En la penumbra de la tristeza, sus días se volvieron un laberinto de recuerdos rotos. Cada latido resonaba con la melodía melancólica de un amor perdido, mientras su alma navegaba por aguas turbulentas de desesperanza. El eco de sus suspiros narraba la historia desgarradora de un corazón destrozado, buscando la luz en la oscuridad que consumía todo sin dejar huella atrás.