Capítulo 6 | Paranoia

—Y bien ¿En qué crees que mintió Luke?— habló Calum al cerrar la puerta y caminar hacia mí, que me encontraba de nuevo en su sofá.

—No creo Cal, estoy casi segura. Escuché que cuando hablabas con Michael, le preguntaste qué si él era su compañero de clase. Supongo que hablaban de Luke— le expliqué a Calum, él fue hacia la cocina.

—Oh, eres una entrometida— rio, dejando un vaso en la encimera. —Pero sí, hablábamos de él, aunque yo no sabía de quién se trataba, si no, pude haberle dicho que si traía a Luke, no entraba.— volvió a reír, fruncí el ceño ante eso, no era tan gracioso.

Necesitaba decirle algo serio a Calum, y él sólo hace bromas. Aunque realmente no sé si sea un asunto que deba clasificarse como serio.

—¿Cómo es posible que Luke sea tu compañero y no lo sabías?— traté de sonar un poco enojada y seria. Calum se sirvió leche y me miraba extrañado, como si lo estuviera regañando.

—Oye, tranquila.— Levantó la mano con la que sostenía el vaso de leche, a la altura de su cabeza. —Estoy bebiendo y no sabes de lo que soy capaz— rio y esta vez yo también lo hice. —Por cierto ¿Quieres?— señaló el vaso. Negué rápidamente, quería seguir con nuestra conversación inicial.

—¿Podrías responderme lo que te pregunté?— volví a sacar mi tema inicial: Luke.

—Oh, claro que sí. Yo no recordaba a Luke, porque si mal no lo recuerdo, apenas entramos hoy a clases, así que sólo hablé con Michael aunque...— Caminó hacia la sala, específicamente al sillón frente a mí.

—¿Aunque... Qué? ¡Calum, responde!

—No sé por qué estoy comenzando a creer que te gustó Luke, preguntas mucho por él.— Movió las cejas hacia arriba y abajo rápidamente.

—No, nada de eso.— Negué al instante. —Sólo que necesito saber si en verdad va en tu salón.

—Pues ahora que lo pienso mejor, fue el chico que llego tarde, sí, fue él— dijo mirando un punto fijo en la pared.

—Genial, eso es lo que necesitaba.— Casi saltó de mi asiento pero no sabía si por mi descubrimiento o por confirmar mis sospechas.

—A todo esto... ¿Por qué querías saber eso? Merezco saber.

—Bueno, así como les pasó a ustedes, Luke llegó a mi salón empujando la puerta. Lo que ahora me parece extraño es que haya preguntado por el área de Leyes.— Ambos fruncimos el ceño. —Además él en el poco tiempo que estuvo ahí, pasó mirada por todo el salón, quizá buscaba a alguien— añadí, encogiéndome de hombros.

—Creo que estás siendo muy paranoica con Luke, desde que te dio su número piensas que te está siguiendo.

—¡No es eso, sólo me parece muy extraño todo de él!— Me levanté, para parecer más intimidante. Él me imitó y resulto ser que yo fui la que se intimido, ya que Cal es un poco más alto que yo.

—A mí también se me hace muy raro, que te haya dado su número y luego se aparezca por aquí, pero puede ser sólo una coincidencia. No te preocupes por ahora, te estaré cuidando yo mismo.— Cerré los ojos y suspire para tranquilizarme, segundos después sentí unos brazos rodeándome.

—Ve a dormir. Necesitas descansar— sugirió Cal y nos separamos.

—Eso haré.— Caminé hacia la puerta, me giré a sonreírle antes de abrirla. —Gracias Cal, no sé qué haría sin ti— me devolvió la sonrisa.

—Por nada. Yo tampoco sé qué haría sin mí.— Me guiñó un ojo.

Hombres.

Antes de cerrar la puerta completamente, escuché un grito de Calum —¡No pienses en Luke!— Seguido de una carcajada.

Eso es lo que trataré.

***

La maldita alarma sonó antes... o quizás no y sólo soy yo que se durmió muy tarde.

Pero por más que me repetí a mi misma no pensar en Luke, no pude hacerlo. Fue estúpido repetirme eso, porque era lógico que cada vez que me lo dijera, lo iba a recordar.

Luke me daba un poco de miedo, ¿A quién no le daría miedo que un chico desconocido te sonría, luego se aparezca en tu trabajo, te dé su número y luego sepa donde vives? Eso lo tomaría como acoso.

—¡Maldito teléfono!— susurré y sin moverme de mi lugar en la cama, tentando la mesa de noche lo buscaba.

Salí de la cama casi arrastrándome, no me dí cuenta de a qué hora me dormí por pensar que Luke entraría a mi casa en cualquier momento, quizá si estoy exagerando y pensando mal de él.

Me metí a dar una ducha rápida y me arreglé para alcanzar a irme con Calum, desde hoy no quiero salir sola.

Y justamente como lo quería, salí cuando Cal también lo hacía. Sonreí para mi misma, pero él me vio y me sonrió de vuelta.

—Pensé que no saldrías temprano por haberte pasado la noche en vela pensando en Luke— rio mientras presionaba el botón del ascensor.

—Ya viste que no— sonreí con autosuficiencia, tratando de ocultar que había acertado.

Él iba a seguir con otra de sus bromas pero el cubículo del elevador abrió sus puertas, me dio una mirada rápida y pasé primero.

—¿Iremos a la fiesta?— preguntó cuando estuvimos dentro.

—Yo no quiero, tu no sé.

—Yo si quería ir, pero si tu no vas, yo no iré.— Giró a verme haciendo puchero.

¿Y cómo resistirse a eso?

—Si quieres ve tú Cal, no porque yo haga algo, significa que tú también lo harás.— Rodeé los ojos.

—¡Vamos! Te divertirás— dijo tan emocionado, que estaba segura que casi se pondría a saltar como un niño.

—Lo pensaré, si tengo tarea, no iré, si estoy cansada por el trabajo, tampoco voy.— Bajó la cabeza. —Pero si mi mejor amigo quiere ir, haré excepción de todo eso e iré.— lo abrace y él sonrió, después ambos comenzamos a dar pequeños saltitos.

Las puertas del ascensor se abrieron, no nos dimos cuenta hasta que escuchamos a alguien aclararse la garganta.

—Lo siento, pero necesito usar el ascensor— dijo esa persona, nos separamos inmediatamente y salimos de ahí.

—Una disculpa de nuestra parte, señora Steel no nos dimos cuenta y...— habló Calum avergonzado, ni él sabía que decir. Y yo menos.