Siete Lunas

08.Impacto

—¡Ya volvimos!—anunció Karen, parada en la puerta de la entrada.

—¡Que frío!—dijo Sachi titiritando— Camina tonta, se me congela el trasero—empujó a la chica que parecía inmune al aire helado.

—Bienvenidos jóvenes—El mayordomo de nombre Dorian sirvió un plato de galletas y leche caliente frente a la chimenea del salón.

—¡Se ve delicioso!—Karen se apresuró a probar la comida y llenó sus mejillas con galletas, parecía una ardilla.

Riley salió de la librería y evadió la mirada de Karen—Me voy a mi habitación, buenas noches—dijo con voz suave.

—¡E..espera Ril!—la pelinegra trató de hablar con la boca llena de comida y se apresuraba a tragar para seguir a su amiga.

—¿Si?

—¿Puedo ir a tu habitación?—preguntó—Es que siento que nuestra conversación en el acantilado se quedó a medias.

La pelirroja endureció la mirada, sus ojos mostraban algo de preocupación, confusión, duda e inquietud.

—Ven conmigo—Riley tomó la mano de Karen y la guió hasta su habitación. Cerró la puerta con cerrojo y abrió su laptop, buscó una carpeta con el nombre "Caso de Anidación de Cuerpos", que contenía fotos y documentos.

—¿Qué es eso?—Karen se acercó a la pantalla, tratando de distinguir las fotos en miniatura. Su mente luchaba por encontrar una explicación a lo que veía, pero cada intento solo aumentaba la perturbación en su imaginación—¿Son... son cuerpos? ¿Eso es... sangre?—su rostro comenzó a perlarse de sudor, mostrando una expresión de confusión y repulsión.

—Voy a ampliar la imagen, pero te advierto que no es nada agradable. Es una escena brutal, obra de un psicópata—dijo Riley, con su rostro iluminado por la luz de la pantalla de la computadora y rodeado por la oscuridad de la habitación.

—Espera, ¿un psicópata dices?

La pelirroja abrió la imagen y la piel de Karen se erizó por completo, volviéndose pálida como un papel. Sus pupilas temblaron y llevó una mano a su boca para contener las náuseas.

—Este es el caso del que te hablé antes. Sucedió hace tres años en el pueblo de Eón, a 75 km de nuestra universidad—explicó Riley, mientras pasaba las imágenes que se volvían cada vez más repugnantes—. Causó conmoción en la región por lo aterrador que fue.

—El pueblo de Eón... ¿Ese no es el lugar donde vivían...?—la voz de Karen temblaba.

—A Sachi, Darcy, Madeline, tu hermano y a mí nos interrogaron varias veces los de la policía. Todos los estudiantes de nuestra preparatoria fueron cuestionados, pues uno de nuestros compañeros de clase fue una de las víctimas. Esto sucedió cuando estábamos en tercer año.

—Esto es horrible...

—Tú vivías con tus padres en esos tiempos, por eso no estabas al tanto.

—Kenny decidió quedarse en la casa de los abuelos cuando fallecieron. Yo volví a Madrid con mis padres, pero... esto es... algo muy... ¿quién podría cometer algo así?

—El 5 de abril encontraron el cuerpo de un hombre en un garaje abandonado. El olor descompuesto atrajo a un anciano que paseaba a su perro y descubrió el cadáver. Al principio parecía un hombre obeso con extrañas hinchazones por todo el torso y las extremidades. Su piel estaba tan estirada y tensa que parecía a punto de reventar. Pesaba 163 kg, y la autopsia reveló que no era solo una víctima—Riley buscó un documento, un periódico de hace tres años, donde resaltó un párrafo marcado en amarillo que decía:

5 de abril de 2020 "Triple Matrioska": Horror en la escena del crimen.

[Eón]-La policía local se encuentra atónita ante un macabro hallazgo que ha conmocionado a la ciudad. En una vivienda deshabitada del barrio de Marba, los agentes encontraron los cuerpos de tres personas, mutilados de una forma que recuerda a las famosas muñecas rusas, conocidas como "Matrioskas".

El primer cuerpo encontrado fue el de William Alondra, de 49 años. Su cuerpo había sido vaciado, despojado de órganos, huesos y músculos. El horror se multiplicó al descubrir que dentro del cuerpo de Alondra, se encontraba el cadáver de Cesar Villanueva, un adolescente de 18 años. Villanueva también había sido sometido al mismo proceso de evisceración, y dentro de su cavidad estomacal se encontró el cuerpo de la pequeña Emili Frons, de 5 años, en un estado similar.

Al lado de la escena del crimen, se halló una silla donde descansaba una muñeca rusa bañada en sangre, lo que ha llevado a los investigadores a sospechar de una posible conexión con el macabro ritual.

Las autoridades se encuentran investigando el caso, tratando de encontrar pistas que puedan dar con el responsable de este acto salvaje. Los vecinos del barrio se encuentran consternados y aterrorizados, mientras la ciudad se pregunta quién pudo ser capaz de semejante barbarie.

Se solicita la colaboración de la ciudadanía. Si usted tiene alguna información que pueda ayudar a la policía, por favor contacte al número [####].




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.