--Había caminado tan distraído que cuando mire ya estaba frente a la tienda de antigüedades. Volví a mirar el enunciado de sus letras que dice: "Tienda de antigüedades el tiempo no pasa"
Entre intentando dejar atrás todas esas cosas que me agobiaban. Una brisa fría y juguetona rodeo mi entrada a la tienda. Vaya hasta que te dignas a volver a parecer Kensel, a que debo tu humilde visita, pensé que, no te volvería a ver. He estado muy ocupado viejo anticuario. Ah hasta cuando te dignaras a llamarme por mi nombre, siempre que vienes es lo mismo
--Eres un tonto cabeza dura. Deja ya tus rabietas viejo anticuario, he venido para que arreglemos cuentas. Bien, ¿qué quieres ahora? Sabes que ya hace mucho tiempo que tú y yo no hacemos negocios por tu tonto escepticismo. Me tienes dinero viejo he hecho cuentas y es bastante. Bueno hagamos cuentas, pero antes debo recordarte que parte de tu dinero lo he estado donando al orfanato como tú me dijiste que hiciera, el resto del dinero lo tengo guardado. Aquí en una caja fuerte. Espera anticuario antes de que hablemos de dinero, te voy a pedir que me ayudes con algo. Ésa es la verdadera razón por la que he venido.
-¿Qué has traído esta vez Kensel? Espero que no sean problemas. Viejo anticuario dime una cosa, ¿cuánto crees tú que puede valer está espada antigua? Exclame depositando la funda que contenía la espada, encima de un mostrador de cristal, donde había algunos objetos. ¡Por los cielos no puede ser! Esto es imposible, está, esta es... Si no cabe duda es la legendaria espada Grial. Musito el viejo abriendo más los ojos fascinado, con expresión desorbitada, como sumido en una realidad inverosímil.
-Después de mirarla y mirarla por unos instantes, finalmente, volvió a recobrar su lucidez entonces volvió, su mirada hacía mí y me dijo un poco extrañado. ¿Cómo la obtuviste? Y ¿dónde la hallaste? Sabes que nunca reveló a nadie mis métodos, pero está vez haré una excepción contigo viejo anticuario. Y lo haré porque tú conoces aspectos de mi vida viejo, y además me han estado sucediendo cosas extrañas en las que yo no creo y me niego a creer. La espada fue un encargo que me hizo el conde Brand Lukards.
---Tuve que seguir por meses a unos traficantes de antigüedades hasta las lejanas tierras oníricas donde se encuentra un reino en ruinas que dicen perteneció a una diosa llamada, la diosa Onirís. Cuando el conde Lukards, me contactó para hacerme este encargo, pensé que no era más que un egocéntrico y presumido millonario y hasta llegué a pensar que estaba loco, pues me ofreció una suma bastante considerable y todo por un simple cuento místico, pero en fin el que tiene dinero lo utiliza como quiere.
--Espera Kensel antes que me digas algo más, debo decirte que he escuchado algunas cosas sobre el conde Lukards y por lo que se, de el, no es el hombre que aparenta ser. Es un hombre de cuidado, es sombrío, maquiavélico, de pocos amigos. Hay algo muy particular en él y es que sólo sale por las noches y si lo hace de día siempre Evita la luz del día, Es muy extraño y además Vive en un castillo a las afueras de la ciudad.
-Escucha viejo no quiero que me cuentes sobre la vida del conde Lukards, lo que me interesa es saber todo lo que me puedas decir acerca de esta espada. Espera aquí un momento replicó el viejo introduciéndose al interior de un cuarto de la tienda, no demoró mucho y volvió con un gran libro en sus manos. El libro es de un color morado y por su apariencia se podía notar que se trataba de un libro muy antiguo, primera vez que veía un libro como ése.
--¡Mmm! Veamos ¿qué es lo que quieres saber de la espada Kensel? Su origen, a quién pertenece y que significan estos signos grabados en su funda. Bien miremos a ver, me pareces que estaba por aquí. Musita el viejo anticuario abriendo el libro, hojeando página por página. Mientras lo hacía yo no te en una de las páginas un dibujo con la misma figura a la del medallón que me había mostrado Any. Espera anticuario devuelve la página anterior, creo que he visto en algún lugar la misma imagen de ese dibujo. ¿Cuál dibujó éste? Debes de estar equivocado Kensel, porque este dibujo pertenece a una reliquia, ya desaparecida, el Medallón infernal.
--Se dice que por culpa de este objeto se suscitaron sangrientas guerras entre los reinos pasados, por su posesión. La última familia real en poseer este medallón le encargó a un caballero de la orden del fénix, una orden ya desaparecida destruir el medallón. En esas épocas oscuras se suscitaron muchas guerras y matanzas por la posesión de este medallón, se cree que poseía el poder para abrir las puertas del mundo infernal de las sombras y liberar el ejército apocalíptico de Lucifer, el cual le cederá el mando de su ejército apocalíptico al portador del medallón.
--también se dice que podía abrir portales umbrosos a través de espejos, cristales y superficies reflectantes. A Través del medallón podías ver más allá de lo evidente o desconocido. Si todo lo que dice este libro es verdad, y si en verdad existiera este objeto y alguien lo tuviera en su poder, créeme que esta persona estaría corriendo el más grande de los peligros. ¡Oh no¡Any! Exclamé mentalmente. ¿Dónde lo has visto Kensel? No se, de momento no me acuerdo, ahora háblame acerca de la espada.
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Editado: 28.06.2022