Sin Limites

Capítulo 6

"El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es" — Jorge Bucay.

🎲🎲🎲

ETHAN.

16 de mayor del 2019

Visualizo el paisaje que brinda la ventana de la habitación, estudiando su color y la textura de cada cosa. Observo a mi lado a Allison enrollada en una sabana completamente dormida. Camino hasta el baño de mi habitación por una ducha de agua fría.

Al regresar a la habitación Allison se encuentra despierta y al verme ingresar se acerca enrollando sus brazos alrededor de mi cuello y depositando un corto beso en mis labios.

— ¿Qué tal anoche? — dice acariciando mi mejilla.

— Lo mismo de siempre — me aparto en busca de mi pantalón y mi camisa.

— Jamas pierdes una ¿Cierto?

Sonrío saliendo de la habitación, con ella mantengo una relación en donde no es necesario usar etiqueta, con que disfrutemos el uno con el otro es lo más sencillo, esta claro que muchas veces mantenemos nuestras peleas por algunos celos de su parte.

Hemos dejado claro que lo nuestro es casual yo puedo enredarme con quien quiera y ella puede hacer lo mismo, sin embargo, parece que muchas veces se le olvida y se vuelve muy posesiva.

Me dirijo a la planta baja en donde se escucha mucho ruido, los chicos pertenecientes a mi club caminan de un lado a otro conversando muy animados, cuando Cris se percata de mi presencia me saluda llamando la atención de los demás.

— Felicidades al mejor luchador del club — masculla palmeando mi hombro.

— Felicidades presidente — dice Simón junto a Samuel y Roger.

— En algo eres bueno Aleski — Camil sonríe entregándome una taza de café.

Recuerdo la primera vez que la vi afuera de mi club con heridas y asustada, parecía estar huyendo de alguien, por lo cual no dude en ayudarla y brindarle un espacio aquí, con el tiempo se fue convirtiendo en mi mejor amiga y hermana. Nunca sucedió algo entre nosotros esta claro que la química que solo compartimos es de hermanos.

A diferencia de los demás ella es la única que suele llamarme Aleski.

La veo rodar sus ojos cuando escucha el sonido de unos tacones acercándose, Allison se sienta en mis piernas tomando un pedazo de pan de la mesa. Entre ellas no existe buena amistad, Camil la detesta desde aquella vez que la traje al club.

— Buenos días — saluda Allison acariciando mi mentón.

— Eran buenas — dice Camil.

— Tan gentil como siempre Cecilia — responde haciéndola gruñir de coraje.

— Perra — sisea Camil entre dientes y se aleja.

El verdadero nombre de Camil es Cecilia, por alguna extraña razón lo detesta, intente varias veces de que me explique el porque y solo se limita a decirme que le trae malos recuerdos.

— No tienes autorización de llamarla así — reprendo quitándola de mi regazo y caminando en dirección a la cocina.

Escucho a Camil soltar un sollozo mientras se mantiene a espaldas de mi, así que la abrazo reconfortándola, debe ser muy doloroso para ella que la nombren así, algo grave tuvo que haberle sucedido para que ella no sea capaz de olvidar.

— Tranquila — susurro apegandola a mi pecho.

— Lo detesto — murmura —. Y la odio, es una perra muy vil. No se porque sigues con ella.

— Es buena cumpliendo ciertas necesidades — sonrío a lo que ella me golpea secando sus lagrimas.

— Eres un idiota.

— Muchas veces me lo has dicho — beso su mejilla regresando a la sala cuando ya esta calmada.

Busco a Allison por alguna parte y los chicos me informan que ya se fue, su padre la llamo y se retiro. Como si esto fuera una puta novela un mensaje me llega al móvil. Esta claro que ese numero desconocido es de solo una persona.

‹‹ Te necesito en el almacén ››

Llamo a Alex y le indico que saldré, bajo mi expresión debe saber de que se trata. Así que tomo las llaves de mi auto y me encamino hasta él.

Estaciono mi auto y el guardia automáticamente me da el ingreso, algunas personas me saludan y otras solo se limitan en seguir con lo suyo, el perro de Jax sonríe posicionándose a mi lado.

— ¿Así que también te mando a llamar? — dice —. Esto será divertido.

— Mantente alejado a dos kilómetros de mi, sino quieres que te parta la cara a golpes.

Él levanta las manos en son de paz sin borrar esa estúpida sonrisa socarrona. Aun no olvido aquel incidente en donde se atrevió ir a mi club e intentar abusar de Camil, ella se defendió sin acobardarse, pero eso al idiota lo enfureció y había terminado golpeándola. Estuve a punto de asesinarlo sino fuera por los chicos del club y mi padre.

— ¿Cómo esta ella? ¿Sigue estando buena? — lo agarro del cuello de la camisa estampandolo en la pared.

— Escúchame bien escoria, no te atrevas hablar de Camil porque yo mismo te coseré esa puta boca — La puerta de la oficina del viejo es abierta y a través de ella el viejo contempla la escena.



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En el texto hay: narcotrafico, boxeo ilegal, romance

Editado: 27.04.2019

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