—Si, siempre ha sido el mismo remitente, parásito—dijo Oliver.
Todo aquello resultaba aún mas confuso que al principio, si de verdad eran dos personas, podría decirse que los objetivos no fuesen los mismos, pero, si solo era una, ¿Cual era el objetivo real?.
—Esto no tiene sentido—susurró Max—¿por qué todas las cartas que has recibido son de J-A?. La verdad creo que trata de confundirnos, o tal vez esté mas loco de lo que creemos. En todo caso, solo queda una semana para que se cumpla la fecha. Y si todas nuestras sospechas son ciertas, según las cartas, debemos matar a Joseph Adams.
Hasta ese momento, esas eran las conclusiones que tenían los cuatro. Pero aún había algo que faltaba por averiguar. ¿Que es lo que sabe James? se preguntó Max.
Estaban en un rincón de una cafetería en el centro del pueblo, dijeron que esa sería la última vez que iban a reunirse, hasta la fecha de la llegada de Joseph, pues, ese mismo día debían asesinarlo o, a alguien mas. Al salir, tanto Max como James se fueron juntos de inmediato, según dijo Max, intentaría averiguar que era lo que James sabía.
Por otro lado, Nate permaneció buen rato de pie junto a Oliver fuera de la cafetería.
—¿Como es que sigues vivo, Oliver?—Nate lo dijo en tonó de broma pero cambió su expresión al ver la cara de Oliver—ya han pasado varios días desde que recibiste la carta y… Bueno, aquí estas.
Oliver se encontraba fumando un cigarrillo, tardo casi un minuto en responder a Nate. No sin antes soltar una gran cantidad de humo en el aire.
—Y tu… ¿Como puedes saber si yo estoy vivo o no?—una gran sonrisa apareció en el rostro de Oliver mientras se daba la vuelta para irse.
Nate intentó decir algo mas, pero no salió ni una sola palabra de su boca. Se limitó a observar como Oliver se alejaba dejando el peculiar olor de cigarrillo en su camino.
Mientras caminaban a sus hogares, Max y James conversaban sobre el concurso, en el colegio se rumoreaba de que, al menos veinte estudiantes, estarían participando en la audición. Habrían tres jueces, Randy Cameron, el manager de Joseph. Por supuesto, Joseph sería también juez. Y por último, Kenny Tonnat, nieto de Cliff Tonnat y actual director del colegio.
Por un momento, la mente de Max se nubló y empezaron a aparecer recuerdos de aquella noche en su habitación. Se detuvo un momento algo confundido y recordó algo que había olvidado por completo. Justo antes de que James fuera golpeado por la roca, dijo que conocía a la señora White. Max inmediatamente fijo su mirada en James.
—Hey, Maxi, ¿estás bien?.
—James, ¿cómo conoces a la señora White?—preguntó Max rápidamente.
—¿Tu también?—dijo James confundido—Oliver llegó hace unos días a mi casa armando un escándalo y haciéndome un montón de preguntas raras. Al final tuve que decirle hasta donde vivía esa señora. El idiota hasta me apuntó con su arma.
—Deberías estar agradecido de seguir con vida, James—Max lo dijo con mucha seriedad y firmeza—el objetivo de Oliver era asesinarte, pero no lo hizo.
Siguieron caminando hasta que cruzaron por la casa de James y se detuvieron. Dijeron que irían el día siguiente, después de clases, a la casa donde solía vivir la señora White. Max le avisaría a Nate por mensaje de Texto o, lo llamaría mas tarde para mantenerlo al tanto de todo.
Max, al llegar a su casa, vio y escucho una noticia que lo enmudeció por completo, al igual que a James y Nate.