Abro los ojos y ya no está a mi lado, parece que hace tiempo que ha salido de la habitación ya que no hay desorden alguno, me levanto y rápido me dirijo al espejo, mi cabello está todo despeinado y creo que aún sigue un poco húmedo puesto que anoche ni siquiera lo seque adecuadamente, bajo la mirada y entonces veo un montón de productos de hombre, perfumes caros, fijador de cabello y más, y para ser honesta me es emocionante estar aquí, e imaginar que quizás pronto nuestras cosas permanecerán en una misma habitación, aunque él parce haber empezado a conseguir productos de pareja como las batas de anoche, antes de salir del baño me mostro las nuevas batas que había ordenado, una para él y una más pequeña para mí, ambas tenían una T y una H juntas en representación de nuestros apellidos. Cuando volvimos a su habitación tomo de uno de los cajones de su armario un par de pijamas con diseños iguales lo que me pareció de lo más lindo y encantador, aunque lo más increíble fue cuando salí con ella puesta y en él se formó una preciosa sonrisa.
Acomodo la cama de una manera rápida pero eficaz. –Será mejor si vuelvo a mi habitación por el balcón ya que puede que Grace haya venido temprano y si me ve salir de aquí entonces terminara llevándome al hospital para un ultrasonido- abro la ventana para poder salir pero antes de cerrarla coloco el seguro de la misma para que no se abra con el viento, camino rápido ya que hace frío pero en el momento en que trato de abrir la ventana esta se atora. –No te pases destino, no me juegues de esta manera- la ventana de mi habitación también parece tener el seguro, no abre, no abre por nada. –De acuerdo Venus, está bien, estoy segura de que tarde o temprano van a querer hablar contigo y es entonces cuando te encontraran- lo peor de todo es que las ventanas no permiten que el sonido entre fácilmente, además las cortinas gruesas no ayudan de mucho para poder echarme a gritar.
Me acerco a la orilla y no creo que saltar sea mi mejor opción ni mucho menos romper el vidrio ya que creo son especiales lo cual evita que se rompan.
…
Creo que saltar ahora parece mi mejor opción, no sé cuánto tiempo tengo aquí muriendo de frío, solo sé que he dejado de sentir la nariz y la punta de los dedos, así como mi garganta ha comenzado a arder de tanto gritar por ayuda. He como he calculado quizás llevo una hora, una hora en la que nadie se ha preguntado por mí.
-Hola preciosa- su voz nunca me había parecido tan angelical como en este momento, Dave ha salido al balcón y creo que habla con una de sus tantas conquistas, sonríe y el celular cae de su mano al verme. –Cuñada, pero ¿Qué haces aquí?- se acerca de inmediato colocando su bello y cálido abrigo sobre mis hombros, agradezco de inmediato aunque no tengo idea de si lo he dicho en voz alta o solo en mi mente, pronto pasa una mano bajo mis rodillas y la otra por mi espalda cargándome al interior de la habitación de la que huía. –Sean ha creído que has salido de la casa así que salió a la empresa por un asunto importante. Estaba preocupado porque desapareciste de repente así que me pidió que esperara aquí a que volvieras y después le avisara- mi cuerpo parece no calentarse en lo absoluto, mi corazón late con más tranquilidad y en serio que estoy tan agradecida.
-Gracias Dave- me guiña un ojo y sonríe.
-No hay de qué, somos familia ahora así que es mi deber como tu cuñado favorito cuidar de ti, pero ¿Quieres ir al hospital? ¿Llamo a un médico?- frunce el ceño de repente y coloca una mano en mi frente mientras ve su reloj de mano como si eso fuese a darle mi temperatura, no puedo evitar sonreír ante tal acto tan tierno.
-Oye, pero ¿El reloj va a darte…?-.
-El pulso con exactitud- arqueo ambas cejas ante tal expresión de médico profesional. Es bastante lindo y tierno por exageración, aún me parece como si fuese un niño pequeño, aunque no del todo ya que tiene como a cien chicas como novias.
-Ya veo-.
-Bueno, llamare a Sean para decirle que tu…-
-¡No! Por favor, no le digas que yo estaba en la terraza- se cruza de brazos como si me recriminara el hecho de que quiero que le mienta a su hermano. –De acuerdo, no es humano de mi parte pedirte que mientas así que lo haré yo, yo le llamare y…-.
-Pero qué tanto dices cuñada, le he mentido a mi hermano desde mi primer día de vida, recuerda que soy tu cuñado favorito y por lo tanto le diré que estabas conmigo en una fiesta… Ah, no, lo siento, le diré que has ido a ver a tus amigas- sonríe y parece que ya está llamándole porque no deja de mirar al celular. –Pondré el altavoz- dice en voz baja y en el primer tono responde.
-¿Ha llegado?- cuestiona de inmediato.
-Así es, al parecer había quedado de verse con sus amigas-.
-¿Campbell y Lawson?- su pregunta parece más de sorpresa, carraspea su garganta y guarda silencio.
-Así es-.
-Bien. La reunión está por terminar así que volveré pronto. Y gracias Dave- la boca de Dave cae entreabierta de pronto, no tengo idea de porqué, cuelga y…
#2784 en Novela romántica
#885 en Chick lit
amor a primera vista, amor en la oficina, misterio romance terror y locura
Editado: 25.12.2019