Capítulo 24

 Sacudo mis zapatos y me quito mi abrigo al entrar a casa. Junto con mí bolsa de viaje camino hasta la cocina, donde se encuentran mis padres. El primero en verme es papá y por la expresión de confusión en su rostro, mamá, que estaba de espaldas, se gira. Ella al igual que papá me mira con desconcierto.

-Hola-saludo tiernamente 

-Hola- dice papá, quien camina hacia mí con los brazos abiertos 

-Cariño ¿Está todo bien?-pregunta mama, quien se une al abrazo y me da un beso en la mejilla 

-Claro-susurro. No me sorprende ver sus rostros confundidos ya que no hace ni dos semanas que me fui. 

Si hay algo que más amo de mis padres es que nunca invaden mi espacio, ni me presionan para hablar, saben que puedo tomarme mi tiempo en decirles las cosas y ellos entienden. 

-¿Quieres una taza de chocolate?- ofrece-debes estar cansada del viaje- me acaricia la cabeza y yo asiento 

No hay mejor lugar que este, al lado de mis padres, para tomar una decisión definitiva. Además el chocolate viene incluido. 

-¿Puedo pasar?-pregunto asomando mi cabeza en la habitación de mis padres

-Claro que si mi niña-dice mamá, que es la única que se encuentra en la habitación, ella está sentada, con la espalda recargada sobre la cabecera de la cama.

Entro corriendo, para después subirme a la cama, y como solía hacer de pequeña me cuelo entre los edredones, me recuesto dejando mi cabeza sobre sus piernas. 

Ella acaricia suavemente mi cabello, no decimos nada pero el silencio que se forma no es incómodo, sino todo lo contrario, da una paz re confortable.

-¿Cómo supiste que querías a papá?- pregunto al fin 

-¿Cómo lo supe?-dice y yo asiento- la verdad es que a mí, tu padre me gusto desde que lo vi, tú ya lo sabes-rio afirmándolo- pero el momento exacto en el que supe que lo quise, fue el mismo en el que, pensé me iba a morir de un infarto- suelto una gran risa por sus palabras-de verdad, pensé que estaba enferma del corazón o me daría un paro, mi corazón latió tan deprisa, que sentía que me iba a morir-explica entre risas- pero, bueno, también fue el momento en el que supe que si ese hombre, tomaba mi mano y me pedía caminar con él en un bosque enorme, lo haría. No importaba si nos perdíamos ahí toda la vida o si había cualquier peligro, sabía que estaría bien porque estaba con él y el me hacía sentir segura como nunca nadie lo había hecho. Así que cuando supe que lo quería-hace una pausa-no, corrección, que lo amaba, fue cuando supe que él era el hombre con el que estaba dispuesta a perderme en este bosque llamado vida- declara dulcemente 

Sonrió al escucharla, conozco a la perfección la historia de mis padres. Mamá se enamoró de mi papá primero, en la universidad, aunque el fuera mayor que ella. Y creo que son la prueba exacta de que los polos opuestos se atraen, papá es muy tranquilo y reservado, mamá por su parte es muy explosiva e impulsiva. En un principio de su matrimonio eso trajo grandes consecuencias, hasta el punto de que estuvieron cerca del divorcio. 

-Abril-me llama-Hija, sabes que nosotros jamás te presionaríamos para hablar, pero tu padre y yo sabemos que algo no está bien- habla sin dejar de acariciar mi cabeza-no nos malinterpretes, amamos el hecho de que estés aquí de nuevo en tan poco tiempo, pero sabemos que no es normal eso, no porque no nos visites así, si no porque tú misma has dicho que estas muy ocupada en el trabajo-dice preocupada 

-Necesitaba pensar-explico 

-¿Me quieres contar?- titubeo, guarde silencio por un largo rato 

-Estoy confundida sobre mis sentimientos - suelto finalmente 

-Te escucho-declaro 

-Hace poco me reencontré con alguien que quise mucho en el pasado, pero que por un gran malentendido me separe de él e incluso llegue a odiarlo-admito-ahora ese malentendido se aclaró y me di cuenta que lo culpe injustamente-

-¿De casualidad ese alguien se llama Edson?-pregunta mi mamá y giro mi cabeza para verla con sorpresa 

-¿Cómo sabes eso?- quise saber 

-Bueno, Karina me conto sobre tu jefe, no me dijo mucho, solo que tenía la sospecha de que le querías-aclara- el nombre se me hizo muy conocido y recordé al chico que le escribiste una carta en el instituto-

-¿Así de fácil supiste que se trataba del mismo?- ella sabía sobre la carta, pero solo supo que la escribí, ya que ella me ayudo, lo demás se lo oculte 

-Bueno, es que ese nombre no es muy común que digamos-explico- Además dijiste que hubo un malentendido hace años, supongo que te refieres a lo que ocurrió hace 8 años cuando nos mudamos-mi silencio afirma lo que ha dicho-los de la mudanza llamaron varias veces diciendo que un chico llamado Edson buscaba a nuestra hija, fue en más de una ocasión- relata 

-¿Por qué no me dijeron nada?- pregunto curiosa 

-Tu pediste no hablar de el-me recuerda-además tuvimos miedo que él estuviera relacionado en lo que te había pasado-habla pausadamente- aunque después supimos que él no había sido el responsable, respetamos tu decisión de no hablar del tema-

-¿Ustedes supieron lo que paso?-digo alarmada 

-tanto tu padre como yo no podíamos estar tranquilos después de encontrar a nuestra hija así, cuando te vimos tan herida, temimos lo peor, obviamente tu padre comenzó a averiguar lo que paso, aunque no entendíamos toda la situación en sí, supimos quiénes eran los responsables. Tu padre quería que pagaran por ello pero cuando nos suplicaste irnos, no tuvimos corazón para negártelo, respetamos tu decisión de no hablar del tema, y nos tranquilizó saber que no te habían dañado de-titubea- de otra manera-dice- tu padre y yo estábamos dispuestos a cuidar de ti, así que cuando pediste que nadie supiera nada de nosotros, él se encargó de todo para que tu estuvieras bien, aun así supimos que ese chico te busco por un tiempo, ¿Hicimos mal?-pregunta angustiada y yo niego. 

No les recriminaría por ocultarme, porque yo se los pedí desde un principio, yo no les conté nada así que ellos solo me cuidaban de la manera mejor posible y agradezco que lo hicieron aunque malinterpretamos todo.