Tomé de su sangre, su sangre no sabía tan bien como la de Blake aún así era aceptable.
Paso su dedo por mis labios limpiando los restos de sangre. Luego poso su mano sobre mi cuello.
-Se ve mejor así--dijo acercándose más a mí.
-Un no me has dicho tu nombre--pregunte sin apartarlo.
-James.
Sentí un tirón en cuello, cuando me di cuenta Jaicob estaba tirado sobre el césped y Blake estaba con los ojos rojos y con los colmillos sobresalientes.
-No la vuelvas a tocar. Ella es mía.
Se acercó a él y coloco su pie sobre el cuello de Jaicob.
-Basta.--Grite. El se volteó hacia mí.
-Te advertí que yo soy vengativa. No me gusta las mentiras, tú dijiste que me protegerias y que le harías pagar, yo te creí y al parecer ese fue mi gran error confíe en ti. Porque dime si tienes alguna excusa.
Vino hacia mí a una velocidad impresionante, me tomo de la cintura y me levanto, volvió a correr, llegamos a una habitación tenía muy marcada el estilo varonil soltero, era muy bonito.
-Solo dame tiempo--Dijo aplastando me contra la cama. ¿Por qué tiene que hacer estas cosas conmigo?
-Dos semanas, no te puedo ofrecer mas.--dije firme.
Me sonrió.
-Eres dura de roer.
-Tienes razón.--No me dejaría intimidar solo porque estaba sobre mi cuerpo y su rostro muy cerca del mío.--Podemos entrenar.
-Por supuesto, pero tendrá un costo.
Sin mas me beso, sus labios me atacaron con todo yo no me quede atrás, cuando él supo que el aire me faltaba se apartó de mis labios mas no de mi cuerpo empezó a besarme el cuello y recorrer las curvas de mi cuerpo con sus manos, mi cintura, mis caderas y mis piernas una y otra vez yo lo único que hacía era disfrutar y tratar de contener mis gemidos de satisfacción.
-No sabes cuánto te deseo, quiero meterme entre tus piernas--guau es la primera vez que oigo decir palabras obsenas.
Además me dio confianza para cambiar de posiciones. Estaba sentada encima de él.
-¿A si?--sería la primera vez que haría esto así que espero hacerlo bien, empecé a darle besos en el cuello trataba de imitarlo, le daba pequeños mordiscos ya que eso funcionaba bien cuando lo besaba. Supe que lo hacía bien cuando él soltaba gruñidos, pero él no se quedaba atrás seguía recorriendo mi cuerpo con sus manos.
Vi su intención de llegar mas allá.
-Aun no estoy lista--Me pare. Tuve la intención de irme.
-Duerme conmigo.--Me quede paralizada.
-Esta bien--respondí.
-No importa cuántas veces muera siempre volveré cuando la humanidad me necesite.--Grite antes de que me clavara una espada en el corazón.
Me levanté de un golpe de la cama. El pecho me dolía mucho sentí como si me lo unieran clavado a mí.
-¿Qué pasó?--preguntó Blake.
-Tuve un sueño.--le conté lo que soñé.
-Voy a averiguar que está pasando.
-No es la primera vez que tengo un sueño así.
-¿Por qué no me lo habías dicho antes?
-Porque no lo creí importante.
-Esta bien, ven volvamos dormir.--No puse resistencia cuando me rodeó con sus brazos acercándome a él.
Cuando desperté Blake ya no se encontraba a mi lado.
Umm...que habrá pasado.
Justo Blake entra hablando por teléfono.
-No quiero excusas, quiero que lo traigan a salvo.--finalizo la llamada.
-¿Qué sucede?--pregunte.
Soltó un bufido.
-Tú hermano--solo eso bastó para que me alterará.--lo secuestraron, fueron los mismos que secuestraron a tu amiga.
Deje de sentir mi corazón latir. Esto no podía estar pasando ¿Cómo estarán mis padres? Esto los derrumbara por completo él aún era un bebé, no es posible.
-¿Cómo es que sucedió?--pregunte con la mirada perdida.
-Mataron a todos mis hombres al parecer fue algo planeado durante mucho tiempo.
-No. Lo tengo que recuperar.--Ahora lo miré a los ojos--Dime que puedo hacer quiero a mi hermano de vuelta.
-Yo me encargaré, tú solo quédate a salvo.
Y salió de la habitación.
Claro me voy a quedar aquí esperando que pasa, no señor yo recupero a mi hermano porque sí.
Me puse de pie y me fui al jardín caminé hasta aquel árbol en el que me secuestraron.
Tenia la leve sospecha de que habría algo relacionado con mi hermano.
Y aserte ya que en el césped junto al árbol se encontraba una hoja doblada en dos.
La levante y abrí, me sentía a flor de piel.
Hola,
Sabes que tu hermano nos interesa te queremos a ti, así que por esta ocasión decidimos piadosos y darte la oportunidad de cambiar lugares con tu hermano tú decides o si no le pasaron cosas malas a tu hermanito, decide tienes tres horas, solo avanza por el camino marcado al costado de los girasoles. Lo olvidaba creo que está de más advertirte que vengas sola.
Tu fiel seguidor.
Díganme intuitiva, pero lo sospechaba y por supuesto que lo haría era mi hermano y apenas era un bebé no lo dejaría solo.
Así que como la estratega que soy, bueno que me creo ya había alistado algunas armas como flechas, cuchillos y boomerang.
Seguí el camino indicado, estaba segura de que nada bueno me esperaría al final de aquel camino.
La brisa se sentía como uno de esos días en los que prefieres no salir de casa, un pequeño llanto me hizo buscar de donde provenia, miré hacia arriba, entre las ramas de un árbol se encontraba un hombre con una máscara y entre sus brazos tenían a un bebé, me tomo tiempo reconocer a mi hermano, pero al fin y al cabo él estaba ahí.
-Dame a mi hermano, ya estoy aquí.
Me miro frívolo.
-No tengo a donde ir, eres un vampiro y yo una humana, no llegaría muy lejos.--dije lo obvio.
Sin mostrar sentimiento alguno me lo entrego.
Revise si cuerpo por si tenía algún tipo de lesión, gracias a Dios no lo habían lastimado.
-Quiero ir al baño.--dijo mi hermano, que oportuno que es, tengo la oportunidad de una ventaja para sacar mis armas. Lo adoro.