Me sentía muy triste, Sebastián me engañó yo lo supe desde el principio pero termino convenciendome, lo sentí sincero y eso me hace sentir peor aún, de Mateo no me sorprende si el me odia; pero al fin entendí que debo dejar de quererlo y debo odiarlo. Estos dos días Sebastián a venido para explicarme o me a llamado pero decidí ignorarlo y no escucharlo.
Ya no voy a seguir llorando por culpa de ese imbécil, suficiente tengo con la enfermedad de mamá que ya no podrá seguir trabajando y me tocará a mi comenzar a hacerlo y las apariciones de Roberto que sólo son para jodernos más todavía.
Hoy era lunes y me tocó volver al Instituto, al llegar fui abordada por Sebastián.
- Tami debemos hablar- me dijo triste.
- yo contigo no tengo nada de que hablar- seguí mi camino pero el insistió.
- por favor te juro que todo no fue mentira- me suplico.
- No me importa chulo, me da igual- le respondí con mucho odio.
Al llegar al salón Paula se me acerco para burlarse.
- uuy pobrecita la pobretona le jugaron una broma ja ja- todos reían.
- es que ella también es estúpida, como pudo pensar que el guapo de Sebas se iba a fijar en ella- repondio Samanta una de las amigas de Paula. No aguante más.
- les interesa mucho mi vida?- pregunté fastidisda.
- Ja ja no que va, es que sos tan mediocre que nos causa mucha gracia- dijo Paula y ya no aguante más; me le tiré encima y le jale los pelos.
- ARTA ME TENES MALDITA OXIGENADA!!!- grité furiosa dándole bofetadas.
- Ahí!!!.....que alguien me ayude- todos se quedaron mirando shockeados y nadie se acercaba, hasta que entró la profesora.
- hay por Dios que alguien pare esto!!- grito sorprendida.
Y sentí unas manos abrazando mi cintura, que me sacaban de encima de Paula.
- Ya basta porfavor- me dijo quien me abrazaba.
- SUELTAME!! No quiero que tu me toques!!- grité enojada mirando con odio a Mateo. El me miro triste y asustado por mi reacción.
- Señorita Hidalgo, ya a dirección!!- grito la profesora y muy enfadada me fui de clases. Como era obvio el director me regaño dejándome como única responsable de todo, y que si yo volvía a meterme en problemas me expulsaria. Llena de odio me diriji a la salida del Instituto y estaba Mateo esperándome.
- Como te fue?- pregunto preocupado.
- Que te importa!!! Ve corre con la MALDITA OXIGENADA!!- lo empuje y seguí mi camino.
- para!! Tamara debemos hablar-intento sujetarme.
- No me toques!! Yo no quiero hablar contigo, al fin lo lograste Te Odio más o igual que tu a mi!!!- le grité muy enojada y vi como su cara mostraba mucho dolor pero lo ignore y me fui.