No tiene sentido regresar a casa si no vas a estar ahí, pierde todo significado, y la ausencia de tu alma solo me recuerda lo solo que me encuentro y lo lejos que te tengo.
Hoy te veo sonreír con aquella a la cual llamas amor, y yo sigo aquí, sin poder resistirme a pensarte cada vez que miro a los que tengo a mi alrededor.
Los días pasan sin tregua, como un eco sordo en el vacío que dejaste.
Cada rincón de esta casa es un reflejo de lo que fuimos, y me ahoga la certeza de que nunca volverás.
Tus risas se desvanecen en la distancia, mientras yo sigo atado a recuerdos que me quiebran en silencio.