Capítulo #44 (Numbra el reino oculto)

---Al otro lado, el portal umbroso se abre en el reflejo de una enorme piedra cristalizada; en medio de una ciudad de piedra en ruinas. El ambiente era abrumador, matizado, por luz y oscuridad al mismo tiempo; el silencio, era desesperanzador. Vegetacion y árboles marchitos con grandes raices cubrian y ocultaban gran parte de las edificaciones viejas. Partes de huesos y esqueletos tirados por todos lados.

---¡Esto me da mal presagio! ¿Qué pudo ocurrir aqui? ¿Porque hay tantos huesos regados? Exclama Alan mirando el entorno.

---Con su mirada fija en un muro de marmol, Lirian camina hacia el y empieza a retirar unas lianas y polvo que lo cubrian.

---Miren algunos muros y paredes tienen unas inscripciones extrañas. Parece que son letras de algun tipo de lengua elfo antiguo.

---Lirian Puedes desifrar o traducir que significan ¿qué quieren decir esas letras? ---Alan aqui debieron pasar cosas horribles Esto es extraño que harian los elfos en estos lugares; ¿Acaso esto era una ciudadad construida por ellos?

---estas letras parecen truducir una especie de mensaje de advertencia el que, las escribio debio querer evitar o advertir sobre algun mal en estas tierras.

---Kensel no has dicho nada ¿qué crees que paso aqui? Mirando el firmamento, Kensel mantiene silencio por un momento, Zila y Lirian lo miran un poco desconsertadas.

---sea lo que, sea que, haya pasado aqui ya no podemos hacer nada; tratar de divagar sobre lo que pudo pasar, solo es una pérdida de tiempo. Lo mejor que podemos hacer ahora es marcharnos de aqui, nos espera un largo camino, este lugar no me gusta nada.

---salgamos de esta ciudad en ruinas es hora de poner a prueba nuestra suerte. Exclama Lirian

---Lirian debemos ser cuidadosos no sabemos todavia aque peligros nos enfrentamos en este lugar.

---Vamos, Alan no, seas tan negativo todo se ve tan tranquilo, ven, Zila camina mi lado.

--bien es hora de irnos mantenganse alertas no quiero que nada nos tome por sorpresa. Dice Kensel ciñendo su estuche de guitarra a su espalda.

--Todos comenzaron a caminar hasta adentrarse cada vez más en la ciudad en ruinas; ese momento, comenzaron a escuchar un hermoso pero triste canto elfo, acompañado de una repentina y colorida llovizna de petalos de rosas.

--vaya-- ese canto es muy hermoso y sublime cuanta tristeza transmite. Piensa Alan mientras mira hacia los lados embusca de su emisor.

---aqui la vegetacion es enorme, aunque es estraño porque parece estar marchitandose hasta morir, como si la naturaleza estuviera muriendo lentamente. ¿Quién estara cantando esa cancion tan triste? ---¿Qué sucede Zila te preocupa algo? No Kensel solo pensaba en Anni, estara bien.

---Tranquila Zila, no nos iremos hasta que la encontremos. Miren delante de nosotros hay una fuente de agua acerquemonos a ella para tomar un poco.

---tengan cuidado al lado de la fuente hay unas figuaras de unos seres espantosos parecen estar petrificados. Exclama Zila.

---son figuras de Orcos si que son terrorificas; parece que en algun momento tuvieron vida;

Los Orcos son seres Malvados y crueles.

---Vamos Zila--- no te dejes asustar por un monton de figuras de arcilla, el que, las esculpio no debe tener buen gusto.

---Esa cancion es muy triste, dolorosa pero a la vez transmite una sensacion de tranquilidad. Voy a usar mi sentido extrasensorial para encontrar al emisor de esa voz.

---Antes de llegar a la fuente, faltando unos pasos, Kensel se detiene y cierra sus ojos, el tiempo empieza a transcurrir lento. Kensel abre sus ojos nuevamente, estos se tornan de un color rojo intenso. Entonces su vision entra en un plano de otra realidad más alla de lo evidente.

El entorno de aquella realidad era brumosa, vaporosa y con poca presencia de luz. Muchas almas elfícas vagaban de un lado a otro sin poder encontrar sosiego. Repentinamente una voz suave y adormecida llega a los oídos de Kensel.

---¡Extraño forastero que buscas, en estos parajes solitarios; lejos de lo que conoces! ---¡estan lejos de casa, las tierras, de los reinos ocultos; no es lugar para humanos!

---¿Quién rayos eres? ¿Porque, estás en mi cabeza, muestrate?

---Todos ustedes van a morir por profanar suelo sagrado. Sus cuerpos serviran como abono y nutrientes para estos árboles que agonizan. No los voy aperdonar por haber pisado suelo sagrado.

---Eres una, elfo--- nuestras intenciones no son hostiles, no queremos problemas. Solo dejanos ir en paz.

---sin decir nada más Kensel, deja que sus sentidos vuelven a la realidad normal; en ese momento del centro de la fuente emerge la figura de una mujer hermosa de orejas largas puntiagudas, luciendo un vestido que emitia un brillo segador. En sus manos portaba un arco tallado de plata con flechas doradas.

---Humano mí, nombre es Soneris, soy la elfo guardiana de este luguar. Dicen venir en paz pero usan esos amuletos para ocultar sus habilidades, cómo saber si sus intenciones son buenas o malas. De donde vengo, ocultar es mentir y no se puede confiar en los que mienten; por experiencia sé, que la naturaleza humana es voluble, cambia segun sus propios deseos y conveniencias y la mayoria de estos son egoistas y mesquinos. No ostante te voy adar el veneficio de la duda y para dejar qué te vayas, en paz tu y tus amigos; las almas sin sociego de los elfos muertos en está, tierra exigen que pagues tributo;