¿Han escuchado alguna vez el mito de la media naranja?, se los contaré.
En este mito Platon esponia una teoría de aristofanes en la que contaba el origen de los seres humanos, sólo que este ser humano era un tanto diferente al actual. Este ser humano era un hombre de cuatro piernas, cuatro brazos, dos caras y una sola cabeza; es decir dos personas en una. Según la teoría de Aristofanes explicada por Platon, estos seres podían estar compuestos por dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer, que era el que se conocía cómo "androgino".
Debido a la fortaleza que tenían estos seré humanos originarios, Jupiter decidió restarles fuerza y, por eso, dio en el clavo con una solución: separarlos en dos. Así, el ser humano originario sería compuesto por dos seres que fueron separados para no competir con la fuerza de la divinidad.
Tal solución trajo grandes problemas al ser humano: ya que se sentía incompleto, que le faltaba su otra mitad. Condenandonos así a vivir nuestra vida 3n busca de ella.
Claro solo es un mito, pero este demuestra que algo tan horrible para nosotros, el destino lo puede convertir en algo hermoso. En mi caso mi enfermedad.
¿Han oído alguna vez el término insuficiencia cardíaca? Les diré que es: la insuficiencia cardíaca es una afección en la cual el corazón ya no puede bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo.
Sufro de ella desde que tengo ocho y tengo diesisiete, así que puedo decir que soy afortunada, he vivido más de lo que los médicos esperaban.
Durante años tomé medicinas para reducirla o extinguirla, pero al parecer no funcionó porque está tarde cuando estaba en el colegio he tenido un paro cardíaco de un minuto. Clinicamente estaba muerta, pero gracias a que me dieron reanimación reviví. Pero esto no es lo que importa, sino como el destino convirtió una serie de horribles sucesos en un encuentro con el que tal vez sería el amor de mi vida.