-Necesito echarte de esta casa ya- dice mientras se dirigia hacia su despacho.
Blanca se quedó estupefacta. Elizabeth igual, pero cobra cordura y sigue a su madre.
-¿Por qué?- cuestiona Eliza deteniendo a su madre antes de que abriera la puerta.
-¿Qué no ves amor?, ella arruinara todo-
Voltea hacia su hijastra.
-¡Ve a tu cuarto, y no salgas hasta el Lunes, quedas advertida!- le grita lanzandole una pequeña escultura de porcelana. Blanca logra esquivar el objeto y se va corriendo hacia su pequeño cuarto. Elizabeth le grita a su madre y se va tambien. Blanca entra y cierra la puerta de golpe, llorando, Trevor se lanza a abrazarla, provocando aún más que llore. Los dos se quedan abrazados, mas que nada ella sólo quería desahogarse, pero Trevor lo interpretaba de otra manera, no de la manera correcta. Trevor se despide de Blanca de un saludo y brinca hacia la ventana.
Ella se recuesta, pero sus pensamientos se desvían por los chicos. Los cuatro hermanos.
Ashton, recordaba como iba vestido, le impresionaba su altura, la de todos, Tylor y su pensamiento libre sin reglas, Parker serio y amargado, Colton responsable e independiente. En vez de que ella tomara en cuenta eso, ignora las cualidades y se centra en su físico pero no lo logra, se sienta en la cama, pero inmediatamente se levanta dirigiéndose hacia su escritorio, sentandose en una silla justo en frente del escritorio, toma un lápiz y busca una hoja, ya todo listo, comienza a escribir.
"Los 4 hermanos Lang.
Ashton es consciente de lo que sucede y promueve la paz, pero le hace caso a su mente juguetona.
Tylor es de malos modales, pero su corazón es tierno.
Parker es serio, pero en el fondo tiene un montón de cosas por las cuales hablar con una persona.
Colton es responsable, respetuoso, pero de un carácter frío." Escribe esto. Mordiendo su lápiz.
Dobla la hoja, y la guarda en un pequeño cajón a la izquierda del mismo escritorio y se echa a dormir.
Soñando con ellos.
Al día siguiente la despierta unos golpes en la puerta.
-¡BLANCA, DESPIERTA YA!- le grita Elizabeth golpeando varias veces la puerta.
Ésta se para de golpe y abre la puerta.
-La señora te necesita- se retira.
Blanca frunce el ceño pero desaparece al caminar por el pasillo. Ve a su madrastra sentada con un pequeño papeleo en manos (es el internado).
-Por que no pensé en esto antes...- dijo en voz baja la madrastra. Leyendo en concentración.
Blanca se espanta al oir eso y no contiene su voz.
-¿Me va a mandar a un internado?- dice casi a gritos, la señora se levanta enojada.
-¡Largo de aquí!- le ordena, pero no se mueve Blanca, retandola.
-Desde hace muchísimo he querido abandonarte, dejarte en la calle, pero no quería exhibirlo- confiesa rodeando su escritorio cautelosamente poniendose frente a ella.
Blanca retrocede un paso.
-Han pasado años y aún no me queda claro el por que sigues aquí... si te vas a escondidas a la escuela, ¿Por qué no quedarse con Trevor?-
Blanca traga saliva, sin poder decir una palabra.
-Te detesto... no sabes cuánto- dice con frialdad, llena de coraje.
Blanca no puede contener las lágrimas y antes de salir corriendo dice algo.
-No se por que sigue viva- y se va.
Asombrada Elizabeth corre hacia donde está su madre.
Con una sonrisa satisfactoria en su rostro se sienta en su trono.
-¿No harás nada?- le pregunta Eli a su madre preocupada.
-No, es justamente lo que quería-.
