Si te vuelvo a encontrar...

Capítulo 9

Narra Jeilana Ríos

 

Llegué a casa y me encontré a mi madre

 

— Hola mamá ¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí tan temprano? ¿Te pasó algo? — le pregunté

 

— Hola hija, no me paso nada no te preocupes, solo me dolía un poco la cabeza y mi jefe me dejó salir para poder descansar un poco — me acerqué a ella y le toqué la frente, tenía calentura 

 

— Mamá, estás hirviendo, tienes calentura, vamos a tu cuarto para que puedas descansar — y la ayudé para que se parara

 

— Muchas gracias hija, la verdad si me siento un poco mal — 

 

— No te preocupes, por ahora solo necesitas descansar — cuando entramos a su habitacion y le ayudé para que se recostara

 

— ¿Tienes hambre mamá? ¿Quieres que te prepare algo? — le pregunté

 

— No hija, no te preocupes, no tengo hambre — se veía bastante mal

 

— Mamá, déjame ayudarte, por favor. Te prepararé un té ahora vuelvo — y salí del cuarto

 

Me puse a preparar el té cuando me llegó un mensaje

 

Mensaje de: Jhon: Hola Jeilana, ¿Llegaste bien a casa? Estuve preocupado por tí :' (

 

Mensaje a: Jhon: Sí, llegué bien a casa, no te preocupes por mí estoy bien : ) 

 

Mensaje de: Jhon: ¡Me alegra escuchar eso! Que tengas una linda noche Jei, descansa nena **

 

Mensaje a: Jhon: Gracias, igualmente ; ) 

 

Terminé de hacer el té y se lo llevé a mi madre

 

— Muchas gracias hija, me alegro de que estés de vuelta en verdad, me hacías mucha falta — me dijo con un brillo en sus ojos

 

— A mi también me alegra poder estar contigo, me hacías muchísima falta — y la abracé, necesitaba un abrazo de ella así. Después de 5 minutos de estar abrazadas la solté

 

— Bien, por ahora necesitas descansar, mañana veremos como amaneciste. Que descanses, buenas noches — y me paré para ir a la salida

 

— Buenas noche hija — le dí una sonrisa, le apagué el foco, salí y cerré la puerta.

 

Me fui a mi habitación, me bañé, salí y me puse mi pijama y me recoste. Me puse a pensar en todo lo que pasó, lo que sentía por Taylor y lo que me dijo, ese sentimiento siempre estuvo presente en mi vida y de alguna manera nunca pude desecharlo y olvidarlo, trataba y trababa de ya no pensar en eso, pero mientras más trataba de olvidarlo más lo recordaba y el dolor tampoco lo olvidé. Ya no quiero seguir pensando en esto, mejor me voy a dormir....

 

                              En la mañana...

 

Alguien estaba tocando la puerta... no me quiero levantar...

 

— Hija, despierta, alguien te busca — me decía la voz de mi madre por detrás de la puerta 

 

— ¿Qué?... Ah, pasa, la puerta está abierta — le dije cuando prácticamente estaba aún dormida

 

— Mi hija tan perezosa, levántate, alguien abajo te busca — entro y empezó a jalar las cobijas y a regañadientes tuve que levantarme y me senté en la cama

 

— Bien bien, ¡Estoy despierta estoy despierta! ¿Quién me busca? — se veía mejor a como estaba ayer, supongo que ya se ha recuperado

 

— Es un muchacho, con un niño muy tierno — ¿Un muchacho con un niño? No recue... << No puede ser Taylor con Alex ¿¡Cierto!?>>

 

— ¿¡Como es el muchacho!? — le pregunto desconcertada y nerviosa a mi madre

 

— Es muy alto y tiene el pelo negro  — dijo insegura <<eso no me ayuda>>

 

— Dios, bien ahora bajo — le dije parandome para cambiarme

 

— Bien, solo date prisa porque llevan como 10 minutos esperándote para que te despertarás — Diablos ¿¡Qué voy a hacer!? <<Tranquila Jeilana, tal vez no sea el>> tiene razón esa voz, me voy a tranquilizar...

 

— Bien, no te preocupes ahora bajo — y salió de la habitación. Me puse un simple vestido color rosa palo hasta la rodilla con unos tenis, me peine un poco y bajé rápidamente 

 

— ¿Cree que se tarde señora? — le pregunta un niño ansioso a mi madre mientras yo estaba aún en las escaleras 

 

— No hermoso niño, ya no tarda en bajar — dijo mi mamá muy amable, después el niño volteó en mi dirección y si... era Alex, fue corriendo a las escaleras y me abrazó

 

— Hola Alex, ¿Cómo has estado? — le pregunto amablemente 

 

— ¡Bien! ¡Me da mucho gusto verte Jeilana! — se le notaba lo feliz que estaba

 

— Le conté que eras nuestra nueva vecina, y me exigió que te viviéramos a ver — dice una voz al fondo, era Taylor ¿Nuevos vecinos? 

 

— ¡Sí! Se lo exiguí, me tenía que pagar por averme olvidado en el campo — dice Alex con una sonrisa maliciosa

 

— Bien, ya te compense — dice Taylor cruzándose de brazos, volteé con mi madre que tenía la cara de "¿Quiénes son ellos? Cuéntame ya" así que bajé las escaleras completamente y me dirigí a mi madre

 

— Mamá, él es Alex, es un amigo muy lindo que me encontré hace como 3 días, y él es su hermano mayor... Taylor — en cuanto le dije eso mi madre puso una sonrisa 

 

— Me alegro que ya hallas echo amigos en la ciudad hija — me dice mi madre sonriendo

 

— Señora ¿Le importaría que le robaramos a su preciosa hija por un momento? — pregunta amablemente Alex, este niño si sabe de modales

 

— Claro que no estimado caballero — dice mi madre

 

— Y a usted señorita Jeilana... ¿Le importaría que la lleváramos a comer un helado? — pregunta Taylor con una sonrisa especial 

 

— Este... yo... No, no me importaría, vamos — y miré a mi madre que tenía una sonrisa, me dirigí hacia la puerta y antes de salir los 3 mi mamá me dijo

 

— ¡Que tengan un lindo día! — y cerramos la puerta 



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En el texto hay: novela juvenil, reencuentro, odio y dolor

Editado: 30.04.2020

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