XIII. Día libre

Ashley

Al fin terminó la semana con el turno nocturno, por lo que tendremos dos días libres. Estaba pensando que serán nuestros primeros días libres como novios y estoy muy emocionada porque podremos tener una cita como pareja. Lo sé, parezco una adolescente, pero en mi defensa, es mi primera relación, ¡mi primera cita! Quiero disfrutar cada momento de la mejor manera.

Salimos del hospital y nos dirigimos a casa a descansar para renovar las fuerzas y poder pasar un tiempo agradable juntos.  

Me levante a medio día, me di un baño y me arregle un poco, quiero verme bien. Salgo y no escucho ningún ruido en la casa, así que me dirijo a la cocina a preparar un almuerzo saludable. Estoy cocinando cuando John entra a la cocina, viene de haber ido a ejercitarse.

- Huele delicioso. –

- Estoy preparando el almuerzo, pronto estará listo. –

- Iré a darme una ducha y bajo. –

- Está bien, date prisa. –

Prepare la mesa y deje todo listo para cuando John baje podamos almorzar. Me agrada poder cocinar para él, agregando comida saludable para cuidar de su salud. Sé que debo regresar ya a mi casa y tengo planeado hacerlo la próxima semana, creo que ya estoy preparada para ello. Voy a extrañar estos momentos, pero es lo correcto que regrese a casa.

- Ya estoy listo. –

- Que bueno, ven a sentarte. –

- Gracias. –

- Espero que te guste. –

- Tu forma de cocinar siempre ha sido de mis favoritas. –

- Me alegra escuchar eso. –

- Estaba pensando, ¿qué e parece, si después de almuerzo, vemos una película? –

- ¿Con poporopos y todo? –

- Así es, para relajarnos y recuperar las energías. –

- Me parece perfecto. –

- También quería preguntarte algo. –

- Si, dime. –

- ¿Me harías el honor de salir conmigo el día de mañana? .-

- ¿Es una cita? –

- Jajaja, si Ash, es una cita. –

- Entonces, claro que si acepto. –

- Gracias, te aseguro que no te vas a arrepentir. –

- No me cabe la menor duda. –

- Ahora termina de comer y yo recogeré y lavaré los platos en lo que tu preparas la película que vamos a ver. –

- Claro John. –

Terminamos de comer y hicimos como dijo John. Él lavo los platos y yo prepare la sala para que estemos cómodos para ver la película. También prepare unos refrescos y poporopos. Escogí una película de acción con un poco de romance.

John se acomodó en la sala y yo me coloqué a su lado, a lo que el me jalo y me colocó sobre su pecho y vimos la película disfrutando de la compañía del otro. Al terminar la película decidimos ir a dormir temprano para amanecer en perfectas condiciones para el día de mañana. Quedamos que nuestra cita empezaría a las nueve de la mañana.

Me costó un poco dormirme, ya que la emoción era demasiada, pero logre descansar lo suficiente. Me levante temprano, me bañe y me arregle para nuestra salida, me vestí con un jean que se ajusta a mi figura y una blusa que me da un poco de elegancia y unos tenis de vestir, que me gustan mucho. Ya que John me dijo que debía de ir con zapatos cómodos. Me aplique un maquillaje ligero y natural. Me panche mi pelo y ahora estoy lista para mi cita.

Voy bajando las gradas y alcanzo a ver a John poniendo la mesa y ya tiene listo el desayuno. Esta con un pantalón casual y una camisa fit que se ajusta a su figura viéndose completamente sexy, y no puedo evitar comenzar a babear, en eso interrumpe mis pensamientos:

-Buenos días, Ash, cuando termines de admirarme puedes venir a sentarte para que podamos comenzar después nuestra cita. – y pone una sonrisa burlona y yo me sonrojo y me apresuro a la mesa.

- Gracias por el desayuno. –

-Fue un placer prepararlo para una chica tan hermosa. Por cierto, te ves perfecta. –

- Gracias. – Y no puedo decir nada más de los nervios.

Terminamos de comer entre platicas ligeras, recogemos todo, nos cepillamos los dientes y estamos listos para irnos. Así que John me toma de la mano y salimos y nos subimos al auto.

- ¿A dónde vamos? –

- Es una sorpresa, así que ten paciencia, y para que lo sepas no te voy a decir, aunque insistas todo el camino, así que, ni lo intentes. –

- Está bien, esperaré pacientemente. –

Por más que quiera saber no me queda más que fijarme en el camino y veo que nos estamos alejando de la ciudad. Luego entra en un callejón y puedo ver a lo lejos una cabaña hermosa que se encuentra al lado de un lago.

- ¡Es hermoso! ¿Cómo conoces este lugar? –

- Escuche hablar de él de un amigo y me pareció perfecto para nuestra primera cita. –

- Has escogido a la perfección. –

Entramos a la cabaña y me pareció perfecta para la ocasión. Primero fuimos a dar un paseo por los alrededores, caminando de la mano y disfrutando de la diversidad de flores. Fue muy romántico. Regresamos a la cabaña y refaccionas unas frutas que ya estaban preparadas en el lugar.