Siempre Fuiste Mía ... te lo aseguro

Capitulo 11

Pov de Fernanda:

-a ver si entendí- me cruzo de brazos ofendida – ¿me estás diciendo que soy un problema? – estoy empezando a recordar lo patán que puede llegar a ser un “hombre”.

- ¡Síii, literalmente! – exclama queriendo controlar su paciencia. Acababa de llegar al albergue y al primero que había saludado era a Leandro. Se veía tan tranquilo conversando con una compañera y ahora cuando me aparto a un lado para conversar (decirme que no vuelva a hablarle más) me enoja que sea tan infantil.

Ruedo los ojos, no seguiré discutiendo teniendo una oportunidad en este alberge. No lo arruinará –has lo que quieras.

Me voy dejándolo solo. Saludo a los demás con la misma energía positiva que me dan.

Hoy nos mandaron a arreglar las jaulas. Saco de mi mochila la mascarilla que el día anterior me pidieron traer. Entiendo su trato, pero detesto que no me dejen hacer prácticamente nada –me mandaron a dártelo- me entrega un par de guantes – ¿te ayudo? – se acerca a mí para levantarme del asiento.

-puedo sola, gracias- intento no molestarme con ella, es muy amable, pero está empezando a estresarme. Me pongo los guantes mientras me guía a donde ir.

-bien- trae una silla acercándolo a una mesa. Me pide que me siente y seque los platos de comida.

<podemos hacer más, que estamos haciendo aquí>

Suspiro cansado de asentir siempre con una sonrisa.
Termino luego de un buen rato aburrida haciendo lo mismo como veinte veces o más. En fin, me pongo a pensar y después de tantas ideas, decidida me levanto del asiento a hablar con encargada. Dejo el trapo y le pregunto a la misma chica de hace rato que justo viene acercandose a mí con algo más. Está vigilándome acaso.

-donde está…- no saco su nombre –la encargada.

- ¿Juliana?

-sí, ella.

-ahora debe estar con algunos papeles, pasa algo- pregunta preocupada, estoy embarazada no enferma.

Ignoro su pregunta –donde la puedo encontrar.

-en el despacho… ahí- me semana una habitación.

-gracias- no espero una respuesta a cambio. Sigo mi camino y como la puerta está abierta solo llamo su atención –Juliana.

- ¡oh, Fernanda! Que se te ofrece- me mira con ternura ¿ahora qué le pasa a todo el mundo?

-quiero saber por qué actúan todos de manera tan protectoramente hostigarte- no creí que sonara tan molesta.

- ¿alguien te hizo algo? – su actitud cambia a una preocupada.

- ¿qué? No, solo…- me rindo –es porque estoy embarazada no es así- otra vez, no creí sonar tan triste.

-linda, no. Es que… - se pone a pensar en algo –como decirte- se acerca a mí –tenemos una política con respecto a mujeres en tu estado- ¿en mi estado? Estoy empezando a molestarme otra vez.

-que tiene mi “estado”- enfatizo esa palabra.

-NO no nada cariño- se apresura en decir –lo que pasa es que ya habíamos tenido a alguien, una compañera muy querida. Pero… tuvo un accidente y pues…- se demoraba tanto en decirlo que la alenté.

-dimee- ay no –perdón- me arrepiento por lo inadecuada que fuí –no quería sonar tan molesta- me apeno mucho con ella.

-Descuida. Ella perdió a su bebé. No teníamos ningún problema con que estuviera embarazada, pero nos descuidamos tanto que, entre labor y labor, el cansancio más el tropezón que se dio, cayó y la tuvimos que llevar al hospital de emergencia…. Luego nos informaron que perdió a su hijo. Desde entonces no ha regresado más. Además, las autoridades nos echaron la culpa por los daños- exhala de manera agotadora como si siguiera lamentándose de ello –tuvimos muchos problemas, casi hasta nos cierran el albergue… de no haber sido por el testimonio de ella- entendía que quería ser reservada con respecto a su nombre –este lugar ya no existiría- me mira con un aire de asombro –querían comprar el lugar, puedes creerlo.

Levanto mis cejas con la misma expresión, la vida de un ser es un tema delicado, eso lo entiendo, pero ¿a querer desaparecer este lugar? Que culpa tenían estas pobres criaturas. Ya hasta los consideraba como amigos. Y LLEVO UN DÍA Y MEDIO AQUIII.

-entiendo, pero si ya todo está en orden…

No me dejó terminar –en realidad, estamos en decadencia, la persona que nos quiere comprar el lugar está viendo la manera de…- busca la palabra adecuada –quitárnoslo, todo defecto que vea será usado a su favor. En un juicio comprado ya no hay nada que hacer. Por eso intento hacer las cosas lo más perfecto posible.

-Entiendo- y de verdad lo hacía. Quien quiera que sea esa persona, no dejaré que logre quitarles el hogar a muchos seres que también tienen derecho a un techo (en mi opinión).

-como podría ayudar- mi expresión cambia a una seria. Pienso hacer hasta lo imposible.

-no mucho linda, solo cuidarte y pues… déjame terminar con estos papeles- sonríe cansada –y veré como puedes darnos la mano.

-un momento- me acerco donde dejaba un folder que tenía gráficas, según lo que vi antes que lo cierre –son sus ingresos- pregunto mirándola luego de tomar el folder.

-así es, no es mucho, tratamos de sobrevivir con ello. Solo pequeñas empresas están con nosotros luego de lo que pasó, algunas familias que nos ayudan con un pequeño importe… y sobre todo ellos- me muestra el patio donde están todos ayudándose a limpiar mientras juegan con los animales o entre ellos. Todos lucen felices, incluyendo a los caninos. Se ven como una familia... mejor dicho, Son una familia.

Una sonrisa inconsciente se forma en mis labios –puedo hacer más que secar platos de comida- la miro luego de reflexionar.

-juntos podemos, lo sé, pero…

No me entendía –quiero decir que…- como decírselo –soy dueña de un gran porcentaje de una cadena de veterinarias…- comienzo a explicarle. Y como Skayler ha estado informándome de todo, como siempre, esta quizás sea la solución para nosotros. Ganamos todos, pero sobre todo ellos. Me pongo a pensar primero que nada en mis nuevos amigos de 4 patas… y algunas de dos o 3, en fin, ese no es el punto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.