-¡Maldición!- se queja Blanca al querer sujetar sus libros, pero se les resbalaron, de nuevo.
La mamá falsa de blanca empezó a girar la puerta
Y Demonios... La descubrió
-¡Blanca!- grita la madreselva
Enojada y con todo y lo demás.
Blanca aterrorizada se pone de pie y le pide disculpas
-¡Perdón!- dice agachandoce.
-Ya, ya-dice frustrada. Hace un ademán para que se retirara.
-Niña, te avisaré, y espero te quede claro, NO te quiero aquí, vendrán unas personas importantes, y no quiero pasar vergüenzas ¿Te queda claro?- espetó. O eso parecía
La madrastra no sabía dar ordenes, pero lo intentaba.
-Claro, no hay problema, estaré encerrada- dijo dispuesta.
Ella era muy linda, a Blanca no le afectaba que su Madrastra fuera dura con ella, Blanca veía los sentimientos, no sus defectos.
Siempre justuficaba cada cosa negativa, pero cuando se metían con ella.
Actuaba.
Entendió a su propia manera Blanca y se retiró rápido para llegar a su cuarto,
Chico, MUY Chico.
Le marcó a Trevor para que estuviera con ella durante las últimas horas del día.
-¿Trevor?- saluda.
-¿Blanca?, ¿Que pasó?- responde.
-Te necesito, ahora-dijo ella apresurada.
- Madre selva... esta bien, en 5 estoy ahí- suspira y luego cuelga.
-De prisa- cuelga al mismo tiempo.
Mientras que la hija falsa, se arreglaba, la Mamá le marcaba al señor importante.
-¿Presidente?, Hola que tal, ¿Como le va?- saluda.
-Hola Alcaldeza-dice con voz enferma.
-En 1 hora estamos ahí, Quiero ver banquete- dice entre risas.
-Si.. si..- dudosa, termina la conversación, aburrida.
-¡hija!- le grita a su hija querida.
-¡¿QUE QUIERES?!- muy enojada.
-En 1 hora llegan, te quiero en 30 ¿Okay Tesoro?-
-Si señora- bramo, creo que si lo dijo bien.
Mientras que Blanca, se dibujaba de si misma usando una bata, Suena una llamada, era de Trevor.
-Color- dice Trev.
-Que Libreta- responde.
-Estoy afuera, ábreme la ventana- dice él.
-Voy-luego de eso, va rápidamente a subir la ventana, lo ve escalando un arbol, eligió mal atuendo para escalar, vaqueros blancos, camisa negra, y su mochila favorita.
Trevor se monta en un árbol, con dificultad llega hacia la ventana, logra entrar y cierra.
-Que pasa mi cielo- le dice mientras la abraza, caminan hacia la cama. Sin dejarse s abrazar.
Blanca tenía sus dudas de que si era Gay, pero luego de comprobar que veía siempre a una chica de la Preparatoria, se le quitaron las dudas, desde niños se querían un montón. O eso parecía.
-No hay porque preguntar, si ya sabemos que siempre pasa- dijo ella.
-Y... ¿Ahora que hacemos?- pregunta el mientras deja su mochila en el piso.
-Lo mismo de siempre obvio-
Se miraron con intesiones de decir su idea.
Jugaron a Prueba y gana, juego un totalmente raro, a dibujarse a si mismos, tienen un monton de dibujos de ellos, a ver vídeos de misterio y luego debatir, Trevor siempre ganaba, pero Blanca disfrutaba verlo cuando se frustraba por el documental.
-Oye y porque me citaste, hace tiempo que tú y tu Madrastra no tienen problemas- dice mientras recarga su brazo en la cama apoyando su cabeza en su mano.
-¿Desde Antier?- replicó. Con la Madrastra nunca se sabe. Cada cosa que hacía la pobre Blanquita la señora siempre cuestinaba. No faltaba su opinión y si no la habían era por que o estaba drogada o estaba muerta.
-Si, lose, nunca acaban- dijo él.
