Capítulo Nueve

Oscuridad

mini maratón 1/2 
 

Lucas

Estaba sentado comiendo un tazón de palomitas cuando mamá salió gritando de la cocina porque supuestamente alguien me estaba llamando por teléfono, quien osa interrumpir mientras veo al poderosísimo Harry Potter, al tomar el teléfono vi que era nada más y nada menos que la insoportable de Daniela, así que respondí:

-Se que estas impaciente porque llegue, pero todavía falta, ¿no crees?

-Oye no te hablo porque yo lo desee, es porque mi hermana quiere que venga tu hermano.

Y fue ahí donde quedé como menso y no pude hacer otra cosa que actuar modo serio.

Después de un rato de conversación y pedir permiso me dispuse a seguir viendo a nada mas y nada menos que Harry Potter porque dios es una tremenda joya y escuché a Ian gritar que no lo viera sin él.

-Demasiado tarde querido -respondí.

-Donde no me dejes ver te juro que le grito a mamá que me estas pegando.

-No te va a creer.

-Ya veremos dijo el ciego -y sin más le grito a mamá y como tonto le tape la boca.

-Vale tu ganas -y sin más reinicie la película.

Después de dos horas y cinco tazones de palomitas y repetir cada dialogo a la perfección me tuve que ir a bañar, no es que no me guste, pero hoy específicamente tenía una flojera inmensa, pero pues ya que otra quedaba.

Cuando regrese vi a mi hermano vestido con traje, algo raro porque solo íbamos con su amiga y con su nefasta hermana.

-¿A dónde tan peinado? -di una sonora carcajada.

-Voy a ir contigo para apreciar a la niña mas bonita del mundo.

- ¿Te refieres a Yamil?

-Ni modo que a quien, menso.

-Vale, eso quiere decir que la niña de ojos grises te gusta.

-Nooooo, es mi mejor amiga y es a quien más aprecio porque déjame contarte que tiene un excelente gusto, porque le gusta nada mas y nada menos que Harry Potter y eso la hace mi mejor amiga.

-Vale, pero ¿no es mejor que vayas cómodo?, te ves todo apretujado con ese traje.

-Como dicen las mujeres "la belleza cuesta" y para ella quiero lucir guapo.

-hablas como señor de sesenta años.

-no me ofendas, escuincle, es que tú no sabes apreciar la belleza y lo que uno hace por sorprender a una dama que es de tu agrado.

En ocasiones le salía el modo viejito enamorado.

-Aja, ahora soy yo, para tu información conozco al derecho y al revés esa tontada del amor y déjame decirte que no todo en ello suele ser lo que parece, todo es una ilusión.

-Mucho hablar y poca acción, ponte guapo para que veas a su hermana que quieras o no ella también es bonita y se ve que te gusta.

-Ya quisieras que esa niña me guste -Puse los ojos en blanco.

-Claro que te gusta, porque ni bien la mencione pusiste ojos de chivo a medio morir, los jóvenes de hoy en día son más tontos de lo que parecen.

-Oye, no me digas tonto y no me gusta.

-Ya veremos sino te gusta, te daré unos veinte días para que sigas diciendo que no te gusta y si te gusta me invitas todo lo que quiera.

-Acepto, al fin y al cabo, terminare ganando yo.

-Ya rugiste león, aunque no cantes victoria tan pronto querido hermano, todo puede pasar.

Al primer paso dado fuera de la casa, todo lo de mi alrededor se tornó de un color oscuro y lo único que escuche fue a Ian gritarle a mamá de ahí todo perdió el más mínimo sentido para mi.

Cuando desperté la habitación era completamente blanca con un aparato haciendo un ruidito, a la única persona que vi fue a mi madre sentada a mi lado.

-¿Qué fue lo que paso?-pregunte

-Que te desmayaste, ¿te sentías mal? -pregunto con tono serio.

-No, simplemente sentí dar un dolor cerca de la nuca y se intensificaba a cada momento, pero no pensé que llegaría hasta aquí.

-Tienes muy preocupado a Ian, se asustó mucho y también yo, no seas necio y cuando te duela algo dime, porque estas en vigilancia y se te debe de estar monitoreando.

-Valeee -puse los ojos en blanco y pregunté- ¿Qué dijo el doctor?

-Te tienen que hacer una tomografía computarizada de la cabeza para cerciorarse de que el golpe no te haya causado alguna contusión o algo así.

-Vale, los doctores se volvieron a salir con la suya esta vez, pero a la próxima no los dejaré.

-Sigue así de terco por eso no dices cuando te sientes mal y te desmayas por tenerle pánico a los doctores.

-Pero es que como no tenerlo desde que llegamos aquí no paramos de ir a verlos y que si no son estudios de sangre es otra cosa, es obvio que les tenga miedo porque antes puro tecito y miel con limón y ahora puro doctor.

-Sabes que es por tu bien, después de aquello -hizo una pausa- era mejor que te empezara a llevar y lo sabes muy bien.

-Claro que lo sé, pero eres demasiado paranoica.

-No es paranoia, es querer saber que estas bien, así como esta Ian, que gracias a dios el ha salido bien pero tu eres el que más me preocupa.

-no te preocupes, después de todo, todos debemos morir tarde o temprano así que mejor no saber nada y continuar con una vida tranquila.

-No digas eso y es mejor que te revisen no quiero que vayas a tener algún problema.

-Es como decían "mejor morir y no saber de qué, que vivir con miedo a morir por saber el que" así que tranquila.

-No hijo, tu me preocupas y se te va a hacer lo que sea necesario para saber que realmente estas bien.

-pero, que pasa si tengo algo, ¿me lo dirás?

-¿Para qué?, para que intentes quitarte la vida o ¿para qué?

-Simplemente para saber, no haría una locura como eso -bueno tal vez si paso por mi mente, pero no ahora.

-Tal vez, pero no sería tan fuerte para decírtelo, no tengo corazón y preferiría que vivieras sin saber.

-Vale, pero sabes que soy bueno investigando con lo que me propongo así que mejor tendrás que decirlo y ya decidiré yo que hacer.

-Claro que lo se y eso es a lo que más le temo, pero por el momento no pensemos en eso y confiemos en que todo saldrá bien.