VERGÜENZA ES ROBAR

- Profe Iván, he vuelto, tarde pero he vuelto, buenas tardes profesor, espero que este bien – dijo entusiasmado José – Hola hijo, que tal, me vas a ayudar con estos alumnos, son nuevos aquí – respondió el profesor Iván, y José saluda a los demás y uno de sus amigos de la banda, se le acerca sigilosamente – José, te vi jugar en Solari, me das risa como te mueves, pero eso no supera el Laiki Laiki que bailaste y lo publicaron en Facebook, jajaja, por cierto yo también juego eso, pero me da vergüenza hacerlo en público, jajaja… - dijo riéndose Matías – Enserio, siguen con eso, ya olvídenlo, y ten en mente que vergüenza es robar, ni que estuvieras robando delante de todos, eso sí deberías tener vergüenza – respondió algo molesto José – No te molestes, es chiste, pero cuando un Just Dance, iré sin miedo, vas a ver – dijo Matías – Este sábado pues, hay que ir cada sábado, a ver quiénes más se animaría durante todo este tiempo, para ir con más gente, pero queda, este sábado mmmm… a las 4, okay – dijo alegremente José – vale, ahí nos vemos, me esperas un poco si llego un poco tarde – dijo Matías. Continuaron con el ensayo y no se vieron hasta el día sábado.

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- Dumbo, chocolate, que hacen aquí, porque nos siguen – dijo José – a no mames man, es que hoy pedí tiempo a mi jefa para que pueda quedarme a ensayar baile, pero como no hubo, mejor voy con ustedes, aprovechando que mi casa está a una cuadra de la casa de Yeremy – dijo Jhosep – Así, y ¿por qué no venías con nosotros? – preguntó José – no venía porque me iba al Internet rápido y pues tenía que completar las misiones del Fortnite, es que compre el pase y mi mamá llega a las ocho de la noche a mi casa y hay que aprovechar – dijo Jhosep – Bueno Dumbo, no te preocupes – dijo José – esta generación de ahora – pensó José – y tu Luis, ¿porque nos sigues? – preguntó José – igual que Jhosep, pero si te preguntas porque no puedo ir con ustedes – dijo Luis – no, no nos importa – interrumpió José – naaaa, mentira, dinos pues – dijo riéndose José – este ho, ahí se ve, jajajaja no te preocupes, estoy bromeando. No puedo ir con ustedes porque mi papá es estricto, demasiado diría yo – dijo Luis algo asustado – pero esta vez los acompaño nomas, porque mi único carro que me deja a mi casa es la 202, y supongo que irán por esa ruta – dijo José – Esta bien, si o no Yeremy – dijo José – pues sí, que más queda, somos muchos, mejor, oe invítanos pizza pues man – dijo Yeremy – si man, compra pizza – dijo Jhosep – está bien, ya que tenía planeado invitarles algo así que, qué más da – respondió José. Y así se fueron a comer pizza, dividiéndose entre los cuatro una pequeña pizza hawaiana mientras caminaban y hablaban sobre su día rumbo hacia su casa.

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- Oye, donde estas, te estaré esperando en el tercer piso de Solari, aquí están los juegos del que te hablaba – escribió José mediante Messenger a Matías – ya te alcanzo, estoy cerca – respondió Matías y José se puso a jugar mientras esperaba a su amigo.

- Hola José, perdón por la tardanza, es que estuve algo ocupado, pero ya llegué – dijo Matías acercándose a José – vale, no te preocupes, de por sea caso, te sabes alguna coreografía para competir, a ver quién gana, solo se me estos que están en la pantalla – dijo José – Ah mira este, este si me lo sé, tú también creo – respondió Matías – si lo sé, solo que… se baila en pareja; o sea, hombre y mujer – dijo José – igual dale, yo seré la mujer, da igual, los pasos son los mismos – respondió Matías – bueno, te importaría si grabo, luego lo edito y lo subo al Facebook, te etiqueto de paso jajaja – dijo José riéndose – no lo hagas we – respondió asustado Matías – Man, recuerda que vergüenza es robar, esto lo que hacemos, no es nada malo, debes dar lo mejor de ti para que salga bonito el video – dijo José – José, mi dignidad pues – respondió asustado Matías – hay peores formas de perder la dignidad – respondió entre risas José. Luego se grabaron mientras jugaban y bailaban al ritmo de la canción, para que posteriormente, lo subiera a las redes sociales.

En el próximo ensayo de banda… - Ya vez José, por tu culpa, todo mi salón me molesta como el chico bailarín, incluso el profesor Sergio – dijo Matías algo molesto y avergonzado – Chale we, no creí que llegaría tan lejos, a parte que me olvidé bloquearlo a los profesores, me había olvidado, me vas a disculpar, pero tranqui, todos se van a olvidar de esto en unos días, semanas, meses o años jajaja, tranqui ya va a pasar – dijo entre risas José – ah man no te preocupes, igual ya se sobrellevarlo, no es la primera vez que me molestan pero a la siguiente hay que hacerlo mucho mejor – dijo Matías y se rio.

Esas situaciones, fueron motivo para que vayan con muchas ganas a jugar en las máquinas del Just Dance en Solari y empezaron con esta nueva actividad cada sábado en la tarde.

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- Estuvo chido la tarde, pero deberíamos invitar más gente – dijo Matías – Podemos invitar a algunos compas de la banda, no sé, es mi idea, ¿Tú crees que vengan? – preguntó José – tú tienes más confianza con ellos, diles pues, para que vengan y ser un grupo más grande – respondió Matías – Vale, les escribiré por Messenger, a ver que dicen, de paso creamos grupo pe – dijo entusiasmado José – Man, jugamos unas dos canciones más, por favor – dijo Matías – estoy cansado, si quieres juega, estaré sentado – respondió José.

Matías continúa jugando hasta que… - Matías, ¿ese no es Rodrigo? – preguntó José muy sorprendido – Matías dejo de moverse y se da con la sorpresa que definitivamente si era Rodrigo – José, ven, si es Rodrigo – gritó Matías - Hola, ¿qué haces aquí?, justo estábamos hablando de querer invitarlos aquí, a ver si se animan – dijo José alegremente – Mmmm… hola José, este, mmmm… este lugar ya lo conocía, venía desde muy antes aquí, como no somos tan cercanos y me di cuenta que mucho hablaban sobre esto en los ensayos de banda, pues de casualidad quise venir aquí y no me imaginaba encontrármelos – dijo Rodrigo – Oh, enserio, no sabía eso, yo recién nomas conozco este lugar y me termino gustando, hay muchas coreografías que yo sé, mmmm… ando cansado ahora, si quieren, jueguen ustedes dos, yo estaré esperándolos – dijo José. Ni uno de los dos, ni Rodrigo, imaginaron encontrarse en este lugar, todo fue coincidencia de la vida, así fue armándose un grupo más grande que iban a Solari, a jugar no solo el Just Dance, si no otros juegos y pasar el rato.