-vendra alguien importante, nada que pertenezca a mi mundo-dijo ella mientras recogía los dibujos y los ponía en su mesa de noche, regresando así a lado de Trevor.
-¡Tu eres importante Blanca, ella No!- dijo el enojado, y tenía razón. Ella estaba a punto de lograr escapar y decir que debía ser la gobernadora. Pero no, no tenía ni edad.
-Siempre es eso Trev, y pues... nunca llegamos a nada- dijo ella decepcionada, cansada del mismo tema.
Blanca se acercó hacia él para recargarse en su hombro.
-Vaya triste vida, pero no te preocupes, aqui esta tu Trev, todo tuyo- dice él sonriendo.
-Calla tonto- se rien.
Pero No son el uno para el otro, o eso se veía.
-Y ya dime, ¿Quién es él ?, ¿Un nuevo amorío de tu Selva?-pregunta el burlón. Mirando de reojo a Blanca que por su expresión era preferible no verla.
-Ya quisiera, pero por su mala suerte el señor está casado- la Madrastra no quería conseguirse a un soltero, pues los consideraba como irresponsables. Cosa que eso era ella.
-¿Es hombre?- pregunta sarcástico.
-Si, Trev, es hombre- le sigue el juego.
-Creo que es el Presidente o algo así- dice ella no segura de su información.
-¿El Presidente?- pregunta asombrado. Rara de su expresión.
-¿Si?,¿Por qué?- Pregunta ella con curiosidad.
-Oh dios Mio, ¿Y vendrá con sus hijos?- se separa de ella para verla cara a cara.
-No lo se Trev- se aleja un poco de él.
-Hay que averiguarlo- dijo parandose muy decidido. Cada cosa que se le ocurría siempre terminaban mal. MUY mal.
-¡No, No!, Trev, ella me prohibió salir de aqui hasta el Lunes- dice ella preocupada, a Trevor le valía las reglas de la madrastra de Blanca, eso lo hacia con tal de que Blanca al menos viviera su mundo real.
-Osh, ella siempre te prohibe muchas cosas- dijo él con fastidio, imitando la voz de ella.
-Pero aun así no puedo salir- dijo tratando de detenerlo.
-¿Pero no te da curiosudad de saber si viene con sus hijos?, talvez alguien de ellos sea el amor de tu vida.-
Blanca proceso las palabras de Trevor en su mente,
ella era como la buscadora de su principe azul,
Su alma perfecta, que hasta en lo más pequeño de su ser conectara con el amor de su vida, ella lo pensó muy bien, pero su lado rebelde hizo decir otras palabras.
-Eres un Maldito- dice ella, ya que ahora la puso en dudas.
-Vamos ya- decididos, fueron hasta la sala pero...
¡Oh, Sorpresa!, ya había llegado el Presidente... Y con sus hijos.
-Demonios- maldició Trevor. Asomándose, de tras de la pared.
-¿Que pasa?-preguntó angustiada.
-Ya llegó , y con hijos- respondió El.
Mientras que ellos estaban escondidos, podían escuchar una conversación, sin importarles la presencia de los señores más importantes.
-Hola Señora- saluda uno de los hijos.
-Que tal hijo- responde amablemente la Madrastra, de mala manera el muchacho ignora la respuesta.
-Disculpe la molestia, pero ¿Me podría decir en donde se encuentra el baño?- pregunta casi obligado a dar brinquitos para que le responda.
-Claro, el pasillo siguiente a la izquierda-indica ella.
-Gracias- se va buscando el pasillo
Trevor se da cuenta que viene hacia donde está él y maldice.
-¡Maldición!- dice él.
No son para nada cautelosos y menos Blanca.
-Viene hacia acá, escondete- avisa y ordena a Blanca.,
Ella no muy lista, no alcanzó a esconderse y se fue hacia adelante.
Mala elección Blanca.
Chocó con un chico de cuerpo trabajado y fuerte, alto y bien vestido.
Ella quedó pasmada, e hicieron contacto visual.
¿Ahora que hago?
Pensó ella.
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Editado: 20.01.2022