Sin Escape

Capitulo 36-Operativo.

Son las 11 de la noche y ya todo el grupo está listo para rescatar a mi esposa. Oliveros, Sulvarán y Martínez tienen a sus equipos listos. Por más que insistieron en que no debía participar me negué.

No es cualquier persona que está en manos de un desquiciado.

Es mi esposa.

Estoy terminando de ajustar el equipo de protección que llevo puesto, cuando recibo la llamada de Ezequiel, mi suegro.

- Caín estoy afuera.

-¿En dónde?.

-En el CICPV.

¡Mierda!.

Salgo rápido y efectivamente encuentro al padre de Elisa en la entrada. Cuando me ve llegar me detalla de pies a cabeza y se que a él también le debo una explicación sobre a lo que verdaderamente me dedico desde hace años. Al estar frente a frente, no puedo evitar sentirme incómodo.

-¿Dónde está mi hija?. Pregunta en vez de cuestionarme.

Es una de las personas más importantes de Elisa, no puedo mentirle.

-Hace 5 horas desapareció. Digo sin titubear.

-¡¿Qué?!. Y veo como la preocupación le invade el rostro. 

 -En este momento está en alguna comuna de Petare.

-Mierda. Yo sabía que esto tarde o temprano iba a pasar, mi pobre Elisa.

-La sacaremos de allí. Le aseguro.

-¿Está bien?.

-Eso espero.

-¿Por qué la tienen? No entiendo nada.

-Segun Hugo Liévanov...

-Ese hijo de puta. Interrumpe al oír este nombre.

-Segun el, están buscando un cargamento de drogas que Eduardo debía entregar hace algun tiempo atrás.

Al oír el nombre de su hijo lleva su mano a la cara y observa el cielo exasperado. Después vuelve a mirarme. Cuando lo hace puedo distinguir varias emociones en su mirada.

Rabia, enojo, tristeza.

-¿Sabes algo?. Él era un buen muchacho. Eduardo era un gran jóven, quería ser beisbolista. A los 16 años y después de esas vacaciones en Escocia con la familia de su madre llegó muy cambiado. Se metía en problemas y su madre sabía que estaba metido en algo grande. Lo que Eduardo nunca cambió fue su amor por la familia. Era muy sobreprotector con Elisa, si estuviese en este momento y al saber que ella está en peligro por su culpa, estoy seguro que se volvería loco.

-... El ya no está y no reprocho su muerte en manos de... ustedes lo que si te pido en este momento. Al decirlo viene y coloca sus manos en mis hombros. Veo al hombre en frente de mí y distingo que el y Elisa tienen la misma mirada.

-Escúchame bien. Debes hacer todo lo posible por sacarla de allí. No sé quién rayos está haciendo esto, pero prométeme que la traeras sana y salva.

-Lo prometo. De eso no tenga la menor duda.

-Prométeme que la sacarás con vida de allí. A ella no la puedo perder.

-Lo haré. Respondo.

-Ella es lo único que me queda. Al decir estás últimas palabras se le quiebra la voz y decido darle un abrazo tranquilizador.

-Ella estará bien. Le prometo al hombre que hace años perdió a un hijo, a los meses a su esposa y hace un tiempo atrás perdió a su madre.

-Ella estará bien. Confíe en mi.

-Gracias hijo.Yo se que Elisa no sabe de tu profesión. Porque odia a cualquier funcionario policial. No respondo a lo que acaba de decir y el continúa.

-Confieso que te investigué cuando fuiste por primera vez a la casa. Y cuando pasó lo de mi madre, supe que ustedes no estaban bien. Aún no están bien. Pero, Elisa te ama y sé que resolverán lo de ustedes. Ella tiene un carácter igual al de su mamá pero, al final, no guarda rencor.

-Lo sé. 

- Mis sobrinos y yo nos hospedaremos por acá cerca en un hotel.

-No es necesario. Digo sacando el manojo de llaves y se las entrego.

-Son las llaves de nuestra casa. Allá pueden estar más tranquilos.

-Gracias Caín.

-Ella estará bien.

-Tienen que estar bien. Esperaremos tu llamada en cualquier momento.Al decir esto se despide cordialmente con un apretón de manos.

Veo como Ezequiel se aleja y entro en marcha al comando. Al hacerlo, me gusta lo que veo, porque al estar en la sala observo a todos listos con sus armamentos, aquí, en este momento un frío recorre mi espalda. Pero no hay tiempo de nada más, porque también estoy listo.

Si o si debo estarlo.

-Nos vamos. Agrega Oliveros quién es el que comanda esta operación.

-Nos vamos. Digo mientras voy por mi armamento y minutos después, Estamos abordando los vehículos del CICPV. 

Voy en la parte trasera y mentalizo cada paso a llevarse a cabo. Repaso una y otra vez el plan para que nada salga mal.

Saco mi teléfono móvil y veo ese punto verde en el mismo lugar que hace horas atrás.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.