¡siempre tu!

Capitulo 6

Cristian 

Necesitaba saber más de ella, desde ese día en la biblioteca, no dejo de pensar en ella, es tan sarcástica y molesta, pero también es hermosa y diferente.

-¿Pensando en tu nueva víctima amigo?- la voz de Connor saca de mis pensamientos, estábamos en nuestra habitación de la recidencia.

-Por ahora no hay ninguna- hable de forma aburrido con el balón en mis manos lanzandolo arriba y abajo uno y otra vez.

-Recuerda que tenemos entrenamiento a las 5, no llegues tarde está vez porque si no el entrenador te castrara y ya no habrá pequeños Cristian por ahí- dijo entre risas, mientras caminaba hacia la puesta para irse- Nos vemos luego.

Y se había ido de la habitación, este día no puede ser más aburrido.

Escucho mi celular sonar en la cama, veía el nombre de Vivian en la pantalla, esta chica no se cansaba de llamar. Tiene que entender que no quiero nada, solo fue una noche cuando me acosté con ella y eso fue hace tres meses 

Somos irresistibles.

Dime algo que no sepa querida conciencia.

Respondí el teléfono unos segundos más tarde.

V: hola crisi. Me puedes abrir por favor.

Esperen ¿Dijo abrir? Significa que está afuera, ay no este día va mal.

Colgué el teléfono, dejándolo en la cama para abrir la puerta, al abrirla ví la cara de esta chica rubia, no lo puedo negar es bonita pero no tendría nada serio con ella, solo sería para una noche. 

-Hola crisi- hablo con su voz chillona y desesperante.

-Hola.

-Veo que estás solo en tu cuarto- dijo acercándose un poco más hacia mi.

Ya sabemos a dónde va esto, prepárate.

-Si, Connor se fue a buscar alguna chica por ahí, ¿Que haces aquí?

-Vine a verte, es más que obvio y no lo sé tal vez tener que hacer algo divertido. - hablo con su voz seductora acercándose unos pasos más a mi.

Se acerca para tomar el borde de mi camisa y jalarlo hacia ella, haciendo que nuestros labios se unan provocando una fuerte sensación de querer que la follara. 

El beso es intenso, necesitaba distraerme un poco así que aprovecharé está situación. Tomó sus muslos, los aprieto, y la cardo juntando la en mi cadera, camino lentamente hacia la cama sin siquiera separarnos,  esstando la cama le quitó su blusa lo más rápido posible, ambos estamos calientes como para no necesitar esto. 

El tiempo pasó y lo había hecho con ella, no entiendo porque, pero no ayudo a olvidar de Marisol, necesitaba más de ella, escuchar su dulce voz. 

Ya caiste en sus garras 

Callate.

¡Te gusta! 

No. Es solo atracción, la quiero por una noche y ya, como a vivian.

Tu no engañas a nadie. 

Tu apareces solo en los malos momentos querida conciencia, aveces eres irritante.

Auch, una apuñalado en donde no me importa 

-¿Que piensas?- la voz de Vivian hizo que mis pensamientos se esfumaran y con ellos mi conciencia

-En nada, es hora de irte, tengo entrenamiento- ella puso los ojos en blanco, se levantó de la cama y se puso su ropa, así mismo saliendo de la habitación. 

Después de unos minutos ella se fue y yo también, llegaba tarde, otra vez.

Marisol.

La semana transcurrió tranquila, por suerte solo fue semana de presentación, así que no hay que preocuparse. 

Mi madre estaba estética como siempre, siempre me llamaba y me preguntaba si seguía viva como todos los días. La entiendo pero aveces puede ser agobiante.

Era viernes, salí a caminar en la mañana ya que no pude dormir tranquilamente. Mientras caminaba podía observar a personas salir de sus habitaciones a correr o ir al gym como de costumbre me imagino.

Al caminar ví a lo lejos a el, el desesperante chico (el todas mías), se que suena raro pero lo es admitanlo. El iba corriendo, vestía de shorts, con una camiseta negra deportiva y con auriculares , el no me había visto, así que no le tomo importancia, lo menos que quería era encontrarme que el imbécil.

Camine tranquilamente por un tiempo, hasta que note que el me volteo a ver. Mis nervios aumentaron y no se porque

Si no respiro no me ve, si no repiro no me ve.

Que lógica conciencia.

Eso te puede ayudar como modo de supervivencia, piénsalo si y luego hablamos.

Venía hacia mi, caminando lentamente, mientras lo hacía pude notar una pequeña sonrisa en su rostro, aunque no entiendo porque pero me pareció linda.

Concéntrate mujer.

Cierto, gracias.

-Hola- su voz ronca y un poco agitada me sacaron de mis pensamientos-no pensé ver a una damicela caminando sola a las 6 de la mañana

-Y yo pensé que mi día iba hacer perfecto pero lamentablemente te Vi y ya no lo es.

-JAJAJA El sarcasmo te sienta de maravilla, ¿Lo sabías?

-Claro que si, es parte de mi naturaleza.

-Podria ser una teoría, así que dime bella dama, ¿Que haces aquí tan temprano?

-Caminar, obvio 

-¿Podrias dejar un poco la ironía?

-Mmh, llegó hacer desesperante lo sé, te propongo una tregua, cero insultos y sarcasmo de mi parte, y de tu parte cero coqueteo, ¿Trato?

Al proponerlo, no sabía que estaba pensando, para empezar yo no estaba pensando, pero mi cabeza lo hizo razonablemente, le extendí la mano comos señal de paz, la aceptó rápidamente.

-Trato- hablo mientras estrechaba mi mano contra la suya- así que cuentame de ti pequeña Joey.

-¿Que necesitas saber?

-Edad, carrera, nacionalidad, ¿Por qué decidiste venir aquí?, Sería algo para empezar.

-¿No quieres saber mi tipo de sangre también?

-Dijsite que no sarcasmo.

Uhhhh.

-Esta bien. Tengo 18, estudio comercio internacional, nacionalidad mexicana y es una larga historia el por que.

El no necesitaba saber la verdadera historia, nadie sabía a excepción de mi hermana y así se iba a quedar.

-Tengo tiempo

-No. Ahora mi turno, las mismas preguntas.




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