Simplemente guerrera

Capítulo 10mi primera vez

Han pasado unos días desde que Gianni se ha ido a pedir rehabilitación, pero tengo que esperar a que me avise para comenzar.

Sin embargo, ya he comenzado a hacer ejercicios en mi habitación e intentar dar un paso, pero no puedo dar ninguno. 
Siento un bloqueo emocional que no entiendo qué me sucede. 
Aunque me di cuenta de que en la cama puedo mover perfectamente la pierna que no está operado, cuando estoy de pie no puedo, parece como si fuera una piedra pesada .
Eso es extraño .

Gianni me dice que lo mejor es que tenga miedo, tenga mucha paciencia y que muy pronto, poco a poco, veré la mejora.

Eso lo dudo, porque me di cuenta de que no he mejorado con la operación. Tal vez con rehabilitación pueda mejorar.

Me quedo pensando si vale la pena ir a rehabilitación, porque no quiero perder mi tiempo.
Justo en este momento estoy sentada al borde de la cama mientras Gianni me sujeta por la cintura y me ayuda a levantarme para intentar dar un paso con el andador.
Por supuesto, mi pierna no está operada no responde, me siento muy frustrada y con ganas de llorar.

Después siento que Gianni comienza a acariciarme el pelo, diciendo que todo está bien, hasta que me doy cuenta de que estoy desquitando mi frustración con él. 
Simplemente me abraza sin decirme nada y luego le digo en lenguaje de signos que me dejara sola y se marcha de la habitación .

Me recuesto en el colchón, mirando hacia el techo, pero de repente comienzo a llorar. Cojo mi almohada y la pongo sobre mi rostro para que Gianni no me escuche.
Unos minutos más tarde, suspiro profundamente mientras me seco las lágrimas y me incorporo en el borde de la cama. 
Luego, me levanto con el andador, sosteniéndolo con más fuerza y pensando en las mismas palabras que dije antes. 
Intento mover la otra pierna hasta lograrlo, y comienzo a dar un paso poco a poco, lo que provoca una sonrisa en mi rostro.

Estoy muy contenta por lograrlo, por lo que le mando un mensaje a Gianni para que venga a mi habitación con una excusa de que necesito algo, pero en realidad quiero enseñarle lo que acabo de lograr.

Un rato después, entra Gianni sin pensarlo dos veces y comienzo a dar unos pocos pasos ante su mirada. Me mira con orgullo, sobretodo con una gran sonrisa.

Justo después de terminar de dar unos pasos, me siento en la cama y él se acerca a mí, diciéndome:

—Lo sabía, sabía que lo lograrías. Solo necesitabas vencer el miedo. Estoy orgulloso de ti, mi guerrera. Creo que no necesitas rehabilitación.

— Sigue mirándome con esa sonrisa y esa mirada mientras comienzo a agradecerle en lenguaje de signos

Bueno, veo que está oscureciendo, así que decido dar unos pasos más hasta que mis piernas se debiliten y casi caiga al suelo, pero Gianni me sostiene.

Sin embargo, mi peso no nos ayuda mucho y terminamos cayendo sobre la cama, mirándonos fijamente. Finalmente, nuestros labios se juntan y empezamos a besarnos como si no hubiera un mañana.

Por lo tanto, Gianni comienza a besarme el cuello hasta los muslos, haciéndome perder el control de mí misma. 
Pero mi lado atrevido quiere mucho más, así que decido empezar a levantarle la barbilla para besarle on el fuego ya expandido en nuestros cuerpos y 
Luego, Gianni se queda mirándome como si yo fuera algo preciado para él, notando un brillo de deseo.

De repente, se arrodilla y empieza a lamer mi vagina
lo cual me vuelve loca.
¡Dios mío, se siente tan rico!

De pronto él se levanta y se coloca algo de plástico en su miembro.

Me quedo confundida, preguntándome para qué sirve eso y también dónde lo tenía guardado.

Gianni se da cuenta de mi confusión y me explica que es un condón para evitar un embarazo y que lo había dejado sin querer en mi cajón.

Después de decirme esto, me pregunta si estoy segura de continuar con esto.

Rápidamente asiento sin pensarlo dos veces, él comienza a penetrarme mientras pasa sus dedos suavemente por mi humedad, haciéndome estremecer y me susurra palabras bonitas mientras nos besamos.

Así, como poco a poco, nos dejamos llevar por el placer y la pasión.
Como se dice una frase.

Hay canciones que, si cerramos los ojos, mágicamente se convierten en recuerdos.

 



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En el texto hay: policas, amor dulzura, familia engaño

Editado: 28.04.2024

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