Sin Arrepentimientos.

Sueño misterioso.

Luego de un día ajetreado en el colegio, Max y Nate se dirigían a  sus hogares. Nate aún se notaba alegre por la noticia que recibió por la mañana, mientras que Max aún se hacía el indiferente. Siempre camino a su casa pasaban por un parque, el único del pueblo, tenía un gran cartel que decía:

PARQUE CLIFFTON

Llevaba el nombre del fundador de ese pequeño pueblo, según las personas, había muerto ya hace muchos años, unos setenta años atrás quizás, pero nunca se dio noticia oficial de su muerte exacta. Su nombre era: Cliff Tonnat, un político jubilado a sus cuarenta y nueve años. El nombre del pueblo fue decidido por uno de sus hijos en un día ocasional. Max y Nate conocían bien la historia del pueblo, mas de lo que todos saben al menos. En ese parque se realizaban los festejos de aniversarios e incluso fiestas de cumpleaños para algunos de los niños de allí.

Los dos decidieron entrar un rato al parque y tirarse en el césped, solo para relajarse un rato antes de seguir su camino. La brisa que corría por los alrededores les provocaba aires de sueño que no podían obtener muchas veces por las noches. En cuestión de minutos, ambos cayeron en un sueño profundo. Max de repente se encontró de pie junto una casa vieja. Sus paredes estaban rasgadas, como si alguna persona hubiera pasado sus uñas por allí para evitar ser arrastrada. Se escuchaba los chirridos de las ventanas ocasionado por las fuertes corrientes de aire. Max no sabía que lugar era aquel, no había visto esa casa nunca en el pueblo eso es seguro. Al darse la vuelta observó a un hombre viejo caminar hacia él, casi con instintos animales. Max se sintió petrificado. Aquel hombre viejo llevaba un chaqueta de cuero vieja y muy usada, unos jeans azules rasgados un poco mas abajo de las rodillas y unos zapatos de vestir con suelas desgastadas. Max intentó moverse pero el hombre paso frente a el como si no estuviera allí. En ese momento pudo ver su rostro demacrado por la edad, tal vez unos sesenta y cinco años, sus ojos brillaban con lagrimas en ellos y definitivamente era él. Max recordó una de las fotografías que había en el colegio, el hombre se veía mucho mas joven en la foto, pero sin duda era él. Se trataba de Cliff. De un momento a otro escucho el sonido de alguien corriendo a sus espaldas, era alguien mucho mas joven por su agilidad.

Max no pudo visualizar su rostro, el miedo entro en él como si de morir se tratara. Decidió correr a la casa donde habían ya otras personas escondidas del hombre que estaba fuera.

—No temas, niño— Dijo una señora mayor que tenía a un niño en sus brazos— El nunca podrá entrar aquí mientras haya luz.

Max no sabía que decir, solo escuchó un ruido en una de las ventanas, la oscuridad no dejaba ver la cara de aquel sujeto. El hombre en la ventana empezó a darle golpes al vidrio pero este no se rompía. Luego de un momento se detuvo y dijo:

—Ven conmigo, Maximilian. Yo te cuidaré, solo ven…

—¿Quien eres?— Preguntó Max temblando muy asustado.

Aquel hombre no dijo nada, solo camino alejándose de aquel lugar viejo y casi derrumbado. De repente se dió vuelta, corrió tan fuerte, casi como una estampida contra la puerta. Max retrocedió y escucho:

—Max! Max! Despierta diablos, ¿estas bien?— Era Nate, Max ya había abierto sus ojos algo confundido por aquello que el no podía considerar como un sueño.



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En el texto hay: investigaciones, disparos, estudios

Editado: 24.04.2020

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