Capitulo 7: Vuelta a casa.
Kylie.
A penas el auto comienza a andar, el policía que nos llevara a casa no pregunta amablemente si queremos oír algo en la radio.
—Está bien—respondo yo.
—Está bien—responde Mike.
El policía suelta una pequeña risita, mientras que Mike y yo nos removemos incomodos en nuestros asientos. El señor, el cual aún no se su nombre, estira su brazo y prende la radio haciendo que comience a sonar una canción lenta.
—A todo esto ¿Cómo se llama usted? —le pregunto al hombre que va detrás del volante.
—Arthur —contesta devolviéndome la mirada a través del espejo retrovisor.
—Lindo nombre—respondemos Mike y yo al mismo tiempo.
¡Ay gemelis!
Al parecer pasar una noche juntos en medio de la nada hizo que pensáramos igual de ahora en adelante. O quizá solo me estoy volviendo loca, debido al sueño, pensando en estas cosas que no tienen sentido.
Suelto un gran bostezo involuntario, pero menos mal alcanzo a taparme con mi mano antes de que los dos hombres junto a mi notaran mi acto.
Hasta casi pude escuchar la voz de mi abuela diciéndonos a Isa y a mí, que una señorita debía guardar las apariencias siempre.
Me acomodo en mi asiento, abrazándome a mí misma. La canción lenta que suena en la radio se acaba pero a continuación tocan una más lenta y más relajante a mi parecer. Al escuchar la suave melodía mis ojos comienzan a cerrarse involuntariamente.
💙💚
Siento muchas voces exclamando un montón de cosas que no alcanzo a escuchar del todo bien, debido a mi estado somnoliento. Me estiro en mi asiento, pero al querer estirar mis manos noto como algo me rodea, o más bien alguien.
Abro mis ojos, poco a poco, y noto que Mike y yo hemos dormido abrazados, en la misma posición que hace unas horas en el desierto. Al parecer, el también escucha las voces escandalosas y también se despierta.
Abre los ojos y hace el amago de dirigir sus manos a sus ojos pero mi agarre se lo impide, baja su mirada hacia la unión de nuestros brazos y ambos nos apartamos del otro como si nos quemáramos mutuamente.
Él se refriega los ojos con sus manos en forma de puños. Arthur viéndonos desde el espejo retrovisor tiene en su rostro una pequeña sonrisa, mostrando su diversión con la situación. El al darse cuenta que mi mirada conecta con la suya, al menos por el espejo, hace un movimiento con la cabeza señalándome lo que hay enfrente.
A unos pocos metros diviso a mi familia, junto a ellos hay varias personas más que supongo que son la familia de Mike. Cuando el coche para salto del auto, con mis tacones en mano, y corro a abrazar a mis padres.
Papá me da un suave beso en la coronilla, mientras que mamá me soba mi pelo que esta todo enredado por todas las cosas que han pasado estas últimas horas. Kyle se une a nuestro abrazo al igual que Isa, pero ella se aparta en seguida.
Cuando por fin me liberan del abrazo, volteo a ver a Mike y a su familia, quienes están todos los abrazados en un gran abrazo grupal. Involuntariamente sonrío al ver como los hermanos más grandes le desorden el pelo molestándolo.
—Me pegaste un susto de muerte, thing 2—me susurra Kyle al oído.
Ruedo los ojos, aparto la mirada de Mike y volteo a mirar a mi hermano.
— ¿Cómo me has dicho? —le pregunto con indignación—. Tu eres la cosa dos.
El ríe divertido, sabiendo que nunca acabaremos la disputa de quien es thing 1 y thing 2. Desde que nuestros pijamas de niños decían eso, siempre intentaba quitarme mi pijama ya que según él, thing 1 es el mejor y el no soportaba tener thing 2.
De reojo puedo ver como Ava y Adam se acercan a mi padre para despedirse y agradecerle. Adam y papá se alejan un poco, supongo que deben hablar sobre cosas de la casa, Ava aprovecha eso y se acerca a mí con sus brazos extendidos, dándome un gran abrazo.
Siento la mirada de los integrantes de su familia, pero no son para nada incomodas.
— ¿Usted está bien? —pregunta acortando el abrazo y tomando un poco de distancia, para evaluarme de pies a cabeza.
—Sí, muchas gracias por preocuparse—le contesto.
— ¿Cómo no me voy a preocupar por usted?—pregunta colocando sus brazos en forma de jarra—. Si usted y sus hermanos son como unos hijos para mí.
Comenzamos una breve conversación, a los minutos después se nos une mamá pasando uno de sus brazos por mis hombros, apegándome a ella. Ava sonríe al ver tal acción y mamá al percatarse de ello, estira su brazo y cuando Ava lo recibe la atrae hacia nosotras, haciendo que se nos una al abrazo, donde ellas me dejan entre medio.
Nuestro abrazo no dura mucho, dado que unos segundos más y me quedo sin aire, ambas se ríen de la expresión de mi cara. Ambas inician una conversación sobre lo feliz y aliviadas que están sobre que hemos llegado sanos y salvos.
Aprovecho el momento para pasear mi mirada por todo el antejardín, los abuelos e Isa están un poco más apartados. Adam, papá y Mike se encuentran hablando con algunas risas entre medio. El resto de la familia de Mike se encuentran bromeando entre ellos y riendo fuertemente.
Sin entender de qué hablan mamá y Ava, fijo mi mirada en las flores amarillas que hay junto a las pequeñas escaleras de la entrada. Por el rabillo de mi ojo me fijo que Mike se despide de mi padre y comienza a caminar hacia sus hermanos.
Camino a paso apresurado, para alcanzarlo antes de que llegue donde sus hermanos. Lo tomo del hombro, logrando que detenga el paso y también voltearlo hacia mí.
—No había podido agradecerle—empiezo.
—No entiendo—pregunta con una ceja alzada.
Instantáneamente una mueca de confusión se instala en mi rostro.
—No entiendo porque me agradece, no tiene porqué—contesta, sin necesidad de que formule la pregunta.