Hoy se cumplen 2 semanas... 2 semanas en las cuales no me he atrevido a salir de mi habitación, no quiero mirar sus rostros, no quiero escucharlos, no quiero enfrentar la realidad. Sumergida entre llantos y las cicatrices que han dejado en mí.
Me atrevo a enfrentar cada día con la esperanza de poder olvidarlo todo, he intentado desaparecer, pero lamentablemente no tengo una varita mágica para poder cumplir tal deseo.
Desde aquella noche mis días son iguales, la misma rutina: alimentarme y dormir, alimentarme y dormir, habiéndome hecho tanto daño lo mínimo que podían hacer era darme comida ¿cierto?, no he vuelto a la escuela, no me siento con el valor de pisar más allá de este lugar al que solía llamarle "hogar".
Para matar el tiempo hoy he decidido escribir en mi diario, mis días, mis lágrimas, todos aquellos pensamientos que han cruzado por mi mente desde aquel día, espero que de alguna manera u otra logre aminorar el peso y el dolor que llevo dentro mío, sólo me queda refugiarme en este cuaderno, el cuaderno que desde hoy guardará mi secreto, mi trágico y fatal secreto.
(...)
Me aferro al viejo cuaderno, aquel que ha sido mi confidente tras estos últimos 4 años, al leer cada página no puedo contener las lágrimas acumuladas que amenazan con desbordarse de mis ojos.
Un año después de lo sucedido decidí que no podía seguir más allí, no podía soportar ver a las personas que destruyeron mi vida. Antes de irme exigí explicaciones, pedí respuestas, ¿Por qué mi padre me hizo tal daño? ¿Por qué yo tenía la culpa?, mi "Padre" me lo explicó, el 7 de Octubre, ese maldito 7 de Octubre, él encontró a mi madre a unas pocas cuadras de nuestra casa, ella estaba de espaldas sosteniendo una acalorada discusión con un hombre, él le reclamaba la verdad, mi padre no entendía nada y se quedó parado a una cierta distancia escuchando de qué hablaban.
"Sí, es cierto, ella es tu hija, mi esposo no lo sabe, él piensa qué es su padre". Y ese fue el detonante para qué enfurecido golpeara a Susan, y seguido de esto se fuera a beber. Dijo que ya tenía sus sospechas y que ella fue tan descarada de seguirlo y suplicarle de rodillas que la perdone, la dejo arrodillada en el suelo del bar no sin antes decirle que yo pagaría por esto, por que suponía que yo sabía acerca de esto, y también me había burlado de él.
Fue ese el momento en que entendí en el por que Susan me dijo que la culpa era mía, y que me merecía lo que había pasado, yo era la razón por la cuál su matrimonio con Lucas estaba destinado al fracaso, yo era un obstáculo y para zafarse de este tuvo que mentir, le mintió, me mintió, ahora sé el motivo por el que no me parezco en nada a él pero nada justifica lo que me hizo, aquí la única víctima fui yo, la persona que pagó el precio de las mentiras de mi madre fui yo.
─¡JULIETH CORRE! ─el grito de Austin hace que el recuerdo se esfume y vuelva a la realidad.
Ya es hora, es hora de salir del bendito albergue, me han tenido aquí estos años esperando deshacerse de mi, acudí voluntariamente pero sus constantes malos tratos me han llevado a tomar la decisión de irme, y no específicamente irme por la puerta, por que no me lo han permitido, lo he intentado año tras año pero hoy es el gran día.
Austin, un chico que conocí aquí y un grupo de 5 personas, incluyéndome hemos planeado escapar. Nuestro plan parece ir viento en popa así que no hay tiempo es ahora o nunca, mi libertad al fin ha llegado, hoy borro todo lo pasado, todas las marcas que tengo pronto cicatrizarán y ya nunca más tendré que recurrir a vidrios rotos u objetos que puedan ocasionar algún daño en mi cuerpo. Mañana será un nuevo día, no estaré más en esta prisión.
Guardo el diario en mi mochila, ya no hay tiempo, salgo de la habitación y diviso a los chicos.
─Vamos a salir juntos de este infierno y por fin seremos felices ─les digo y asienten, corro, corremos porque de eso depende nuestra nueva vida.
Aquí se van los recuerdos, las lágrimas y la antigua "Julieth Thompson". Hoy desaparece todo rastro de mi vida pasada, mañana seré una nueva versión de mí, mañana vuelvo a empezar y no habrá nada ni nadie que me pueda detener, hoy emprendo el camino hacia mi tan deseada felicidad.