"Quien no encaja en el mundo, esta siempre cerca de encontrarse asi mismo" — Hermann Hesse.
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Aída
Luego de 5 horas de viaje el piloto nos informa abrocharnos nuestros cinturones porque el avión esta a punto de aterrizar, hago lo que me pide sintiéndome ansiosa y nerviosa, no pude descansar mucho tiempo debido a un niño que no se quedaba quieto a lado de su madre.
Desembarco el avión y suspiro cuando observo las grandes letras de Hollywood a lo lejos, al fin estoy en tierras californianas mamá, estoy a punto de cumplir uno de mis sueños. Retirando mi equipaje voy en busca de un taxi y le pido al señor que me lleve en dirección a la residencia. Al no tener a alguien quien me acompañe me siento asustada.
Le pago al señor cuando me encuentro afuera de la residencia y a una cuadra visualizo a la universidad, esto simplemente es increíble. Con mi equipaje camino hasta el ascensor presionando el segundo piso.
Busco la habitación 105 y sonrío al visualizarlo, y sin tocar abro la puerta llevándome una gran sorpresa ante la escena frente a mi, una chica se encuentra encima de un chico castaño completamente desnudos y no debo ser adivina para saber lo que esta ocurriendo.
— ¡Mierda! — exclama el joven.
— Oh Dios, lo lamento — mascullo cerrando con rapidez la puerta y recargándome en esta.
Llevo mi mano hacia mi pecho sintiendo como palpita a gran velocidad, es mi primer día y ya he presenciado una escena prohibida.
— Ya puedes pasar — anuncia la chica abriendo la puerta.
Avergonzada por los hechos saludo ingresando y tanto ella como el chico ya se encuentran vestidos, él me sonríe apenado rascándose detrás de su cuello.
— Lamento que hayas presenciado eso — gesticula observándome directamente a los ojos.
— No, tranquilo, es mi culpa por interrumpirlos.
La chica le resta importancia sentándose encima de él, de seguro debe ser mi compañera de habitación.
— Espero que te sientas cómoda y desde luego que olvides la escena de hace unos momentos — me pide ella tocando la punta de sus cabellos.
— No hay problema... — ella capta que aun no se su nombre.
— Me llamo Mirian y él es Nicolas mi novio.
Afortunadamente resultaron ser personas muy amigables o al menos eso es lo que pienso, nos quedamos conversando entre los tres sobre cada uno de sus propósitos en las UCL, hasta que Nicolas recibió una llamada y lastimosamente tuvo que irse.
Mirian me sonríe avisando que ira a tomar una ducha y me asegura que me ponga cómoda señalándome la cama izquierda, por supuesto afirma que Nick y ella no la han estrenado todavía, cosa que me hace sonreír.
Acomodo mis pertenecías en el armario que compartiré con ella y al no ser muchas caben todo a la perfección al contrario de mi compañera.
Luego de arreglar todo y sentirme satisfecha con mi traslado llamo a mi madre indicándole que llegue sana y que no debe preocuparse, por lo que transcurren media hora en la que estuvimos platicando antes de colgar y acostarme en la cama a descansar.
Un fuerte sonido y una maldición por parte de mi compañera hace que me levante sobresaltada.
— Lamento asustarte, solo que este maldito vestido no sale — masculla jalando la vestimenta con fuerza ocasionando un desastre —. Creo que tendré que limpiar.
Sonrío ayudándola a colocar las vestimentas en su lugar, noto que ya oscureció entonces observo la hora y son las 8:30 pm, me alarmo porque dormí cuatro horas desde que llegue. Le pregunto a Mirian si hay una cafetería abierta o algún lugar en donde pueda comprar algo para comer, mi estomago ruge porque lo alimente.
Ella me indica que a lado del edificio se encuentra un pequeño restaurante de 24 horas, le agradezco y salgo en busca de cualquier bocadillo, tenia planeado conocer un poco la ciudad y las instalaciones de la universidad, pero gracias a mi agotado viaje no pude realizarlo, será mañana y tal vez le pida a Mirian que me acompañe ya que ella de seguro lleva más tiempo aquí.
De regreso a la habitación me encuentro en la entrada del edificio a Mirian muy arreglada, me comenta que ira de fiesta junto a Nicolas y que cierre la puerta con seguro porque tiene llaves y no llegara hasta mañana, el claxon de un auto capta nuestra atención y Nicolas me saluda.
Me despido de ellos comentándoles que disfruten antes de ingresar a la residencia y encerrarme en mi habitación. Enciendo la pequeña televisión y la serie ‹‹Friends›› me da la bienvenida, me encanta esta serie recuerdo que de pequeña le pedía a mi mama los CD's de todas las temporadas, cosa que nunca se dio porque nuestro DVD se arruino.
Mis ojos poco a poco se sienten pesados a medida que los capítulos transcurren, no sé en que momento los cierro por completo olvidándome de la Tv encendida.
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29 de abril del 2019
Los fuertes golpes fuertes en la puerta me asustan despertándome por completo alarmada me acerco abrir, Mirian ingresa junto a Nicolas se nota que se le pasaron los tragos, Nicolas me pide que la cuide una vez que deja recostada en la cama a una profunda durmiente.