capítulo #31(el encuentro)

--Al dejar de leer las palabras plasmadas en la carta de Zila, sentí una especie de vacío que se mezcló con tristeza y melancolía.--No podia explicarme porque habia sido invadido por estos sentimientos repentinos que me hacían pensar en Zila. --Segun la direccion de la carta, el otro orfanato donde trabaja Zila queda al otro lado de la ciudad, el manto ennegrecido de la noche avanzaba con sus horas. --Decidí salir a dar una vuelta sentía que, la espera me intranquiliza; salí de mi habitación, en el pasillo toque la puerta del cuarto de Lirian, pero no me contesto asumí que estaba dormida; habían sido muchas horas de viaje.

--Al estar, afuera note que las calles y lugares de la ciudad estaban muy transitadas, las personas de esta ciudad, parecian noctambulas, algunos vagabundos deambulaban hurgando en los basureros. Camine sin prestar atención, distraído sin intención de llegar a ningun lado. Esta ciudad es muy grande y sus edificios son de arquitectura moderna. --Finalmente, al caminar distraido llegue hasta las puertas de una edificación que parecía ser una vieja y antigua iglesia abandonada; intui que era una iglesia porque arriba en su techo había una Cruz en hierro, esta estaba oxidada y corroída por el paso de los años; con sus vidrieras multicolor ya casi destruidas, nose porque habia ido ahi, aun lugar donde la fe parecía haber desaparecido, pero senti como si algo inconcientemente me hubiera llevado a ese lugar.

--Mire hacía sus ventanas y pude sentir una energía, extraña sensación de horror y asecho filtrandose por esas ventanas. Tuve intenciones de entrar pero solo di la vuelta dando la espalda empeze a caminar hasta alejarme de aquel lugar siniestro. Volví al sitio donde me hospedaba con Lirian, entre a mi habitación y me acoste en la cama tratando de conciliar el sueño, las horas comenzaron a correr, mi sueño me volvio a llevar aquella vieja iglesia abandonada de donde salían gritos de tormento. Desperte un poco inquieto, eran ya las 4:00 A.M; todo estaba en silencio, pero en el pasillo yo escuche unos pasos, después; el giro de la perilla de una puerta. Sabiendo que ya, no podria dormir más decidi esperar el alba que anunciaba ese nuevo dia.

--Lirian y yo bajamos a desayunar al restaurante del hostal; nos miramos fijamente, ella me dijo: --¿Pudiste dormir bien? Te he notado muy pensativo y sé que algo te mantiene distraido. --sí, claro, tu ¿a dónde fuiste anoche?--porque en tu cuarto no estabas.--¿Acaso me espias Kensel? O me sigues.--No, solo pregunto, porque no me gustan las sorpresas, sabes que nos enfrentamos a enemigos muy hostiles.--si Kensel yo, más que nadien sé, a qué clase de enemigos nos enfrentamos.-¿A qué hora piensas ir a hablar con tu amiga?.--En horas de la tarde porque ahora pienso salir a dar una vuelta por la ciudad.-Bien hablamos después porque yo también pienso ir a ver a un viejo, amigo. 

--Camine varias cuadras hasta finalmente llegar al lugar, pero esta vez, me quedé más sorprendido al ver que Lirian salia de aquel lugar, ella no se dio cuenta de mi presencia. Espere a que se alejara y entre al lugar, en el interior del lugar, permanecía semi oscuro; solo los rayos de luz del sol que se filtraban por las vidrieras iluminaban el lugar, sus paredes estaban rasgadas, había un Cristo de madera volteado boca arriba, un cúmulo de sillas viejas, ordenadas en fila una tras otra se mezclaban con el tétrico entorno.

--Al fondo había una capilla con la puerta cerrada. Camine hacia la puerta gire la perilla pero no abrió; las horas habian pasado asi que decidi salir de ahi para ir en busca de Zila.

--Tomé un transporte que me llevaría hasta el otro lado de la ciudad Eternity. Mientras avanzaba pensaba en lo que había visto en la iglesia y en Lirian algo me estaba ocultando. La tarde ya caía cuando llegue al orfanato donde trabajaba Zila; este no quedaba muy lejos de la playa; entre y pregunte, por ella pero me dijeron que no se encontraba porque hoy era su dia libre.

-¡!Había hecho un viaje tan largo y atravesado toda la ciudad para nada.--Salí del lugar un poco decepcionado, el sol pronto se ocultaría, quería tomar otro transporte y regresarme, pero ya estaba ahi y no podia irme sin hablar con ella. Entonces en ese momento pasaba un viejo en una camioneta vieja y se detuvo.-Hola muchacho ¿qué haces ahi todo pensativo? ¿Vas para la playa te llevo?.--Mire un breve instante al viejo queriendo decir que no, pero terminóconvenciendome y me subi en la camioneta. Avanzamos unos kilómetros y ya se veia la playa, esta era hermosa con su mar imponentede aguas azules, su arena blanca y su suave y tranquila brisa.--Le di las gracias al viejo y me dejo en la playa cerca del muelle...