Siempre Fue Complicado

Un regalo

 

 

El fin de semana me dedique a hacer las tareas que tengo pendientes y estudiar para los exámenes finales para este semestre.

Las siguientes dos semanas se me pasaron demasiado rápido.

El señor elegante y yo ya no volvimos a tener una conversación de más de tres palabras. Lo único que nos limitábamos a decir era: buenos tardes, hola, hasta luego, ya estoy aquí.

Y nunca más me ha vuelto a decir chica cereza.

Siempre que llego a la firma Rosa me inunda de preguntas sobre si ya se más información de la boda del señor elegante pero mis respuestas son siempre negativas sin embargo el hecho de que yo no comparta información con respecto al señor elegante eso no quiere decir que no reciba información, en una ocasión Linda me dijo que las dos semanas que se ausento el señor elegante fueron principalmente por negocios pero en ese viaje el señor elegante aprovecho para pedirle matrimonio a su novia.

En mi casa Lily sigue practicando para el recital y creo que mi papa ya no esta tan estresado como hace algunos días y mi mama nos dio la noticia que no queríamos escuchar nadie de la familia solamente mi madre iremos a pasar la navidad y año nuevo con la abuela.

En cuanto a la escuela no hay novedades que no sean estudiar, estudiar y estudiar.

- Solo esta semana – dice Daniela recostando su cabeza sobre la mesa

- Y lo peor que será de exámenes – digo haciendo el mismo movimiento que ella

- ¿hoy iras a la firma? – Daniela se levanta la cara de su mesa y dirige su mirada hacia mi

- Así es – digo pasándome las manos en el rostro con fastidio

- La señora Romina me dijo que puedo empezar a hacer diseños el próximo año – comenta Daniela con una sonrisa

Señora Romina así es como le decía Daniela a la diseñadora gráfica con la que estaba pasando sus tardes los sábados.

- Eso es bueno podrías mejorar pronto en tus diseños – levanto mi cabeza del escritorio y le dedico una sonrisa – lástima que yo no pueda hacer eso los casos en cierta manera son confidenciales

- ¿has aprendido algo? – Daniela pregunta con interés pero yo solo niego con la cabeza

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- Hola Cassy – dice la señora Consuelo cuando me ve bajar del ascensor

- Buenas tardes – contesto con una sonrisa

- ¿podrías llevarle estos documentos al licenciado Vasiliev? – extiendo hacia mí su mano con un portafolio azul – estaba esperando que Linda llegara pero el licenciado la ha mandado a ser algo y yo estaba a punto de ir a dejárselos pero tú ya estás aquí

- No hay problema yo se lo doy – tomo el portafolio y camino con dirección a la oficina del señor elegante

Antes de entrar toco la puerta y espero que el me dé permiso de pasar.

- Buenas tardes – digo tan pronto abro la puerta pero él ni siquiera me mira o me contesta solo mantiene su mirada fija en los papeles frente a el – la señora Consuelo me pidió que te entregara estos papeles

- Déjalos en el escritorio – me contesta sin mirarme

Dejo el portafolio en el escritorio y me dirijo a mi tan preciado sillón. Tan rápido como me siento comienzo a sacar mis cuadernos para comenzar a estudiar.

Paso las siguientes horas estudiando estando en un profundo silencio en el cual solo se escucha el tik tok de las manecillas del reloj y el teclado de la computadora pero ese sonido es interrumpido por que tocaron la puerta.

- Aquí esta lo que me pidió – dice Linda entrando por la puerta entregándole al señor elegante una bolsa amarilla

- Gracias – contesta el licenciado Vasiliev

Linda se da la vuelta para salir de la oficina pero antes de esto me dedica una sonrisa.

Vuelvo a concentrarme en mis estudios pero esta vez soy interrumpida por el señor elegante.

- Esto es para ti – dice poniendo la bolsa amarilla frente de mi

- Yo no tengo nada para usted – esto me hace sentir avergonzada

¿Porque nadie me dijo que hoy era el día de dar regalos?

- En realidad esto es un perdón – dice sentándose alado mío

¿Un perdón? Esto es una disculpa

- No he sido una muy buena persona – comienza a decir después de ver mi cara de confusión – supongo que me conociste en mi faceta bipolar

- Creo que eso nos pasa a todos debes en cuando – digo con una sonrisa

- Por supuesto – contesta – solo que yo deje la adolescencia hace mucho

Ese comentario por muy extraño que parezca me hizo romper en carcajadas pensé que el señor elegante se molestaría por mi reacción pero para mi sorpresa él se rio conmigo.

Por primera vez estaba viendo al señor elegante reír…

Después de unos segundos logro calmarme junto con el señor elegante.

- Quise darte el regalo hoy porque el viernes no podremos vernos – dice después un tiempo

- Entonces no vendré el viernes

- Supongo que será tu día libre – dice con una sonrisa – pronto será navidad y solo podremos vernos el siguiente año quise darte el regalo como una navidad adelantada

- Gracias – le sonrió

Me quedo pensando por un par de segundo en lo que podía regalarle al señor elegante pero por más que lo pienso no encuentro una respuesta. Dirijo mi mano a mi muñeca y ahí veo la respuesta.

- Realmente me siento avergonzada al no poder darte algo – digo

- Está bien no todos los obsequios tienen que ser recíprocos

- Dame tu mano – digo girándome hacia el – de preferencia la mano izquierda

El extiende dudosamente su mano hacia mí. Tomo su mano y le coloco la pulsera que me había estado acompañando durante todo el bachillerato.

Es una pulsera azul decorada con piedras del mismo color.

- Cuando la compre me dijeron que daba buena suerte – digo con una sonrisa

- Una pulsera da buena suerte – dice mirándola

Analiza la pulsera como si tratara de entender cómo es posible que un pedazo de hilo de buena suerte.




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