Mientras que la madre organiza papeleo, Blanca corre a toda prisa hacia su cuarto, agarrando así sus cosas, su mochila, sus ahorros y sale corriendo de ahí sin cerrar la puerta. Corre hacia la entrada principal y sale de casi a toda prisa ignorando a los guardespaldas sus preguntas, se acerca hacia el portón en donde se encontraban 7 personas vigilando, una en casa externo del barandal. Se acerca a uno de traje negro con un audifono en su oído.
-Déjame salir por favor- dice al mismo tiempo que quiere sonar normal.
Este guardespaldas la ve rara, pero tenía los ojos inyectados en sangre, lo que suponía ella que estaba crudo. Él sin pensarlo dos veces la dejó salir, Blanca se echó a correr a una dirección cualquiera, sin saber a donde ir, aún era fin de semana, pero ese día, tenía que ir a la escuela para anunciar al alumno becado. No le importaba nada, no era capaz de ir a la casa de Trevor, sus padres no estaban. En el fondo la pobre Blanca era cobarde. Siguió corriendo, y vio una parada de autobuses. Se subió al próximo que vio con sólo un poco de dinero pagó el pasaje sin procurar gastar demasiado, no sabía sabía donde iba ni tenía conque para comunicarse, y poco a poco se arrepentia de tal decisión. Pero se mantuvo firme. Se sentó en el asiento de atrás, en una esquina. Se acurruco quedándose dormida. Después de 8 horas de camino apenas se había percatado de que ya no estaba en la ciudad, el autobús era de una agencia de viaje urbano, saltó y apenas pudo ver por las ventanas por donde pasaba el autobús, unas residencias, de los dos lados e inmediatamente pidió parada, agarrando su mochila, pero el autobús seguía, oprimio le botón una y otra vez, hasta que logró bajar. Saltó a la oscuridad sujetando fuertemente todo lo aue tenia en sus brazos, y una vez que a alejó el autobús caminó con temor a morir estrangulada, vio una gran mansión, de color gris con blanco, área verde al rededor de la gran casa, a la orilla un grandísimo portón color negro con la naturaleza haciendo el arte, pegando ante tal metal, sin dudarlo se acercó pero vio que varios coches pertenecían a la estación de Policía de tal ciudad, con lentitud y cuidado se acercó poco a poco, sin ser descubierta por las luces de los carros. Logrando así su meta y haciendo tontos a los que cuidaban de la casa, pudo acercarse a lado del portón, escalandolo poco a poco, hasta llegar a la cima, avento la mochila encima del césped verde, saltó sin hacer un mínimo ruido, que es extraño de ella. Caminó sigilosamente mientras tomaba su mochila y ponía las correas entre sus hombros. Corrió hacia la que supuestamente era la parte trasera. Se escondió en unos arbustos sin hacer tanto escándalo pero oh sorpresa... estaban varios chicos, uno parado de espaldas y otro caminando hacia el otro extremo que no fuera en donde se encontraba ella, se sentó en el césped húmedo, confiando en que pronto se irían a dormir, después de unos 9 minutos un chico apagó la luz de donde se encontraba, caminando entre la oscuridad. Los ojos de ella se iluminaron llenos de esperanza. Se levantó emocionada, pero por su torpeza ahogó un grito, vio como la silueta se volvía hacia donde se encontraba antes pero ni tres segundos duró y se fue. Suspiró de alivio ahora si con cuidado y se acercó a la ventana cuadrada grande, el doble de tamaño que ella en tacones. Vio una entrada y subió lentamente la ventana pesada, logrando así que su cuerpo cupiera no tanto a la perfección pero si lo suficiente como para caber, logró poner una pierna en medio de la pared que sostenia la ventana, sentándose incómoda, y logró poner otro pie en el suelo, cuando creyó haberlo logrado se enciende una luz, dejando ver a un hombre en pijama con tatuajes. Blanca quedó boquiabierta ante tal monumento.
-¿Blanca?- preguntó sorprendido Parker.
#19774 en Novela romántica
#3472 en Chick lit
#12598 en Otros
#1822 en Humor
primer amor y secretos, amor bts y, primer amor y primer corazon roto
Editado: 20.01.2022