Leonardo
Me despierto algo desorientado, veo de reojo el lugar en el que me encuentro, rápidamente me levanto algo asustado al no reconocer el lugar ¿Dónde estoy? Es lo primero que me llaga a la mente, froto mis manos por mi cara y comienzo a recordar la noche anterior.
Mientras me levanto de la cama la puerta de la habitación se abre dejándome ver a una hermosa mujer que me mira con unos ojos color avellana que me hacen estremecer al instante que se clavan en los míos además trae su cabello suelto este es castaño.
Ella solo está ahí observándome, logro notar que su mirada es confusa como si no me recordara, aunque no sería raro después de lo tomada que estaba ayer era algo normal ya me ha sucedido en varias ocasiones.
Se había creado un profundo e incómodo silencio así que me decidí a decir algo para terminar con ese momento.
No sé porque razón pero me sentía muy nervioso, en el momento en que termino de entrar cerrando detrás de ella la puerta, a la vez que se acercaba cada vez más a la cama, para cuando llego lo único que hizo fue sentarse a mi lado y comenzar a jugar con sus manos en ese momento me di cuenta que ella también estaba nerviosa pero ¿Porque?
Lo único que podía hacer era mirarla como si fuese la criatura más hermosa sobre la faz de la tierra, aunque ella solo observaba sus manos, y de nuevo estaba ahí ese incomodo silencio, por lo que tenía que hacer algo pero cuando estaba a punto de hablar ella me interrumpió.
Levanta la mirada mientras hace una pausa como si estuviese buscando las palabras adecuadas para continuar y al mismo tiempo trata de analizar mi reacción al hablar, yo solo asentí con la cabeza
Realmente ella no recordaba nada y eso me hacía sentir de una manera tan rara ¿Porque? La había conocido la noche anterior pero a pesar de eso me dolía el hecho de que no me recordara sin embargo no puedo culparla y la entiendo ayer estaba muy tomada.
Ella parecía muy avergonzada pero necesitaba algo de tiempo para pensar que sería lo que le diría
Le interrumpí antes de que terminara esa frase pero me encanto hacerlo, el poder sentir en mis labios como pronunciaba si nombre, tan simple y a la vez tan hermoso como ella.
Justo segundos después me di cuenta que la había sorprendido.
Sin poder evitarlo me rio por su pregunta pero a ella pareció no molestarle al contrario también se ríe enseguida de escuchar mi respuesta.
Wooooo no venía venir esa pregunta ¿Qué iba a responderle? ¿Qué tal si pensaba que trate de aprovecharme de ella? Pensaría lo peor de mi ¿Cómo se lo diría? No podía solo decirle “Oooh eso pues fíjate que ayer me pediste que tuviéramos sexo”. Está claro que no lo haría. Ya se sentía bastante mal como para que yo le dijese eso.
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Editado: 09.05.2020