Sicaria

Capítulo 5 | Rencuentros

De mi cabeza no sale ese nombre, Luke. ¿Qué haré con su número? ¿Acaso me importa?

Hace unos minutos terminó mi turno, mientras camino a casa pienso en qué haré. Quizá contárselo a Calum.

Me adentro en el edificio y por suerte el elevador se encuentra en el primer piso; llego a mi piso en un par de minutos y decidí que llegaré a contarle a Calum sobre eso.

Él debe saber qué hacer, es un chico.

Doy dos golpes a su puerta, en lo que él atiende busco en mi bolso el papel donde Luke me anotó su teléfono.

—¿Sam? ¡Que raro verte por aquí!— sonrió sarcásticamente, apenas abrió la puerta.

Reí amargamente. —Cal, hablas como si no te visitara en años.— Rodé los ojos.

—No, pero por lo regular no sueles visitarme cuando sales de trabajar.— Abrió más la puerta y se hizo a un lado. —Como no soy un mal amigo, acepto tu visita, pasa— sonrió fingidamente.

Acepté pasar porque en verdad tenía que hablar con él, y sí, es verdad, no lo veo por las tardes, sino hasta la noche, cuando ambos hemos terminado nuestras tareas y nos queda un rato libre para conversar.

Me senté en su sofá, moviendo a un lado unos cuadernos.

—Cal, necesito que...— me interrumpió su teléfono. Rodé los ojos.

—¿Mike?...— dijo cuando tuvo el teléfono en su oreja. —¿Qué es lo que pasa?— Se sentó frente a mí, en el otro sofá y me echó un vistazo. —No, Michael, no hay problema, puedes traerlo. Además va en nuestro salón, ¿No es así?.— Se levantó y se dirigió a la cocina.

Genial. Llegaste en un muy buen momento. Mi mente se burló de mí.

Calum regresó a la sala y retomó su lugar frente a mí, para en seguida mirarme.

—¿Sam, qué es lo que necesitas?— se inclinó hacía mí, separando sus piernas y poniendo sus antebrazos en éstas para finalmente juntar sus manos.

—Yo sólo quería... preguntarte una cosa... pero si estás ocupado, puedo esperar hasta la noche.— Me levanté de mi lugar, no quería que por mi culpa no estuviera con sus amigos.

—No te vayas.— Me imitó y me tomó de los brazos. —Ya estás aquí, dímelo, tal vez es importante porque veniste a esta hora— rio.

—Pues no lo sé, pero me da un poco de... ¿Miedo? No lo sé.— Regresé al sillón.

—¿De qué hablas, Sam?— Noté un tono de voz preocupado.

—Verás, hoy el chico rubio, el que estaba en el almuerzo con "el chico misterioso".— Hice las comillas con mis dedos. —Ellos fueron al restaurante...— Rápidamente Calum me interrumpió.

—¿Te hicieron algo? ¡Dime! Les partiré la cara...— Me puse de pie para alcanzarlo y tranquilizarlo.

—No, no, no. Calum, no me hicieron nada. Déjame continuar. Primero llegó el chico misterioso, que por cierto se llama Ashton...— volvió a interrumpir.

—¿Cómo sabes? ¿Ya son novios?

Calum, amigo, pareces mi novio.

—¡No! Sé su nombre porque se lo pedí para llamarlo a la hora de que su pedido estuviera listo.

Al escuchar esto soltó todo el aire que retenía.

—Después de que llegara él, el chico misterioso, llegó el rubio. Hizo su pedido y hablaron un rato, al terminar su comida, el rubio se acercó hacia mí y tomó un trozo de papel que había por ahí y una pluma, escribió algo y me lo dio.— Mordí mi labio inferior esperando a que Cal dijera algo, pero sólo me miraba con el ceño fruncido.

—¿Qué decía?— habló segundos después.

—Esto.— Le entregué el papel, que ahora estaba hecho una bola. Lo tomó y lo tuvo que desarrugar lo más que pudo.

—¡Así que Luke te dio su número!— comentó sarcástico. Sólo asentí. —¿Pensabas llamarle?

—Por supuesto que no.— Negué rápidamente.

—Eso me gusta, de todas formas aunque quisieras no lo podrás hacer...— terminó de decir esto, volvió a arrugar el papel y se fue a la cocina, supongo que a tirarlo.

Regresó tranquilamente como si nada hubiese pasado.

—Hay algo de esos chicos que no me agradan.— Se encogió de hombros.

Calum me había resuelto un problema. Estaba por irme, ya no tenía nada que hacer aquí, además ya no tardaban sus amigos.

Pero como tengo tanta suerte, noten mi sarcasmo, en ese momento sonó el timbre.

—Deben ser ellos. Pensé que tardarían más en llegar y pudieras irte sin conocerlos.— rio levemente, mientras caminaba resignado hacia la puerta.

—¡Mike, pasa! Y... ¿Luke?— Escuché a Cal decir en la puerta. Me congelé en mi lugar al saber que él se encontraba ahí. —Pasen.— Oí que la puerta se cerraba, eso me indicaba que venían hacía acá.

Vi entrar primero un chico de cabello rojo, no pelirrojo, rojo. Y detrás de él venía el rubio, y al final mi amigo. Sólo les sonreí a ambos, no sabía qué decirles.

—Bueno, ella es mi vecina y mi amiga, Sam. Él es Michael— Cal señaló al de pelo rojo. Y ambos estiramos nuestras manos y entrelazarlas, en forma de saludo—, y él es Luke, supongo que ya lo conoces.— Rodó los ojos y Luke sonrió más al momento que estiré mi mano hacia él.

—Efectivamente, ya nos conocemos, pero no era formalmente— habló Luke y me guiñó un ojo. Giré mi vista hacia otro lado, ignorándolo.

—¿Qué les parece si vamos empezando con la canción?— preguntó Michael al ver que el ambiente se tensaba.

—Sí, será lo mejor— lo apoyó Calum.

—Creo que los dejaré solos, para que trabajen mejor. Te veo en la noche Calum...— Luke y Michael miraron a Calum levantando las cejas rápidamente. —No es para lo que piensan. Pervertidos.— Giré  los ojos. Me dirigí hacía la puerta. —Fue un placer conocerlos— sonreí falsamente.

—El placer fue nuestro— dijo Mike antes de que abriera la puerta.

—Sí, mucho gusto en volverte a ver— dijo ahora Luke.

Salí de ahí y literalmente casi corrí a mi departamento, ¿A esconderme? No creo, ahora Luke sabe que vivo aquí.

En cuanto llegué, cerré la puerta bajo llave. No es que Luke fuese un violador, asesino o algo así, pero no se sabe cómo son las personas hasta conocerlas realmente.



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En el texto hay: mafia y amor, 5 seconds of summer, sicaria

Editado: 06.06.2020

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