie así que me puse a buscarlo en los alrededores ¡Maldito Alex, me las va a pagar endemoniado chiquillo! ¿Para qué se va de ahí? ¡Me hubiera esperado!.

 

Estaba en mis profundos pensamientos sobre como asesinar a Alex cuando escuche una voz de un niño platicando con una chica, era la voz de Alex

 

— Entiendo.... ¿Quiéres qué te lleve a casa para que no vayas solo? — le dijo la chica a Alex

 

— ¡Sí!, gracias gracias ¡Muchas gracias! — le dijo muy feliz y justo cuando le hiba a tomar la mano para llevárselo le dije 

 

— Lo siento señorita, pero eso me corresponde  a mi — a esa chica yo la conozco... pero ¿De dónde?

 

— ¿Quién es usted? — me pregunta 

 

— Yo soy Tay...— pero el niño endemoniado de Alex me interrumpió 

 

— Él es mi hermano. El que no vino por mí — dijo Alex cruzándose de brazos 

 

— Sí, pero ya estoy aquí, y nos vamos a casa — le dije apuntando la moto para que se subiera 

 

— Está bien — pero antes de subirse, de volteó con la chica y le dijo

 

— Gracias Jeilana por ayudarme, espero volverte a ver ¡Me caíste muy bien! — ¿Jeilana? ¿Se llama Jeilana? No... no puede ser ella << Calmate Taylor, hay muchas Jeilanas en el mundo. Es imposible que sea ella >> tienes razón 

 

— Fue un placer Alex, tú también me caíste súper bien y espero volver a vernos — dijo dando pequeños golpecitos en la cabeza de Alex 

 

— Bien, ahora tú, hermano irresponsable, vámonos — me dijo Alex. Endemoniado chiquillo, tendrás una cara linda e inocente pero por dentro... eres el hijo de satanás

 

Nos subimos a la moto y nos pusimos en camino, para no quedarme con la duda, decidí preguntarle 

 

— Oye ¿Y quien es ella? —

 

— Es una amiga, la conocí hace rato mientras me ayudaba en... ciertos asuntos —

 

— Entiendo.... y ¿No sabes de casualidad cuál es su apellido? —

 

— Sí, ¿Por qué lo preguntas? — dijo con una cara que me daba la señal que estaba planeando algo. Diablos, esto me huele a negociación por parte de este chiquillo 

 

— ¡Solo dime! —

 

— Esta bien, pero, a cambio tendrás que hacer mis tareas por 1 mes cuando entremos a la escuela ¿De acuerdo? — no hago ni mis tareas, voy a hacer las de él pero... ¿Qué tan difícil puede ser? De seguro solo son sumas de 2 + 1 o yo que sé

 

— ¡Está bien! Solo dime su apellido —

 

— Bien, su nombre es Jeilana... Jeilana Ríos, pero ¿Para que querías saber? — Ríos... es... es ella, pero ¿Como es posible que sea la misma chica?

 

Con que razón se me hacia conocida, ¿Me habrá reconocido? << ¿Qué es lo que esperas Taylor? Que te diga: " Te extrañé mucho Taylor" o " Te sigo amando después de que me humillaras así" ¿Eso quieres? >> Bueno, quiero arreglar las cosas con ella y decirle la verdad, no quiero que esto se quede así para siempre.

 

Está igual de hermosa, como todos los días lo estaba, su hermoso y suave pelo negro, sus ojos marrones, los más lindos que he visto en toda mu existencia y su cuerpo, que con cada prenda que se ponía... se veía simplemente perfecta.

 

Pero, aparte de todo lo físico, amaba y sigo amando su personalidad, su forma de ser y de pensar, la chispa de Jeilana, la energía que te transmite y su felicidad es incomparable, amaba simplemente que fuera la nerd del salón, amaba simplemente que todo lo respondiera bien y que sacara 10 en todos sus examenes, simplemente la amaba y amo todo de ella, cada imperfección, cada lunar. Todo. Desde ese día yo me describo en 4 simples palabras: Imbécil, estúpido, egoísta y una escoria humana

 

— Tierra llamando a Taylor... Taylor... ¡¡¡Taylor!!! — me dijo... o más bien me gritó mi hermano sacándome de mis pensamientos

 

— ¿Qué qué pasó? — 

 

— Te estaba preguntando que para que querías saber —

 

— Simplemente curiosidad —

 

— Esta bien, no importa, ¡Solo sé que no tendré que hacer mis tareas por 1 mes! —

 

— Si si, como digas —

 

Acabo de recordar que nos mudamos al lado de la casa de Jeilana, ¿¡Como puede ser que de me haya olvidado eso!?, siento un hueco en mi estómago, no lo sé. El tiempo ha cambiado, ¿Me odiará? Si alguien me hubiera echo algo así, como yo se lo hice odiaría hasta la muerte a esa persona, tengo miedo... no lo voy a negar, miedo a que ya no quiera saber nada de mí o simplemente a que me odie. Todos los días me la pasaba pensando que estaría haciendo en esos momentos, si tendría novio o si... si simplemente era feliz. Por qué yo, no lo era, ni lo soy.

 

— ¿Como les fue hijos? — pregunta mi madre una vez que llegamos a la casa, la nueva casa

 

— Pues mamá... ¿Que te diré? Taylor llegó tar.... — interrumpí al niño

 

— Llegamos muy bien mamá — le hice una seña a Alex para que se callara

 

— Me alegro mucho hijos, vengan, pasemos — pasamos a la casa.

 

— Me gusta mucho esta nueva casa mamá. ¿Y papá dónde está? — pregunta Alex



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En el texto hay: novela juvenil, reencuentro, odio y dolor

Editado: 30.04.2020

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