Sin prejuicios

Capítulo 3

Sobre las 4 de la mañana nada más tocar la alarma del móvil me levanto aún con sueño debido a que mi tía me ha exigido mis deberes para vivir bajo su mismo techo.
Paso para limpiar el salón y veo plantada a mi tía con su mirada negra mirándome fijamente. Sin decirme nada me quita de un manotazo el cepillo tirándolo al suelo muy molesta me grita como debo hacer las tareas domésticas.
De inmediato comienzo a ordenar todo para terminar limpiando la cocina.

En unas horas ya tengo toda la casa limpia y ordenada como le gusta a mí tía consulto la hora y es muy tarde, apresurada voy a directa al baño ahí tomo una ducha rápida después de haberme duchado ,me pongo un pantalón con una camisa ,unos zapatillas me hago unas trenzas pegadas y por último guardo las cosas en mi mochila sujeto que los minutos pasan velozmente por lo que cuando estoy lista salgo de la casa de mi tía corriendo para dirigirme a la parada del bus.

Maldita sea voy con retraso para ir al instituto. Salgo corriendo en busca de la parada del autobús para mí mala suerte ya se ha ido.
No puedo esperar al siguiente por lo que no me queda de otra de comenzar a trotar.
Estoy fatigada por haber corrido tanto y encima tengo poco tiempo. Comienzo a correr de nuevo por la calle parándome porque me da el flato, tengo la boca seca y ya no puedo seguir más.
En ese momento escucho una moto pararse muy cerca mío, miro de costado al motorista como se quita su casco con chulería peinando su cabello rubio. Perfecto ahora resulta que me quiere hacer un favor de llevarme al instituto. Me lo pienso si irme con él o no..

Tengo prisa llegar a instituto, por ello decido subir con él, me pongo el casco que me ofrece y sin decir nada enseguida arranca de nuevo la moto donde yo le rodeo por su estrecha cintura mirando de lado los transportes públicos y la gente caminar.
Es una sensación agradable llegando a que no tenga miedo de ir subida en una moto con un chico que no me cae bien.
Todo hay que decirlo que él maneja bien la moto conduciendo con seguridad hacia al instituto pero antes de llegar al instituto me dice algo que no llego alcanzar a escuchar bien.

— Bájate de la moto — Sigo sin lograr escuchar muy bien lo que me está diciendo debido al ruido del motor y al no poder leer sus labios por darme la espalda.

—No oyes que te acabo de decir que bajes de mi moto —Me da un empujoncito haciendo que me asuste. Me bajo con cuidado de la moto estoy muy molesta por su cambio de actitud
sin pensarlo dos veces le entrego el casco dándole "gracias" entre dientes comenzando a caminar sintiendo una mira clavarse en mi nuca.

Eso ahora no me importa, ese chico es bipolar de eso no me cabe la menor duda.
Nada más llegar al instituto corro directa hacia el aula donde al parecer las clases ya han comenzado y no está permitido llegar tarde.

La profesora me mira con desdén informándome que me pondrá una amonestación para ir hablar con el director por mí tardanza.

No digo nada y arrastrando los pies voy directa hacia el aula de castigo donde al entrar saludo al profesor que hay dando clases de mates tomando asiento junto a un chico coreano.

Saco mis apuntes y voy tomando nota de lo que dice el profesor hasta que alguien toca mi hombro, miro en diagonal al chico coreano que tan amablemente se presenta

—Hola, me llamo Hayan —Me sonríe con amabilidad mientras le doy la mano.

—Encantada de conocerte , me llamo Marlene —Se ve un chico muy amable.

—¿A ti porqué te han castigado?— Por llegar tarde —Respondo pensando en el porqué al chico rubio no lo han castigado y a mí sí.
—¿Y tú porqué estás aquí?

—Por haber llevado el teléfono a clase, diríamos que se me olvidó de quitarle el silencio y me llamaron en mitad de la clase.

Me echo a reír con si manera tan carismática de hablar.
Seguimos hablando por lo bajito mientras Hayan me muestra unos dibujos de manga que él mismo ha dibujado.
Estoy asombrada por su talento, me encantan le digo viendo como el sacude la mano quitándole importancia al asunto.

—Marlene, ¿Te gusta pintar?

Estoy apunto de responderle pero suena la alarma y nos marchamos a la cafetería donde pedimos nuestra comida.
Cargando nuestras bandejas nos sentamos en un único sitio libre al parecer Hayan se sienta siempre ahí.

Él comienza a comer mientras yo miro a la comida ,de verdad que no me gusta comer delante de la gente porque me da vergüenza enseguida él se da cuenta que no estoy comiendo y me comienza a preguntar.

—¿Porqué no comes? ¿No te gusta la comida ? —Simplemente juego con la comida.

—Sabes que debes de alimentarte Marlene. Venga comamos el bocadillo de hoy está muy rico.

—Es que no me gusta mucho comer delante de la gente porque me da vergüenza que me vean comiendo como una cerda , mírame soy una maldita gorda fea , siento asco con solo verme, sabes cuándo me miró al espejo veo a una ballena , quiero a ser como esas modelos flacas y hermosas —Él me mira fijamente mientras me habla

—Te diré una cosa Marlene eres una chica tan hermosa con los ojos más bonitos que nunca he visto en mi vida, amiga no debes hablar así de tí misma ,si no quererte , amarte y sobretodo acéptate tal y como eres.
Créeme que te digo que eres preciosa.

—Me quedó callada escuchándole de pronto aparece el rubio riéndose , dirige su mirada a Hayan y comienza decir cosas.

—Mira que escena más tierna ,no me digas Hayan que te gusta la gorda seguro que has apostado con alguien para enamorarla para después burlarte de ella , —Veo los músculos de Hayan como se tensan de repente él se levanta y se enfrenta con el idiota.

—Para tu información no es tu asunto si me gusta o no Marlene y no soy como tú , apostando para ver con cuántas te acuestas y presumir de ello. Miro como el rubio está furioso.

— Te diré una cosa maldito coreano, a mí no me gusta la gorda, además ni siquiera tampoco no es mi tipo. —Hayan me está mirando por lo tanto aparto mi mirada a un lado levantándome desafiando al rubio para dejarle las cosas claras.




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