"Oye Zack:
Deja de escribirme, ¿quieres? Ni siquiera somos amigos y sí, me caes muy mal, ¿algún problema? ¿Acaso nunca te habían odiado? ¿Te duele el ego el no caerle bien a todo el mundo solo por ser el increíble Zack? Pues pobrecito porque puedes irte a la mierda, no me dejarás de caer mal.
- K"
Sonreí al ver la pequeña nota amarilla, de alguna u otra forma, sentí que esto se volvería una rutina divertida, pero también sentí que jamás lo conocería en la vida real, que se escondería detrás de las notas hasta el último día de clases y después, no volveríamos a hablarnos jamás.
No pude evitar hacer una mueca al pensarlo, agité mi cabeza intentando dispersar esos pensamientos y agarré un lápiz. Hacía nada, me había comprado uno de esos packs de 300 post-its solo para poder responderle y estar preparado, no como las últimas veces en donde había agarrado cualquier cosa para responder.
"K:
Pero qué persona más agresiva, la verdad es que no me importa mucho las palabras de alguien que se esconde bajo una letra y si eso ya no me importa, imagina tu opinión.
- Z."
Me aseguré de que las palabras le escocieran al leerlas, molestarlo era la única manera de que me respondiera o me siguiera escribiendo.